La recesión económica afecta al empleo. Escasos puestos para tantos candidatos cualificados. No obstante, los interesados presentan su currículum con la ilusión de que la diosa Fortuna llame a sus puertas con una futura nómina bajo el brazo. En la Liga Adelante ocurre algo similar. Las posibilidades de conseguir un puesto de ascenso directo e, incluso, de acceso a playoffs oscilan para unos y otros cada jornada. En una Segunda División inestable, sin un claro dominador tras pasar el ecuador de la temporada, una victoria ante un rival directo supone un importante aval en el historial laboral. Es por ello que el triunfo del Sporting en Mallorca por tres goles a uno, pese a no ser decisivo, ostenta una trascendencia destacada. La solidez visitante se convierte en un valor fundamental de cara a la lucha por el ascenso.
El duelo en la parte alta de la tabla destacaba por la igualdad entre los equipos
El Sporting llegaba a Mallorca tras una semana de acuerdos positivos. Las renovaciones de Alberto Lora y Nacho Cases por cuatro años, así como el pacto verbal para mantener a Stefan Scepovic en El Molinón a final de temporada, provocaban que los rojiblancos saltaran con optimismo a césped del Iberostar Estadi. Sandoval optaba por dar entrada al medio gijónes y a Carmona en lugar de Serrano y Lekic, dejando al goleador de la categoría de plata solo en punta. Enfrente se encontraba un Mallorca que presentaba candidatura al ascenso tras cinco partidos sin conocer la derrota y con las ilusiones renovadas por la incorporación de Cadamuro, Iriney y Generelo en el mercado invernal. Igualdad total sobre el papel entre el tercero y el séptimo de la Liga Adelante, separados únicamente por tres puntos.
La semejanza en las ambiciones clasificatorias de los candidatos se trasladó al terreno de juego. Los escasos espectadores locales pudieron observar una primera media hora a puro fútbol pero parca en ocasiones. El Sporting optaba por el control del balón con un centro del campo de toque formado por Cases, Barrera y Sergio Álvarez. Los visitantes buscaban en exceso la banda derecha para que Jara, que en ocasiones superponía su posición con un Carmona perdido en los primeros compases, enviara balones colgados a Scepovic. Y así llegaría la primera ocasión. Miño salvaba al Mallorca con una buena parada a un cabezazo de Bernardo. Fue lo más destacado del equipo rojiblanco en el primer tercio del encuentro.
El Sporting controlaba el balón; el Mallorca buscaba los contraataques
En la mitad contraria, José Luis Oltra conocía cómo plantar cara al Sporting. Presión en la zona de tres cuartos y contras peligrosas comandadas por Marco Asensio y Álex Moreno para evaluar la escasa velocidad de Bernanrdo y Mandi, incordiados en demasía por la movilidad de Gerard Moreno. Los de Sandoval intentaban salir jugando desde atrás, pero el acoso de los mediapuntas locales provocaba pérdidas que acarreaban ocasiones de peligro. La más destacada la tuvo Alfaro al cuarto de hora, pero Cuéllar aguantó bien el mano a mano y envió el balón a corner. El Mallorca se abonó a este estilo en la primera mitad y lo combinó con períodos cortos de dominio y asedio, pero excentos de ocasiones.
La intensidad de los primeros compases produjo un gran desgaste en los centrocampistas, llevando la calma en el cuarto de hora final. El tanteo se hizo dueño del partido y los choques en la medular se convirtieron en habituales. El Sporting, no obstante, no renunció nunca al balón y pretendía llegar al área con toques cortos que acababan en banda derecha, buscando un premio que ninguno merecía pero que acabaría por caer del lado asturiano al filo del descanso. Un centro de Carmona desde la derecha era repelido levemente por la defensa y le quedaba franco a Nacho Cases para abrir el marcador. Demasiada recompensa para un equipo que sólo fue ligeramente superior a su rival en el primer tiempo.
La efectividad rojiblanca cierra el partido
El complemento invirtió las posturas y demostró la versatilidad de ambos conjuntos. El Mallorca saltó al campo decidido a revertir la situación y el Sporting se refugiaba en su área para buscar el contragolpe por la banda izquierda. Los locales no creaban suficiente peligro y perdían balones constantemente. En este contexto, la labor de Barrera y de Scepovic resultó fundamental. El '8' fue un todoterreno, recuperando balones en todos los sectores de la zona media. El serbio, sin ocasiones de cara a puerta, explotó su juego de espaldas a portería para bajar balones y enviarlos a las bandas. La repetición del acto dio sus frutos de forma rápida. Los rojiblancos encarrilaron el encuentro en un contraataque comandado por Canella, que dejó atrás en velocidad a Nunes y definió de zurda al palo corto de Miño.
El gol de Canella encarriló el partido para el Sporting
La diferencia de dos en el marcador provocó un terremoto en el banquillo de Oltra, que dio entrada a Geijo, Generelo y Hemed con el objetivo de remontar la situación. No tuvo efecto. El Mallorca era pura voluntad y coraje, pero le faltaba el último pase para recortar la diferencia. Como añadido, un Figueroa Vázquez demasiado permisivo tenía dificultades para sancionar con tarjetas la reiteración de faltas visitantes y la grada del Iberostar Estadi le reclamaba dos penaltis a favor. Con todo, el empuje local tendría efecto en una falta lateral botada por Generelo que, tras rebotar en la maraña defenesiva se colaba en la portería de Cuéllar.
La historia sonaba demasiado conocida para los visitantes, pero esta vez la suerte y la efectividad estaría de su parte. Un mano a mano fallido por Lekic derivaba en una segunda jugada que Carmona culminaba con una vaselina sobre Miño para cerrar el partido y una gran actuación personal en la segunda mitad. Victoria abultada de un Sporting que se coloca en segunda posición - a dos puntos del Deportivo-, amplía a ocho partidos su imbatibilidad fuera de casa y añade un plus a su currículum con respecto al Mallorca: los rojiblancos le ganan el goal average. La Ponferradina examinará el buen momento de los de Sandoval el próximo fin de semana en El Molinón. Continúa la carrera por un puesto en de trabajo en Primera División.
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