Lugo VAVEL

Rennella destapa el tarro de las victorias

Victoria y convicción. Los de Setién lograron la primera victoria del año frente a un flojo Jaén. Liquidaron el partido en la primera parte gracias al buen hacer ofensivo. Rennella brilló con luz propia en el bando local, Jona lo hizo hasta el momento de su expulsión. (Foto: Óscar Cela).

Rennella destapa el tarro de las victorias
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Por Denís Iglesias

La escuadra rojiblanca se curó en salud en el tercer intento por conseguir la victoria. Estrenó su casillero de triunfos a costa de un Jaén que tiró el partido en la primera mitad, tiempo en el que los lucenses pasaron por encima de su rival.

La actitud de los de Setién fue la correcta desde el minuto inicial. Salieron dispuestos a llevarse el partido. La táctica del cántabro resultó efectiva y a los siete minutos de partido los rojiblancos ya mandaban en el marcador gracias a un extraordinario disparo de Seoane. El mediocentro se reinvidicó como goleador con un disparo parabólico ante el que nada pudo hacer Toni.

Pronta ventaja local

El ver puerta tan rápido llenó de confianza al Lugo. Su afición colaboró este ímpetu inicial y juntos dominaron la primera parte del partido. El Jaén no tuvo más remedio que ir a remolque, una dura losa de la que no se desharían en los 90 minutos. El Lugo, lejos de conformarse con este primer tanto, se fue a por más. Sus ganas de liquidar el partido por la vía rápida se satisfacieron en los pies de Rennella.

Rennella, sobresaliente

Talento y sudor acompañaron al francoitaliano durante todo el encuentro. Sus destellos de talento acabaron por deslumbrar a los jienenses en el minuto 23, instante en que consiguió aumentar la cuenta goleadora del Lugo. Se revolvió en el área visitante con una pasmosa facilidad y su tiró se alojó en el fondo de las mallas del portero morado sin que nadie pudiese impedirlo.

La afición agradeció su esfuerzo y le ovacionó tras el tanto. Todavía es pronto pero semeja ser el santo remedio del gol que el Lugo necesita. Mas la lucidez ofensiva de los gallegos acabó por contrastarse en el minuto 35, cuando Jona recortó distancia aprovechando un despiste de la zaga. La pareja de centrales conformada por Lolo Pavón y Víctor Marco no fue el soporte ansiado, y tan solo el buen hacer ofensivo del Lugo acabó salvándole de males mayores.

Absoluta efectividad ofensiva

Con la distancia reducida los lucenses volvieron a tirar de los mismos recursos que le habían funcionado hasta el momento. No se impacientó la escuadra de la ciudad amurallada y continuó practicando un juego rápida con el que sobrepasar a la zaga andaluza. La flaqueza jienense se descubrió y Pablo Sánchez aprovechó otro desliz enemigo para asestar el tercer flechado del partido. La alegría se desbordó en el Anxo Carro tras este gol. El equipo había encontrado la llave de la victoria y la puerta del éxito estaba completamente abierta.

Tras el tercer tanto el Jaén cayó en un sollozo. No podía más que mirar el reloj y ansiar la llegada del tiempo de descanso. Pero la bravura del Lugo volvió a dar su fruto al filo del descanso. La capacidad para trenzar jugadas combinativas había quedado más que demostrada pero en la sobresaliente actuación de los lucenses todavía había hueco para la excelencia. Rennella volvió a tomar la varita y hechizó al Jaén en el 45 con un mágico lanzamiento de falta. Culminó una jugada ensayada a saque de falta ante el que Toni fue incapaz de reaccionar.

No hubo tiempo para más. Los andaluces se retiraron a la caseta presos de una maldición de la que no lograrían recuperarse en el segundo tiempo. El Lugo,con oficio, calidad y efecitividad, encaminó los túneles de los vestuarios con la conciencia de haber resuelto el partido.

Sin ánimo para la remontada

El arranque de la segunda parte trajo modificaciones en el cuadro visitante. Manolo Herreros no quiso esperar más y dio entrada a Torres y Curto. Estas modificaciones solo pudieron paliar el mal sufrido en el primer tiempo. Con todo, el Lugo se sintió ganador y prefirió ceder el protagonismo del partido al cuadro jienense, que pronto se hizo con la posesión del cuero.

La responsabildad recayó en los andaluces, que se sintieron mejor con el dominio del esférico. El Lugo se dejó llevar por la relajación, y sin balón sufrió más de lo previsto. Setién actuó con precaución y fue dosificando los cambios a modo de contención. Primero retiró a Seoane, autor del primer tanto, y dio entrada a Rafa García. Luego de apuntalar el mediocentro recondujo la estrategia ofensiva. Sustituyó a Sandaza por Iago Díaz y dejó a Rennella como referencia en ataque.  Y para rematar la faena oxigenó el lateral cambiando De Coz por Víctor Díaz. Con estas tres pautas el equipo se las ingenió para resistir el asedio rival, que a pesar de todo acabaría fructificando en un segundo gol.

Jona empañó su actuación al ser expulsado

Jona volvió a aprovechar otra desbandada de los centrales para mostrar su talento goleador. Pero la magnificiencia que mostró en la definición de sus dos dianas se ensombreció con su expulsión en el 87. Se ganó a pulso su exclusión del terreno de juego tras agredir a Lolo Pavón, que requirió la entrada de las asistencias médicas a causa del manotazo del rival. Esta acción fue el punto y final a cualquier atisbo de reacción enemiga.

El Lugo se libera así de la tensión de las dos primeras jornadas. Este primer triunfo supone un soplo de aire fresco para los de Setién, que ya esperan con ansia el próximo duelo frente al Zaragoza. Al Jaén le queda una dura semana por delante. Las tres derrotas en los tres partidos que se llevan disputados hasta el momento les sitúa en la quiniela de los equipos que pueden perder la categoría en esta temporada.