Buena victoria la obtenida esta tarde por el Sporting de Gijón en su visita al Rico Pérez, donde se ha impuesto por 0-1 al Hércules. Los pupilos de Sandoval, nuevo cambio de sistema mediante, demostraron que se terminaron los miedos a domicilio logrando su segunda victoria consecutiva lejos de El Molinón, gracias a un tempranero tanto de Santi Jara, a la postre el único que terminaría por subir al marcador.
El Hércules salió con el once esperado, sin que Quique Hernández diese ninguna sorpresa, más allá de mantener al canterano Álex Muñoz en la zaga. Sí las hubo en la alineación visitante, donde la más destacada fue el nuevo cambio de sistema. Insatisfecho con el 3-5-2 que fue tan prolifico en Lugo como inútil el pasado fin de semana en casa ante el Alcorcón, Sandoval regresó a su habitual 4-3-3, siendo el perjudicado Scepovic, quien tuvo que desplazarse a la banda izquierda. En la derecha, hoy fue titular Santi Jara, quien el año pasado tuvo una gran irrupción en la primera plantilla pero que en la actual campaña está siendo muy irregular.
Jara, letal a los dos minutos
Fue precisamente Santi Jara quien, cuando muchos espectadores aún no se habían siquiera acomodado en su localidad, abrió el marcador. Apenas habían transcurrido un par de minutos cuando el de Almansa se encontró un balón suelto en el área y no lo dudó: disparo seco del extremo ante el que el guardameta local Aulestia, exjugador del Oviedo, no pudo hacer nada. Imposible tener un mejor comienzo para los visitantes.
Cuéllar frenó, pasado el ecuador del primer tiempo, la reacción local capitanteada por SugiEl tanto espoleó a los locales, quienes lejos de amedrentarse empezaron a hacerse con el control del esférico. Sin embargo, el Sporting no se incomodaba por la situación. Pese a que el técnico sportinguista ha optado en las últimas jornadas por un centro del campo más ofensivo y de dominio, asentándose en la titularidad Sergio en detrimento de López Garai -nuevamente desconvocado por segundo encuentro consecutivo-.
Los rojiblancos no conseguían mantener la posesión, pero a cambio eran muy peligrosos a la contra y, pese a la sensación de dominio local, tenían las mejores ocasiones. De este modo pudo llegar el segundo tanto. Lo rozó especialmente Barrera, con un disparo a la escuadra en el minuto 18, mientras los alicantinos no encontraban la manera de atacar la portería de Cuéllar. Tuvo que llegarse al ecuador del primer período para que empezaran a darse los acercamientos locales. Portillo en el 25 rematando un centro de Ortiz o Sugi, con varios disparos y centros peligrosos, fueron los más activos de los suyos, pero un impecable Cuéllar cerró a cal y canto su portería para que se llegara al descanso con el 0-1.
El Hércules, más valiente
En la segunda mitad los de Quique Hernández adelantaron más las líneas, ante un Sporting que tampoco pecó de cobarde, y empezó la presión muy arriba, siempre en campo contrario. Pese a ese descaro, el Hércules no encontraba la manera de hacer daño a los rojiblancos, que estaban muy bien cerrados atrás. De hecho, lejos de sufrir pudieron dejar sentenciado el encuentro al cuarto de hora de la reanudación, pero el cabezazo de Iván Hernández se fue alto por poco. Y cinco minutos después Scepovic intentó el gol de la jornada buscando sorprender desde lejos a Aulestia, sin éxito.
Assulin pudo poner las tablas en el marcadorEl cansancio pasaba factura por momentos a los gijoneses, y Sandoval leyó la situación. Empezó a dar relevos a los hombres de alante buscando gente veloz y entera físicamente, como Carmona que dio el relevo a Lekic, volviendo Scepovic al centro del ataque. Su homólogo en el banquillo local por contra necesitaba soluciones, y a Hervás, que salió en el descanso, se unía el exjugador del Barcelona B Gai Assulin. El jugador israelí dispuso de una gran ocasión para empatar el partido, pero en el 78 estrellaba un zurdazo en el palo en la más clara de que gozarían los locales.
En el cuarto de hora final se acrecentó el agobio del Hércules, pero sin llegar a concretarse en ocasiones claras. En las filas visitantes, Carmona y Mendy trataban de poner peligro en el contraataque, mientras la defensa se las apañaba sin demasiados apuros para mantener el marcador, que no se movería. Acabó así el partido con la desesperación de la parroquia local, que vivió cuatro minutos de descuento que rozaron lo absurdo, sin que sus jugadores fuesen capaces de mandar un solo balón peligroso al área de la portería defendida por Cuéllar, espectador de lujo cuando teóricamente más debería haber sufrido.
Así, final con victoria rojiblanca por la mínima, tirando de oficio ante un Hércules con mucho corazón, poca cabeza y menos fútbol e ideas, especialmente en campo rival. El Sporting por su parte, que vio cómo Mendy desperdiciaba con el tiempo cumplido una ocasión perfecta para hacer el segundo, lograba aún así la victoria, que le coloca tercero, a falta de conseguir la regularidad que le permita luchar de tú a tú con Recreativo y Deportivo de la Coruña.