El partido en Valdebebas fue muy intenso. Poco a poco, la fe y la casta se abrieron paso en el Real Murcia tras verse obligado a enfrentarse a las adversidades. En unos 10 minutos, el colegiado dejó a los granas con dos menos, primero, con una expulsión por roja directa recaída en el central Pedro Alcalá, que debutaba en Liga, y minutos más tarde, otra cartulina del mismo color a Álex Martínez. Los murcianos, ya con un jugador menos, se adelantaron con un gol de Kike, ayudado por Saúl, en una jugada que vivno de un robo de balón en posiciones atacantes.

Pero a los pocos minutos, De Tomás hizo el empate en un error de la zaga murcianista. Además, la segunda expulsión grana llegó con el segundo gol del filial del Real Madrid. A los tres minutos, Álex Martínez fue expulsado por cometer penalti, y Mascarell no desaprovechó la pena máxima para poner el 2-1 en el marcador.

Los granas sacaron la casta

Con el Murcia con 9 sobre el verde del Alfredo Di Estéfano, Tete, ejerció como lateral zurdo improvisado, y Eddy retrasó su posición para formar línea con Acciari, ayudados por Kike. Todos los jugadores murcianistas se pusieron a trabajar, a correr para arriba, pero sobre todo, a correr para abajo. El Murcia estaba siendo muy solidario y, además, bastante valiente.

Y llegó un córner transcurridos pocos minutos de la segunda parte en el que iba a estar el ídolo de la afición pimentonera, José Luis Acciari, para empatar, casi heróicamente, el partido y poner el justo 2-2 en el marcador del Alfredo di Stéfano. Después de esto, el Murcia supo defender, y el Castilla no supo atacar. Hubo, incluso, alguna clara oportunidad para los murcianos en botas de Eddy y Wellington, así como peligros 'chuts' y acercamientos locales que, entre Casto y la falta de puntería, no terminaron en nada, finalizando en un empate a dos goles el rocambolesco encuentro disputado en Madrid.