La temporada para el Mallorca acabó con una victoria insuficiente para mantener la categoría. Los bermellones hicieron los deberes, pero el Celta ganó al Espanyol y los de Manzano descendieron tras dieciséis años en Primera. El técnico andaluz, Gregorio Manzano, compareció en rueda de prensa abatido, calificando el descenso de "durísimo". 

Manzano ha explicado el sentimiento en el vestuario: "En el vestuario hay mucho silencio en estos momentos, se habla poco. Es lógico, la sensación de malestar y de disgusto la tienen los jugadores, el cuerpo técnico, la directiva y los aficionados, pero hay que sacar conclusiones de lo que ha ocurrido, analizarlas desde la serenidad para que no se vuelva a repetir y este equipo retorne a Primera lo más rápido posible".

El técnico apareció en rueda de prensa con todos sus compañeros, agradeciéndoles el esfuerzo hasta el final. "La fortuna que otros años nos había sonreído, esta noche no lo hizo. La carambola de un gol que necesitábamos (en el campo del Celta) no llegó, es una pena, pero, insisto, hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano para seguir en Primera".

Aunque Manzano ha tenido que lidiar con un equipo que dejó Caparrós hundido, el técnico andaluz volvería a hacerlo: "No he cambiado de opinión ni lo haré. Ahora en caliente se pueden decir muchas cosas, pero yo y mi cuerpo técnico, aquí presente, vinimos con toda la ilusión del mundo, no ha podido ser y el primero que lo lamenta soy yo".

Finalmente, Manzano confirmó que el lunes se reunirá con Lorenzo Serra Ferrer para decidir el futuro: "Por una suma de factores, no por un aspecto concreto. Los análisis hay que hacerlos desde los triunfos, no desde las derrotas. Este equipo vivió momentos muy buenos en los últimos 16 años, otros no tantos, pero esa experiencia debe hacernos sacar conclusiones positivas para que un año este equipo retorne a Primera".