La llegada del colombiano James Rodríguez depara un nuevo paisaje en el Real Madrid. El Madrid con este fichaje completa una plantilla extremadamente competitiva, con gran población en algunos puestos, a excepción del de ariete, donde Benzema queda como único futbolista disponible tras la salida de Morata a Turín.

Pocas noticias habían llegado desde Mónaco con James como protagonista. Había que rebuscar un poco para encontrar el papel que había desempeñado el colombiano en el conjunto del Principado, que después de ascender a la Ligue 1 alcanzó el segundo puesto quedando a nueve puntos del campeón, el PSG. Después del final de la liga francesa y el inicio del Mundial de Brasil todo fue distinto para James. El gran Mundial que ha hecho Colombia le ha catapultado a las portadas y su gol a Uruguay, en octavos de final, ha sido designado como el mejor de los anotados en el torneo. Así pues, el máximo goleador del Mundial de Brasil recalará en el Bernabéu para heredar un dorsal y un puesto que quedó vacío tras la salida de Mesut Özil a última hora del pasado verano.

No es la única vez que un futbolista encuentra en el Mundial el gran escaparate para llamar la atención de los grandes clubes, especialmente del Real Madrid. Haciendo un breve ejercicio de memoria es fácil recordar lo que supuso el Mundial de 2002 para Ronaldo. Tras una temporada en la que disputó diez partidos con el Inter, que se añadía a su temporada en blanco en la 2000/2001, Ronaldo despertaba más dudas que certezas antes del inicio del Campeonato del Mundo de Corea y Japón. Después de él se comprobó que el delantero brasileño había vuelto a ser el mejor en su puesto, el más determinante. El 31 de agosto, agotando los últimos minutos del plazo y tras una extensa negociación que duró un mes, Florentino Pérez pagó cerca de 50 millones de euros al Inter de Milan. Tres meses después Ronaldo fue designado Balón de Oro.

El siguiente Mundial, el de Alemania en 2006 que ganó Italia, también supuso un perfecto caladero para que el Real Madrid, que entonces presidía un recientemente electo Ramón Calderón pusiera sus ojos en Fabio Cannavaro. El experimentado y veterano central italiano que en agosto estaba a un mes de cumplir los 33 años, fichó por el Real Madrid a cambio de cinco millones de euros. Era el año del escándalo del 'calciopoli' del Juventus de Turín que supuso el descenso administrativo de la entidad a la Serie B y las ventas del Juventus se organizaron en parejas. Emerson y Cannavaro recalaron en el Real Madrid, Zambrotta y Thuram en el Barça y Vieira e Ibrahimovic cambiarían Turín por Milán para fichar por el Inter. En diciembre de 2006 Fabio Cannavaro fue nombrado Balón de Oro, uno de los más polémicos de los últimos años.

En Sudáfrica hace cuatro años fue la selección española la que se llevó la gloria, pero las semifinales a las que llegó Alemania hizo que muchos ojos se pusieran en un pequeño pero talentoso media punta, Mesut Özil. El alemán de origen turco fue una de las sensaciones del campeonato y el Real Madrid, de un recién llegado José Mourinho, atraído por sus actuaciones, llegó a un acuerdo con el Werder Bremen por 15 millones de euros. Su rápida aclimatación al equipo y al fútbol español supusieron una bendición para un equipo que en su puesto despedía a Rafael Van der Vaart y que confiaba en la recuperación, que nunca llegaría, de Kaká.

Ahora, cuatro años después de aquello, es James quien ha aprovechado el escaparate del Mundial para que Florentino le elija como el fichaje estrella del verano. Quedará por ver cómo se dibuja el nuevo Real Madrid y como encajan todas las piezas que Ancelotti tiene a su disposición. Esa incógnita la despejarán las próximas semanas.

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Sobre el autor
Héctor Sierra
Licenciado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. Antes en TVE y en El Mundo. Siempre en Vavel y en RadioVavel. Intentando mejorar poquito a poco.