A escasos días para que arranque la mayor cita futbolística del planeta, el Santiago Bernabéu conglomeraba un sinfín de calidad en su césped que dejaban poco o nada que envidiar a la que a partir del día 12 de junio copará los estadios de Brasil en la disputa del Mundial 2014. 

El 'Corazón Classic Match' reunía en la tarde del domingo a los veteranos del Real Madrid y a los del Inter de Milan en un quinta edición tan exitosa como las otras cuatro anteriores. 'Juntos por la infancia' era el lema de la causa benéfica que reunió a tanta exestrella del fútbol, tanto en lo que al conjunto madrileño se refiere como al italiano.

En medio de un ambiente distendido y dispuesto a disfrutar, el himno de la Décima se convirtió en el motor que puso a punto a todos los jugadores, para que estos ofrecieran un espectáculo inigualable sobre el verde de Chamartín. 

Obligado a llevar las riendas del partido al ostentar la condición de local, el Real Madrid no defraudó y dominó el juego a partir del primer minuto. Jugadores de la talla de Figo, Guti o Zidane hicieron las delicias de la grada con detalles técnicos que dejaron claro que todos ellos podrían dedicarse aún a esto del deporte rey si así lo estimasen oportuno. 

Más allá de grandes jugadas, el encargado de abrir el marcador sería Zinedine Zidane con un disparo cruzado, suficiente para batir a Toldo. No bajaron la guardia los blancos, que buscaron con ímpetu el aumento de distancias pero que sólo pudieron encontrarse con la respueta italiana, mediante el tanto del empate, obra de Zanetti, antes del descanso (minuto 25). 

La habitual avalancha de cambios que tienen lugar en este tipo de partido se desarrolló sin modificar, eso sí, el espectáculo vivido sobre el terreno de juego. Allí, de nuevo el empuje 'merengue' volvió a resultar providencial para que, en esta ocasión, Iván Pérez aprovechase un gran pase de Butragueño y batiera de nuevo al meta rival. 

En un partido que en poco difería con uno actual u oficial, los interistas buscaron repetir la hazaña del empate que habían logrado en la primera parte y acabaron consiguiéndolo, esta vez por mediación de Choutos, que devolvió las tablas al luminoso del Bernabéu en lo que ya sería el definitivo 2-2. 

Fiesta grande en Chamartín, espectáculo sobre el césped y alegría en la grada. No se le podía pedir más a la quinta edición de un partido benéfico, que sigue cumpliendo expectativas e incluso superándolas. Durante unos minutos, el Santiago Bernabéu devolvió a su afición lo que en muchas ocasiones fue uno de esos grandes duelos europeos que acostumbra a vivir, históricamente el coliseo blanco. Ninguno de los dos equipos decepcionó.