Victoria y poco más pensando en la Champions

Partido incómodo para el Madrid, que se encontró con un Elche batallador que no se replegó atrás y buscó en todo momento la portería contraria. El primer gol de Illarramendi en Liga encarriló un encuentro que resolverían los blancos en la segunda parte. Los goles de altísima factura tanto de Bale primero, como de Isco después, allanaron definitivamente la victoria merengue a costa de un buen cuadro valenciano.

Victoria y poco más pensando en la Champions
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Por Manuel Vergara

A la hora de la siesta, se daban cita Real Madrid y un cuadro de Fran Escribá que venía sin complejos a la capital. El Elche, siguiendo los designios de su técnico en la charla con la prensa anterior al choque, venía al Santiago Bernabéu a dar la campanada, alentados por una enorme masa social, que aprovechando el horario del envite, se habían desplazado desde la Comunidad Valenciana para apoyar a los suyos. Los cerca de 3000 seguidores blanquiverdes presentes en el feudo blanco coreaban con emoción los nombres de sus jugadores cuando la megafonía les presentaba.

Los de Carlo Ancelotti contaban de salida, por tercera y última vez, con la ausencia de un Cristiano Ronaldo que había visto como el último recurso que el club de Concha Espina había llevado hasta el final, no había salido adelante, por lo que tendría que esperar hasta el próximo miércoles para volver a vestirse de corto. Con todo y con esto, rodaba el balón, tras presentar el Real Madrid de Baloncesto la Copa del Rey ante un Santiago Bernabéu entregado, y guardar un respetuoso minuto de silencio por el fallecimiento del abuelo de Sergio Ramos.

Para empezar, apenas dos minutos después del pitido inicial, primer susto para la portería de Manu Herrera. Una gran combinación entre Di María y Karim Benzema dejó al galo con una posición inmejorable para, desde la frontal del área, ensayar el disparo. El guardameta ilicitano se estiró cuanto pudo y consiguió desviar el esférico a saque de esquina. Presionaba, valiente el Elche, más allá de la zona de tres cuartos, esperando que una pérdida blanca les diera una posibilidad de salir a la contra.

Mucho toque, poca profundidad

Y así fue poco después del minuto siete, cuando Coro y Carles Gil se combinaron para que el primero, aunque en una situación complicada, pusiera a prueba a un Diego López que detuvo sin problemas el cuero. Movía el cuero de un lado a otro el Madrid, con Benzema dejando nuevos destellos de calidad, sin prisa por encontrar el hueco que les permitiera abrir la lata. Aunque sin querer, a punto estuvo de encontrarlo Di María, que desde la derecha, en un lanzamiento de esquina, se encontró con la escuadra de Manu Herrera, en lo que a punto estuvo de significar uno de los goles de la temporada.

Pasaban los minutos, y el Elche cada vez se sentía más cómodo sobre el Bernabéu. Las largas combinaciones de inicio del Madrid daban paso a largos periodos de tiempo corriendo detrás del esférico. Con demasiado espacio entre las líneas, y sin nadie que pusiera el cuero en movimiento a velocidad adecuada, se resentía el conjunto blanco. En el ecuador de la primera mitad, cogió el balón Di María, se fue de sus marcadores ejecutando un gran eslálon, y disparó elevado sobre la portería de Manu Herrera, arrancando los aplausos de una grada en la que habían empezado a aparecer algunos pitos.

Carvajal pelea con Manu del Moral (Foto | Real Madrid).

Después de unos minutos de circulación muy horizonal, llegó una nueva jugada vertical. Di María, el más activo de los blancos hasta el momento, entró por izquierda, puso un balón magnífico a Jesé en el vértice del área que el canario, por querer finalizar de primeras, envió muy desviado, cuando tenía más tiempo para preparar el golpeo. La baja velocidad de movimiento servía al Elche para mantener la compostura, mientras que cuando el ritmo se aceleraba, encontraban los merengues lugares por los que hacer daño.

Illarramendi aprovecha un rebote

Y precisamente un cambio de ritmo dio lugar al primer gol. Un pase filtrado hacia Benzema dentro del área grande, que cortó muy bien la defensa del Elche, desembocó en un saque de esquina. Desde la izquierda, Di María puso el balón templado al corazón del área. Ahí despejó la defensa, nuevamente, pero el balón le fue a parar a Illarramendi. El de Mutriku controló con el pecho, y después de un bote, golpeó el balón con potencia. Manu Herrera, muy tapado, no pudo hacer nada para evitar que el Madrid rompiera la igualdad, e Illarramendi sumase su segundo gol de la temporada.

El Madrid reaccionó al gol, y subió un punto más la velocidad. Una nueva combinación por el medio, instantes después, dejó nuevamente a Benzema con la posibilidad de ensayar un disparo desde la frontal del área. Nuevamente, seguro abajo, Manu Herrera denegó la opción del ariete galo. Un par de buenas oportunidades en las que el balón rondó el área ilicitana dieron lugar al tiempo de descanso. A pesar del gol, los hombres de Ancelotti no habían cuajado la mejor primera mitad de la temporada, mientras que los pupilos de Escribá, tal y cómo el técnico blanquiverde anunció, intentaban plantar cara a su rival jugándole de tú a tú.

El Elche intenta despertar

Pasaban las horas y bajaba la temperatura. Por suerte para el aficionado blanco, Prieto Iglesias daba comienzo al segundo acto mientras el cielo amenazaba a tormenta. En la primera acción, una pérdida merengue muy cerca del área puso a prueba la fiabilidad de Pepe, que solventó el error sin mayores problemas. El propio futbolista portugués fue protagonista minutos más tarde. Una entrada dura, con la plancha por delante sobre Javi Márquez le costó la amonestación, aunque los jugadores del club ilicitano solicitaban un castigo superior.

Con el revuelo montado a tenor de la entrada del luso, el Elche creció, espoleado por una afición que se hacía notar en la última parte del tercer anfiteatro del fondo norte. Xabi Alonso, desde el medio, pedía calma a sus compañeros, mientras el Madrid volvía a tranquilizar el choque a través de posesiones largas. Una buena contra, que volvía a tener a Pepe como protagonista, finalizó con un lanzamiento de Gareth Bale muy desviado. El galés no estaba teniendo su día, y el público empezaba a hacerle saber su descontento con unos tibios pitos.

El partido se enfanga, Bale lo desatasca

Si le tocaba al inicio de la segunda parte alzar la voz contra el trencilla a la afición ilicitana, cercano el minuto 20, lo fue de la blanca. Una mala decisión en el pase de Manu Herrera obligó a Botía a trabar a Jesé, que se dirigía sin oposición hacia la portería. A pesar de ello, y de las protestas blancas, el trencilla entendió que el balón ni la trayectoría apuntaban hacia la portería, y decidió, acertadamente, dejar en amarilla la acción.

A partir de ése momento, muchas faltas, poco fútbol y menos momentos para levantarse del asiento. Así que Bale, para darle carpetazo al mal partido que estaba cuajando hasta el momento, decidió que la espera había terminado. Recogió un balón a 20 metros de la frontal, se colocó, talonó y armó un disparo poderoso con la izquierda. El balón rompió en el larguero, botó en el suelo, y terminó alojándose en el interior de la portería de un Manu Herrera que no pudo hacer nada salvo posar para la foto del gol de la tarde.

Se animó el Madrid tras el gol. Carvajal puso un balón colgado al segundo palo que la cabeza de Lombán evitó que terminse dentro, empujado por Benzema. Instantes después, era un recién ingresado Isco el que ponía un balón, desde la línea de fondo con la izquierda al corazón del área pequeña, dónde el propio Carvajal, con todo a su favor, no consiguió conectar con el cuero, en lo que habría significado el tercer tanto merengue.

Con el tercer gol, momento de guardar

Pero no se hizo de esperar. Una buena acción a la contra dejó a Isco sólo ante Manu. El malagueño, muy escorado hacia la izquierda, se valió de su pierna siniestra para sorprender al arquero ilicitano, y batirle por el palo corto, ganándose además la ovación del respetable. Con apenas 10 minutos por jugarse, Ancelotti decidía seguir moviendo el banquillo y darle descanso a hombres importantes, en éste caso, Xabi Alonso, que le dejaba su lugar en el campo a Casemiro. Con la amplia distancia en el marcador el Elche bajó los brazos definitivamente, y sin el Madrid demasiado ambicioso, los últimos instantes transcurrieron de forma más o menos anodina.

Un par de desmarques con sentido de Morata, que condujo un contragolpe con el galés sólo a su izquierda, pecando de egoísmo, una acción que Bale cruzó en exceso sobre Manu Herrera, previamente anulada por fuera de juego, y dos destellos de Isco en el centro del campo pusieron colofón a un partido que, hasta el zapatazo de Bale, parecía poder complicársele al conjunto merengue en cualquier momento. A pesar de todo, el equipo blanco consiguió sumar una victoria que les sirve para no descolgarse de la pelea por la punta de la clasificación.

1-0 GOL DE ILLARRAMENDI

2-0 GOL DE GARETH BALE

3-0 GOL DE ISCO

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