Flojo partido de ambos equipos en lo que a las labores ofensivas respecta. Poco o nada de centro del campo el que se vio en Palamós ante la negativa de ambos equipos a proponer un fútbol de toque y calidad. Durante todo el año, la Llagostera, una de las revelaciones de la temporada, acostumbra a sus aficionados a un estilo de juego muy directo, continuando con el patrón marcado en años anteriores y que les hizo ascender la pasada campaña a Primera.

Lo que no se esperaba era que el Sporting de Gijón se contagiara de este fútbol sin centro del campo y abandonara su propio estilo, muy definido durante todo el año: intensidad, velocidad por banda y buenas combinaciones en campo rival. Ante la Llagostera, los de Abelardo mantuvieron su intensidad, sobre todo defensivamente, pero el desborde por banda y el juego combinativo desapareció por completo.

Inicio soporífero

El encuentro comenzó con un ritmo más que bajo. El Sporting dominaba sin apenas profundidad, y la Llagostera esperaba su oportunidad de poner el balón al área contraria. Ambas defensas dominaban a los ataques, ya que el muro de la Llagostera se mostraba inespugnable, y Bernardo y Meré se encontraban infranqueables por arriba.

Hasta el minuto 30 no llegaría la primera ocasión, cómo no, a balón parado. Una falta botada por el Llagostera desde muy lejos se la encontraba Imaz en el segundo palo, pero su disparo se iría arriba. Se crecían los locales en los últimos minutos, y fruto de que adelantaran líneas, llegaron dos ocasiones claras para el Sporting, ambas para Pablo Pérez.

Las dos grandes ocasiones de la primera parte serían de Pablo Pérez, ambas desperdiciadas.

En la primera el mediapunta gijonés desperdiciaba un mano a mano con René tras un gran pase de Guerrero. Más clara sería aún la segunda, cuando Jony ganaba línea de fondo y ponía un excelente centro raso atrás. En la frontal del área chica esperaba Pablo Pérez, que remataba de primeras muy cerca del palo, pero algo flojo. René se estiraba y realizaba una gran intervención.

El Sporting, dueño físicamente

Tras la reanudación el guión seguía siendo el mismo. Nada de fútbol, mucha disputa aérea, y un Sporting que tenía la redonda pero sin inquietar apenas a René. Con el paso de los minutos la Llagostera comenzó a acusar el esfuerzo de la primera parte, y el Sporting, que acostumbra a terminar los partidos en mejor estado físico que su rival, empezó a sentirse más cómodo sobre el campo, convirtiéndose en el dueño del choque.

Abelardo cambió al 4-4-2, pero el Llagostera continuaba resistiendo.

Aunque este dominio no se transformó en ocasiones. Los catalanes replegaban líneas y los asturianos chocaban una y otra vez contra las dos líneas de cuatro de los locales. Abelardo cambió el esquema, quitando del partido a un desafortunado Pablo Pérez y metiendo a otro punta, Castro. Nada cambió, y pese a las intentonas rojiblancas, el gol no llegaba.

Mejor con 10 que con 11

En el minuto 86 Masó entraba con fuerza a la altura de la rodilla a Hugo Fraile y el colegiado le mostraba la roja directa. Justa para algunos, exagerada para otros, pero el caso es que parecía que la Llagostera sufriría aún más con 10. Error. Los cinco últimos minutos de partido fueron para los locales, que aunque no dispusieron de ocasiones, hicieron peligrar en más de una ocasión el punto sportinguista.

Con el empate el Sporting ve como Girona se escapa a dos puntos y Las Palmas y Valladolid apretan por detrás.

Con el resultado inicial se llegó al final del partido. Reparto de punto que de poco le sirve a ambos equipos. La Llagostera ve como sus posibilidades de playoff se alejan un poco más, y el Sporting pierde su puesto de ascenso directo en favor del Girona, y desperdicia la oportunidad de alejar de su estela a dos de los "gallitos" de la categoría, Las Palmas y Valladolid.