En el 2009 Xabi Alonso, proveniente del conjunto inglés Liverpool, llegaba al Real Madrid junto a otros fichajes como Kaká, Cristiano Ronaldo, Benzema y Arbeloa para jugar por las próximas cinco temporadas. El tolosarra conocido por la afición madridista desde sus comienzos en España, se sentía familiarizado con el mediocampista que se convertiría en una pieza intocable en la formación del conjunto merengue.
Con experiencia y una intachable carrera profesional, Xabi apuntaba a ayudar a su nuevo equipo de forma exquisita, era precisamente lo que necesitaba el Madrid en el mediocampo, un jugador que dictara los tiempos, manejara el juego, sirviera de conexión perfecta entre la defensa y el ataque, y por qué no, dejara sus pinceladas en las jugadas de tiro libre directo, una de sus cualidades.
Con el tiempo, el hijo del exfutbolista, Perico Alonso, matizó esas cualidades que ya poseía, con las que tomó en la adaptación en el conjunto blanco para afianzar la elegancia de su juego en la cancha, junto a esto, su aporte para con el equipo y siendo la clave de muchos éxitos madridistas.
El madridismo a los pies de Xabi
Alonso: "El madridismo te capta, te engancha, tengo orgullo de club"
Asimismo la confianza de la afición blanca hacia Xabi crecía, rindiéndose a sus pies, siendo tomando en cuenta como uno de los íconos del club, de la misma talla de otros jugadores emblemas. “No soy madridista de cuna, soy adoptado”, explicó Alonso en una entrevista para Canal + 1, refiriéndose a que a pesar de no ser madridista de toda la vida, sentía el madridismo: “el madridismo te capta, te engancha, tengo orgullo de club”. Además, agregó que “a medida que vas conociendo al Real Madrid, te das cuenta de la magnitud que tiene por la gente que mueve, la repercusión, la gran importancia que se le da a todo aunque se trate de cosas pequeñas”.
El donostiarra se convirtió en el jefe, el cerebro del Real Madrid en el campo; el juego del equipo pasaba por sus pies, creó la combinación perfecta bien fuera con Luka Modric, Sami Kehdira, Illarra, Di María o Isco. Aunque con esfuerzos desde la primera temporada en la que jugó con los colores del Madrid, en la última temporada fue una referencia para la conquista de la Décima, un sueño que tanto jugadores como afición añoraban con pasión, también para ganar otra Copa del Rey frente al Barcelona.
Fue difícil para el madridismo no ver al "14" en la final de la Champions
Hoy con 32 años de edad, después de cinco temporadas, una UEFA Champions League, una Supercopa de Europa, una Liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de España con en el Real Madrid, Xabi Alonso decide ponerle final su carrera como madridista. Entre las anécdotas, fue difícil que en aquella final de Lisboa, el dorsal 14 no estuviera en cancha por acumulación de tarjetas, se pudo vivir la ansiedad del jugador desde el palco. Saltaba una y otra vez en alguna ocasión de gol desperdiciada hasta que no aguantó más y decidió saltarse las gradas del Do Dragao. El madridismo vivía ese sentimiento con él, que aunque no fue partícipe en el partido, hay que reconocer que para llegar a esa instancia después de doce años, el poderío de Xabi fue necesario.