Hay quienes dicen que hay que ser optimistas, ambiciosos y que aún el equipo bermellón debe aspirar a posiciones de play-off de ascenso a Primera División. También hay quienes dicen que es preferible mirar a la zona baja de la clasificación y ser cautos en todo momento. Sin embargo, lo realmente importante en estos momentos es el partido tremendamente transcendental que disputará el RCD Mallorca frente a CA Osasuna, dos equipos de Primera, que ahora tienen que afrontar la dura realidad de la división de plata del fútbol español.

Los precedentes en Son Moix entre el equipo isleño y el pamplonés favorecen notablemente al Mallorca. Sin ir más lejos, la temporada pasada los bermellones consiguieron un amplia victoria jugando como local con un 3-0 a su favor. Ya en Primera División, hay que remontarse al año 2006 para encontrar un partido donde el equipo rojillo gane al Mallorca en la isla, año que lo hizo imponiéndose por la mínima. Desde entonces, se han producido seis victorias y tres empates a favor del Mallorca jugando en casa. Por tanto, basándose exclusivamente en las últimos partidos del Mallorca en casa frente a los pamploneses, el equipo de Fernando Vázquez debería ganar el partido, un hecho que se espera con ganas en la isla ya que significaría un gran impulso para alejarse de la zona roja, y poder así disputar los siguientes partidos con mayor tranquilidad y, quien sabe, poder aspirar a mayores objetivos, como por ejemplo, luchar por entrar en las tan ansiadas posiciones de promoción a la Liga BBVA.

El partido de este domingo marcará prácticamente un antes y un después en la temporada del Mallorca, ya que dependiendo del resultado, esto significará acercarse al infierno peligrosamente, o respirar airosamente en las siguientes ocho finales que la plantilla mallorquinista deberá afrontar y superar si quiere continuar en la división de plata del fútbol español.