La segunda vuelta de la Liga Adelante ha comenzado para el CD Lugo tan bien como mal acabó la primera. De la horrible racha de siete partidos consecutivos sin ganar, con la pírrica cosecha de 2 puntos de 21 posibles, se ha pasado a tres partidos consecutivos sin encajar un gol, con dos victorias y un empate y 7 puntos de 9 en este segundo acto de la Liga. Y este botín, en una Liga tan competida como la de este año, es un tesoro de un valor incalculable. El cambio de tendencia se ha cimentado, claramente, en un cambio de mentalidad de equipo, al que ya no le importa dar un paso atrás, afrontar los partidos desde la defensa y crecer de atrás hacía delante, buscando el contragolpe como arma si se produce la ocasión. Así ocurrió frente al Numancia, se perfeccionó contra el Barcelona B y, el pasado domingo, volvió a verse en el estadio de La Victoria, en Jaén. Si no se pueden conseguir los tres puntos, al menos no perder uno.
Frente al Jaén, el Lugo no tuvo un buen día, al menos en lo que a juego se refiere. Lo cierto es que se vio superado por la presión de un centro del campo jienense que, pese a no ser un prodigio técnico, suple sus carencias con una presión incansable, y así lo hizo frente a los rojiblancos (de azul y negro el pasado domingo) y especialmente sobre un Carlos Pita que se vio agobiado constantemente por el acoso de la medular rival. El pivote coruñés, generalmente preciso, estuvo especialmente espeso en la creación, aunque por el contrario se mostró firme en defensa, respaldado por un Seoane que cumple a la perfección en este tipo de partidos de brega.
La presión del Jaén desactivo en mediocampo lucense
Quizás el Lugo se vio penalizado, además de por la presión del Jaén, por el mal día de algunos jugadores, como el caso de Pablo Álvarez. El extremo estuvo muy lejos de su mejor versión y, aunque colaboró activamente en tareas defensivas, apenas se le vio en ataque. Algo parecido se puede decir de Álvaro Peña desde su posición de mediapunta, totalmente atosigado en ataque pero muy sacrificado en defensa. El que más padeció este paso atrás del mediocampo lucense fue el goleador Vincenzo Rennella, que se vio desasistido y apenas pudo contar con un par de disparos lejanos como toda ocasión.
Los que si tuvieron trabajo, y bien que lo desempeñaron, fueron los zagueros rojiblancos. Con el regreso al once de De Coz en el lateral derecho y Jorge supliendo en el centro de la defensa a Víctor Marco, la defensa se mostró en todo momento segura y contundente, con un muy rápido Pavón haciendo coberturas y Jorge insuperable por alto. Mención especial merece la actuación de un inspirado José Juan que, especialmente en la primera parte, salvó al Lugo en dos intervenciones de verdadero mérito.
Debut de Sergio Rodríguez y fichaje de David Prieto
El Lugo ya vela armas para el próximo partido, todo un desafío en su propio estadio frente a todo un Real Zaragoza. Para ello, Setién podrá contar con las dos incorporaciones del mercado de invierno, el mediapunta Sergio Rodríguez, que ya disfrutó de unos minutos la pasada jornada, y el central David Prieto, que llega para reforzar la defensa y ocupar el puesto libre tras la marcha de Tena. Sin duda, la nueva filosofía de Setién para afrontar partidos se volverá a ver en el campo ante los maños. El pragmatismo con el que juega ahora el Lugo hace que cada punto se valore en su justa medida, y el Zaragoza será una piedra de toque inmejorable.