A las 12 del mediodía y con un sol de bandera, Mallorca y Valencia saltaban al Iberostar Estadi para jugar el que iba a ser su quinto partido de la Liga BBVA. Las sensaciones de Caparrós y Pellegrino, que se saludaban antes del inicio del encuentro, eran muy diferentes, pese a que el Mallorca solo aventajaba al Valencia en tres puntos. En tan solo 360 minutos el equipo balear ya se había ganado la candidatura a ser el equipo revelación de la temporada, mientras que el Valencia de Pellegrino despertaba, si cabe, aún más dudas que el Valencia de Emery.

Quizás por estas dudas en los primeros partidos, el exjugador valencianista introdujo dos cambios en el once inicial. Valdez entró en la mediapunta por Jonas, mientras que Jonathan Viera repetía titularidad en Liga, de nuevo sentando al mexicano Guardado. En cuanto al Mallorca, más de lo mismo. Once inamovible de Caparrós, excepto la baja obligada de Nunes, que iba a ser cubierta por Geromel.

Error de Alves y partido de cara

La primera tímida ocasión del encuentro sería precisamente para Jonathan Viera, a quien se le veía con ganas para ganarse definitivamente el puesto. Pero el acercamiento iba a ser un espejismo, ya que ni Mallorca ni Valencia iban a dominar en los primeros compases del encuentro. Lo más destacado era la eficiente presión que estaban llevando a cabo los delanteros del Mallorca cuando los centrales valencianistas mimaban el esférico.

Y es que tras una recuperación llegaría el tanto del Mallorca, no sin la colaboración de Víctor Ruiz y Diego Alves. El central mide mal un balón aéreo, Hemed lo aprovecha y la deja con mucho criterio atrás para que Víctor Casadesús enganche un disparo, a priori franco para el meta brasileño. Sin embargo, el cancerbero no acierta a blocar y el esférico se introduce lentamente en la portería. Sin hacer mucho el Mallorca tenia el partido donde quería.

Guion escrito por Caparrós

A partir de este momento la misión del Mallorca estaba muy clara: esperar atrás con orden táctico y salir con velocidad a la contra, algo a lo que los pupilos de Caparrós están muy acostumbrados. Las combinaciones del Valencia difícilmente llegaban a buen puerto, ya que para derribar la muralla bermellona el juego debía ser fluido, a dos toques máximo.

El encuentro estaba donde el Mallorca quería pero un contratiempo, en forma de lesión de Javi Márquez, ponía a prueba la seriedad del hasta ahora equipo revelación. Por desgracia para el Valencia, la entrada de Joao Victor en el mediocentro no supuso un cambio en la inercia del encuentro, y el equipo balear seguía explotando sus virtudes: orden táctico sin balón y verticalidad al recuperarlo.

Testarazo de Valdez al palo

Los zarpazos ofensivos del Valencia se limitaban a las subidas de Cissokho por la banda izquierda. La ausencia de ideas provocó que Tino Costa sacara  a pasear su cañón en varias ocasiones, pero no atinó en sus disparos. Donde sí que estuvo preciso fue en un centro que a punto estuvo de significar el empate. El primer córner del partido acabó con un envío del argentino que Valdez envió al travesaño. La portería y los aficionados bermellones temblaron durante unos segundos.

La inercia de la peligrosidad de ese testarazo hacía pensar que los últimos minutos de la primera parte iban a ser un asedio che, pero nada más lejos de la realidad. La lentitud se volvió a apoderar del juego valencianista y Álvarez Izquierdo señaló el camino a vestuarios.

La segunda mitad empezó igual que terminó la primera. Posesión banal del Valencia y buenas opciones en el contraataque para el Mallorca. En una salida rápida un remate de Nsue estuvo muy cerca de convertirse en el segundo gol balear. El equipo de Caparrós avisó, y quien avisa no es traidor. En el minuto 53 el técnico utrerano realizó un doble cambio, por lo que agotaba las sustituciones. Cuando los agoreros ya cuestionaban esta maniobra, Arizmendi, uno de los dos jugadores que acababa de ingresar en el terreno de juego, calló todas esas bocas en el primer balón que tocó.  Aouate sacó de meta, Víctor Casadesús prolongó el esférico y Arizmendi, un exvalencianista, definió sin titubear.

Asedio valencianista

Tras unos minutos en los que el Valencia asimiló el duro golpe que supuso el 2-0, el conjunto de Pellegrino empezó a atacar con más corazón que cabeza. El Mallorca dio un paso demasiado grande hacia atrás y eso se transformó en ocasiones y más dominio para el Valencia. Soldado, Tino Costa y Guardado dispusieron de oportunidades claras para recortar distancias, pero ninguno de ellos acertó y los últimos minutos fueron más plácidos de los esperado para un Mallorca que suma su tercera victoria de la temporada, que le aúpa hasta la segunda posición la espera de la actuación del Málaga.

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