Gijón vivirá, mucho después, una semana tranquila. Tras una funesta racha en la que los rojiblancos apenas habían logrado sumar tres de los quince puntos en juego, el quipo ha vuelto a sumar una victoria al cobijo de El Molinón. El Sporting derrotó por 3-1 al CE Sabadell, que aguantó sin problemas durante toda la primera parte pero se desinfló en la segunda, donde los locales -más por corazón que por juego- apenas dieron oportunidades al cuadro catalán.
La primera parte siguió un guion tremendamente anodino. Pese a las declaraciones entre semana de José Ramón Sandoval, no hubo ni rastro de ese equipo ofensivo y volcado sobre la portería rival que el preparador de Humanes dejó entrever. Con la alineación esperada, entrando Iván Hernández por el sancionado Bernardo y recuperando la titularidad Hugo Fraile en detrimento de Isma López, el Sporting tardó una eternidad en empezar a carburar con ciertas garantías.
El Sporting no se pareció a lo que Sandoval prometió por semanaPor suerte para los intereses locales, tampoco el Sabadell se tomaba muchas licencias sobre el verde. Los visitantes, que apenas habían sumado dos puntos en sus siete partidos disputados a domicilio, trataron de acomodarse en torno a su portería, cediendo la posesión. Sin embargo, con el paso de los minutos comenzaron a animarse y, tras varios minutos en los que apenas un buen control de Scepovic en el área puso algo de peligro, vieron la oportunidad de venirse arriba.
Controlaba más el balón, especialmente tras sobrepasarse el ecuador de la primera, el conjunto catalán. Sin embargo las ocasiones apenas llegaban, ni por una parte ni por otra. Pero cuando los 45 minutos iniciales parecían languidecer, el Sporting se reactivó ligeramente. Un gran pase de Cases originó una llegada por banda derecha que terminó, a apenas cinco minutos del descanso, con un disparo de López Garai desde el suelo que Nauzet, a contrapié y a una mano, despejó haciendo la mejor parada del partido. A partir de ahí se vino arriba el cuadro asturiano, pero sin que sus acercamientos cristalizaran. Sin más, llegó el descanso acompañado de la música de viento de la afición local, descontenta con los suyos.
Misma tónica, pero revolcón inicial
Con idéntico ritmo que terminó la primera mitad comenzó la segunda, de modo que el Sporting continuó apretando muy arriba. Sin embargo, a los cinco minutos de la reanudación llegó el gol visitante. Una rápida contra visitante terminó con el balón en banda derecha, desde donde Hidalgo la puso al primer palo. Allí, Fernando Llorente fue el más listo. Desmarcándose con acierto entre Luis e Iván Hernández, apareció en el primer palo para vencer la aventurada salida de Cuéllar, anticiparse al meta extremeño y cabecear para hacer el 0-1. Se abría un nuevo panorama cuando parecía que el Sporting se había hecho con el control.
El cambio de Barrera fue fundamentalSandoval movió rápido el banquillo sacando al inofensivo Luis Hernández y a un desdibujado Carmona, tremendamente pitado este, y dando entrada a Álex Barrera y Santi Jara. Se notó especialmente la salida del canterano gijonés, no así la del albaceteño, muy individualista y poco acertado. Pero Barrera sí dio más al juego de su equipo, participando mucho y bien en tres cuartos de campo, y colaboraron a que pese al gol encajado el Sporting siguiese llevando el control.
El Sabadell cada vez estaba más encerrado en su campo, y en una llegada sin aparente peligro Sagués Oscoz señaló la pena máxima: un centro desde la banda derecha dio en el brazo de Carlos Hernández, y el árbitro no dudó. Corría el minuto 62, y era una oportunidad clara para los locales que el 'pichichi' Scepovic no desaprovechó. Media hora por delante y el marcador era el mismo que al inicio pero las sensaciones favorecían a los rojiblancos.
El gol espoleó a los locales, que con los cambios ofensivos vivían casi todo el tiempo en campo rival, pero sin crear ocasiones claras de peligro. El conjunto entrenado por Salamero vivía cómodo defendiendo la meta de Nauzet, no sufría excesivos agobios y amenazaba en los contragolpes con su gente rápida, pese a no alinear a quien los rojiblancos más temían: el veterano Raúl Tamudo.
Lekic, clave
Con apenas un cuarto de hora por delante, Sandoval vio que su equipo no tenía el fútbol suficiente y optó por la heroica. "Enfermería o puerta grande" pensó el de Humanes, tal y como declaró a su llegada a orillas del Cantábrico, y se fue a por todo. Lekic entró por López Garai, despedido con una sonora bronca por la afición, y el Sporting pasó a jugar con dos puntas. Y fue el propio Lekic, poco más de cinco minutos después de salir, quien culminaría la remontada. El serbio recibió un balón cerca de la frontal y, sin pensárselo, soltó un tremendo derechazo. El resultado, inmejorable: gol por toda la escuadra y su equipo por delante.
Con un golazo, el punta serbio encarriló la victoriaEl gol hizo que cambiaran los papeles. Ahora era el Sabadell el que buscaba con insistencia el empate, pero sin poner en apuros a los locales y sufriendo peligrosos contraataques, uno de los cuales terminó por generar la jugada de la sentencia. La conducción por la izquierda fue muy buena de Lekic, que dejó cerca de la frontal para Scepovic, que se incorporaba por el centro. Este a su vez abrió más para Barrera, que controló con calma y salvó la salida de Nauzet con un buen disparo raso cruzado al primer poste. Era la setencia y ya no habría tiempo para nada más.
Con esta victoria el Sporting de Gijón rompe su racha y Sandoval, que empezaba a ser el centro de las críticas, toma un poco de aire a costa de un débil Sabadell, que demostró muchas carencias y sobre todo una acusada falta de talento individual. Los catalanes, que siguen vírgenes lejos de la Nova Creu Alta (dos puntos en siete compromisos) se acercan asimismo al descenso, aventajando en solo un punto al Alavés, 19º clasificado. Por su parte el Sporting recupera posición de playoff, y es quinto clasificado con 20 puntos, los mismos que el octavo y tres menos que el Deportivo, que en la segunda plaza marca la distancia con el ascenso directo.