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Pamarot salva al Hércules de otro descalabro

Los alicantinos jugaron toda la segunda parte con 10 tras la expulsión de Borja Gómez. Quique sorprendió con dos mediocentros defensivos y, aún más, con la titularidad de un Portillo mermado.

Pamarot salva al Hércules de otro descalabro
El Hércules celebró por todo lo alto el tanto de Pamarot (Foto: Carla Cortes).
leandro1090
Por Leandro Ortiz

El Hércules sabe luchar. Desde el comienzo de la segunda parte, ya con uno menos, el Rico Pérez comenzó a pensar en lo ocurrido en Tenerife una semana atrás. La expulsión de Borja Gómez condicionó a los alicantinos, resguardados, tal vez en exceso, en su propio campo, esperando los ataques madridistas. Por momentos, la sensación era que el Castilla terminaría de rematar al Hércules en cualquier momento, pero este equipo no es del antaño. La defensa alicantina es sólida, no es fácil hacerle gol al Hércules. Mientras que la semana pasada Sardinero marró el remate definitivo en el último suspiro, esta vez sí, Pamarot despejó todos los fantasmas y dio a su equipo tres puntos que mantienen a los de Quique invictos.

Quique Hernández no dejó a nadie indiferente con el once inicial. Por un lado, porque la entrada de Portillo, mermado y prácticamente sin entrenar, hizo sonar el murmullo en las gradas; por otro, el plantemiento, con Escassi y Héctor Yuste, ambos de corte defensivo, como únicos mediocentros. La idea no quedó clara, y pese al gol inicial de Eldin, el Hércules no daba sensación de verdadero peligro. La suplencia de dos de los jugadores llamados a marcar la diferencia, como Héctor Font y Javi Hervás, mermó a los alicantinos y Quique hubo de retractarse en la segunda mitad, aunque ya en inferioridad numérica. La grada no terminó de entender la idea del de Anna y, aún menos, el repliegue tan desmesurado que puso en marcha el equipo blanquiazul. 

El Castilla dominó, era quien llevaba el peso del partido. Kiko Femenía llevó de cabeza a Peña, que no realizó uno de sus mejores encuentros. Los de Toril querían el mando del partido, no les costaba mucho crear un juego rapido y combinativo, que les permitía con cierta facilidad encontrar huecos en tres cuartos de campo. Sin embargo, las mejores ocasiones cayeron del lado local. Primero fue Yuste el que obligó a Pacheco a estirarse, después fue Campos Toro quien a punto esuvo de poner el 1-0 en el marcador. Fue a partir de esta última acción cuando el Hércules asomó la cabeza, salió del cascarón y pisó más el área rival. Eldin se adueñó de la pelota, movió el ataque herculano, e incluso se atrevió con un centro de rabona. Suyo fue el primer gol del Hércules. La primera jugada que los alicantinos trenzaron con rapidez y cierto criterio fue para dentro. Eldin disparó cruzado y el gol sirvió a Quique para coger aliento. 

Poco duraría la alegría para los locales. Borja Gómez, que ya había visto una amarilla antes, vio la segunda tras una falta al borde del área, cuando Óscar Plano se plantaba solo ante Falcón. El lanzamiento posterior significó la puntilla para el Hércules. Casado, de potente disparo, empató un encuentro que, con 45 minutos por delante, se le iba a hacer cuesta arriba a los locales. Quique dio entrada a Hervás y Dioni, aunque no significó mucho, puesto que el Hércules decidió esperar a los blancos, agazapado en su campo esperando su oportunidad a la contra. Hervás dio aliento a su equipo y manejó al Hércules a su antojo. Los últimos 45 minutos transcurrieron con lentitud, con pleno dominio visitante, un monólogo que el Hércules supo defender con autoridad. 

Pamarot inclinó la balanza

El Castilla llegaba, pero no remataba. Tan sólo pudo adelantarse con un cabezazo que repelió el palo. Ahí comenzó el Hércules a estirarse. Un par de jugadas de Ferreiro y Dioni, comandados por un excelente Hervás, levantó el ánimo alicantino. A falta de 4 minutos para la conclusión del encuentro, Javier Hervás ejecutó un perfecto lanzamiento de falta y que Pamarot sólo tuvo que acompañar para poner el definitivo 2-1 en el marcador. Los últimos minutos sirvieron para entretenimiento de los aficionados, que vieron cómo el Hércules, pese a todo, supo defender y llevarse los 3 puntos contra todo pronóstico.

Una vez más, los de Quique jugaron con 10 y, una vez más, sacaron beneficio de ello. Pese a la victoria, el Hércules necesita un cambio de rumbo y mejorar algunos aspectos, más bien en el ataque, si quiere al menos luchar por el ascenso. No todos los días aparecerá Pamarot para dar la victoria y disipar las dudas que dejan los blanquiazules. Aún así, la próxima semana tendrá otra oportunidad para ofrecer una mejor versión que hasta ahoraLo ideal sería hacerlo con once en el campo.

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Sobre el autor
Leandro Ortiz
Ahora colaborador en VAVEL, antes en Hércules de Alicante y El Importuno. 5º de Periodismo en la Universidad Miguel Hernández de Elche.