El tercer tiempo. El Atleti cerró espacios, y el Madrid se ahogó

Al conjunto merengue se le volvió a atragantar el Atlético. Los hombres de Simeone fueron superiores a los largo del partido y se hicieron con la Supercopa de España. El Atleti cerró espacios y el Madrid no supo cómo atacar sin ellos. Con Ronaldo fuera, solo James intentó echarse el equipo a la espalda, pero no encontró demasiadas ayudas. Un balón aéreo volvió a ser el causante de un gol en contra del Madrid. El conjunto del Manzanares jugó con mayor intensidad y trabajo en equipo, pocas veces había una zona del campo donde hubiera más jugadores del Madrid que del Atlético. Ancelotti erró en los cambios y el Cholo volvió a ganar la batalla táctica.

El tercer tiempo. El Atleti cerró espacios, y el Madrid se ahogó
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Por Rafael Peinado

Ancelotti mantuvo el 4-3-3 pese a que el sustituto de Ronaldo, James, fuera un mediapunta. El Madrid jugó sin enganche, sin un hombre que se moviera entre líneas y atacara la espalda de Tiago y Gabi, y lo pagó. Modric y Kroos apenas profundizaron ni filtraron pases en zona de tres cuartos de campo, Bale se ahogó sin espacios para correr, Benzema mostró su cara más apática y solo James lo intentó. El colombiano se salió de la banda izquierda, ocupó zonas interiores y de ahí salieron los mejores minutos de juego del Madrid. En la segunda parte, la entrada de Ronaldo partió el equipo, permitió al Atlético crear peligro y eliminó la gran influencia que estaba teniendo James en el partido.

Balón aéreo, problema a la vista

El Madrid ha encajado los dos goles de la final en jugadas con balón aéreo

El Madrid ya sufrió en la ida cuando el cuero volaba, y volvió a sufrir y padecer en la vuelta. Hace unos días, en el Bernabéu, Raul García empató el marcador en una jugada a balón parado cuando el partido encaraba la recta final. En el Calderón no fue a través de una jugada a balón parado, pero sí en un saque largo de Moyá. El esférico voló desde el área rojiblanca y en pocos segundos ya estaba en el fondo de la portería merengue. Varane y Ramos sufrieron mucho ante el continuo juego directo del Atleti. Xabi estaba lejos de ellos, al igual que los laterales, por lo que el conjunto dirigido por Simeone lo vio claro: balón largo y que Mandzukic y Raúl García lo lucharan, con Griezman y Koke esperando en zona de rechace o prologación. En muchas ocasiones, los dos atacantes rojiblancos se enfrentaron a solo dos defensas blancos, Varane y Ramos. La pareja de zagueros blancos no estuvo a buen nivel y fueron superados por los delanteros locales. Así llegó el primer gol, y también varias jugadas de peligro más a favor del Atlético.

Madrid con balón dominó y controló, pero apenas inquietó

Solo durante los minutos en los que James estuvo inspirado el Madrid creó peligro

El Madrid volvió a monopolizar la posesión de balón, y durante la primera parte hubo dos fases. Por un lado los primeros 15 minutos. En ellos el Atleti salió valiente, apretando arriba y consiguiendo un gol que le dio fuerzas y confianza para seguir presionando arriba. El Madrid no estaba cómodo con la posesión y perdía el balón muy lejos del área rojiblanca, o muy cerca de la suya. El trivote merengue tenía el balón, pero no conseguía avanzar con él. Situados casi en la misma línea, Kroos y Modric apenas hacían daño, mientras que James y Bale estaban demasiado fijos en las bandas. Un Madrid impreciso, plano, rígido y lento en la circulación fue superado por la intensidad rojiblanca. Tras esta sacudida el Madrid creció, avanzó y creó peligro. Modric se soltaba un poco más, Carvajal era el dueño del carril derecho (con Bale desaparecido), Benzema conseguía tocarla y, sobre todo, James centró su posición. El crecimiento del Madrid giró en torno a los movimientos y toques del colombiano y a las subidas de Carvajal por el costado derecho.

Esos buenos últimos minutos de la primera parte terminaron ahí, antes del descanso. Tras este, la entrada de Ronaldo partió al equipo, James se diluyó y el Madrid estuvo lejos de poder empatar el duelo.

Donde está el balón, hay superioridad rojiblanca

Tanto en banda como en el centro el Atlético tenía superioridad numérica

Simeone formó con el habitual 4-4-2. El sistema es lo de menos, porque lo que realmente da resultado al conjunto del Manzanares es la intensidad y el trabajo en equipo. El Madrid comenzó con James y Bale abiertos, con Coentrao y Carvajal ayudando en los costados e intentando elaborar en el medio. Estuviera donde estuviera el balón, el Atlético tenía al menos dos jugadores. Koke y Raúl García eran volantes, pero en defensa formaban un doble lateral junto con Siqueira y Juanfran respectivamente. Esto se producía cuando el Madrid atacaba por banda, y a ello se sumaba un movimiento más: basculación del mediocentro de ese lado para lograr que el Madrid nunca tuviera superioridad por banda, ni si quiera igualdad numérica. Cuando los blancos atacaban por el centro Koke y Raúl García cerraban, Gabi encimaba y Tiago guardaba las espaldas (o al revés, dependiendo si el ataque estaba escorado a izquierda o derecha).

James hizo jugar al Madrid saliéndose de la banda izquierda

Los mejores minutos del Madrid en el Calderón fueron cuando James abandonó la banda y participó entre líneas

Ronaldo no estaba al 100% y Ancelotti decidió reservarlo para la segunda parte y dar entrada de inicio a James. El Madrid jugó con su habitual 4-3-3 y el colombiano partió desde el extremo izquierdo. Pese a no ser su mejor posición, el cafetero ha jugado ahí muchas veces, pero con libertad de movimientos. Durante los primeros minutos, el jugador permaneció demasiado rígido, atado a la línea de cal y sin conectar con la línea de centrocampistas. Sin embargo, a partir del minuto 15, el ex del Mónaco decidió que la izquierda sería su lugar de partida, pero que se movería por todo el frente de ataque. James comenzó a moverse a la espalda de Gabi y Tiago, a ofrecer línea de pase a los interiores y laterales y a asociarse con Benzema y Bale. Los mejores minutos del Madrid coincidieron con James jugando de enganche, abandonando la banda izquierda y apareciendo entre líneas. Modric ayudó a que el colombiano comenzara a brillar, pues también se soltó un poco, avanzó unos metros y comenzó a conectar con él. Carvajal, que no paró de subir, fue otro gran socio del futbolista colombiano.

Xabi-Modric-Kroos vuelven a naufragar

Kroos volvió a estar muy lejos del nivel que exhibió días ante el Sevilla

Ancelotti volvió a apostar, como en el partido de ida, por un trivote formado por tres “jugones”. El técnico italiano quiso matar dos pájaros de un tiro, y a priori, la idea parecía buena. El Atlético es un equipo que no quiere el balón, que se encierra atrás y busca las contras, por lo que el rival debe de tener paciencia con el balón y moverlo con velocidad y precisión a la espera de encontrar un hueco. En esa tesitura, incluir a Xabi, Modric y Kroos en el trivote era una buena forma de intentar hacer bueno el plan anterior. Xabi y Kroos tienen salida en corto y en largo, tocan con rapidez y mucha precisión, al igual que Modric, que además añade una gran conducción de balón. Además, sin balón el Madrid debía para las contras del Atleti, y por ello la entrada de Xabi era aún más importante, pues es el único mediocentro posicional de nivel que tiene el cuadro blanco. Sin embargo, el Madrid fue plano y lento con ellos tres. Kroos estuvo lejos del nivel que exhibió hace unos días ante el Sevilla, Modric, pese a jugar un buen partido, no conectó con el otro interior, Kroos, ni con los hombres de arriba. Xabi no ayudó en defensa a Varane y Ramos, y en ataque se vio superado por la presión rojiblanca.