El Tablero Real: la pizarra de Ancelotti se enfrenta al campeón suizo

El hnefatafl o tablero del rey era un popular juego con el que los vikingos mataban el tiempo durante las largas travesías en busca de nuevas conquistas y territorios en los que estampar su legendaria impronta. Mística, estrategia y audacia equiparables a los recursos de los que otros vikingos, los de Carlo Ancelotti, deberán hacer buen uso en la búsqueda del triunfo. El rival, esta vez, será el campeón de la liga de Suiza, el FC Basel 1893. El Bernabéu se vestirá de gala para su primer partido europeo como vigentes campeones del continente, pero los suizos, entrenados por Paulo Sousa, no vienen a España para hacer turismo. Una pizarra italiana frente a otra portuguesa protagonizarán el duelo táctico en la primera jornada de Copa de Europa.

El Tablero Real: la pizarra de Ancelotti se enfrenta al campeón suizo
Montaje: Jaime del Campo / VAVEL
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Por Nacho González Rueda

En plena crisis del Real Madrid tras las últimas derrotas en Liga ante Real Sociedad (4-2) y Atlético de Madrid (1-2), los blancos cambian de competición para defender, más de una década después, la condición de campeones de Europa. La primera jornada de la Champions League ha cruzado en el camino de los madridistas al FC Basel 1893, el campeón de la liga de Suiza. Dirigidos por el portugués Paulo Sousa, serán el nuevo desafío para un Carlo Ancelotti que necesita reafirmarse en el banquillo tras perder la identidad y el equilibrio que hizo a su equipo levantar la Décima. Se avecina un nuevo rompecabezas táctico para el entrenador italiano.

El 4-3-3, innegociable

El esquema que ha utilizado Carlo Ancelotti desde su llegada a Madrid ha estado claro: un 4-3-3 con trivote en el centro del campo y orientación muy ofensiva de los dos extremos. Su máxima preocupación es el equilibrio sobre el césped, y esa formación es la que mejor cumple los deseos del italiano.

Tras las marchas de hombres clave como Ángel Di María y Xabi Alonso, Ancelotti ha tenido que replantear su esquema para suplir a dos protagonistas de su pizarra. Con esta premisa, James Rodríguez y Toni Kroos han pasado a ocupar respectivamente los huecos de los jugadores anteriormente mencionados. Distintos, pero válidos para cuadrar en el dibujo de Carletto.

Tras el inicio de temporada, esta parece ser la alineación titular de Ancelotti, que fue la que salió de inició ante el Atlético de Madrid. A excepción de Arbeloa, que jugó sustituyendo al lesionado Carvajal, pero que hoy por hoy es suplente del ex del Bayer Leverkusen.

El juego en estático sigue siendo un quebradero de cabeza

Ante el Basilea, es previsible que el Real Madrid se encuentre ante un equipo que espere pacientemente a su teóricamente superior rival. Muchos conjuntos juegan en el Bernabéu con la clara idea de aguantar en su campo las embestidas de los blancos y aprovechar las ocasiones que surjan durante el encuentro. En el caso de los suizos, las dificultades de los madridistas ante este planteamiento será una razón más a favor de esa idea.

El Atlético de Madrid ha sido el equipo que más ha sacado a relucir las carencias del Real Madrid en el juego en estático. Cuando la defensa rival se cierra en bloque, los blancos acusan la falta de movilidad y de desmarques, atascándose y perdiendo la paciencia. Hasta tres líneas de contención planteó Simeone en el último derbi para anular a su rival, y fue ahí donde la falta de ideas salió a la luz.

En la imagen, se puede apreciar cómo la maraña defensiva atlética deja sin opciones a Toni Kroos, que opta por un disparo lejano a la desesperada.

Aún más organizado se encuentra el Atlético de Madrid en el segundo ejemplo. Pepe controla el balón y ni siquiera tiene como opción viable entregar el esférico a Kroos o Modrić. El orden táctico de su rival es perfecto, y de nuevo un balón aéreo es la única solución que dan los madridistas al problema.

Simeone y sus pupilos son, por tanto, la demostración de lo efectivo que resulta enfrentarse al Madrid proponiendo una defensa compacta, organizada sacrificada y solidaria. Un equipo como el Basilea tiene aquí una gran pista para incomodar a su próximo rival.

Sin embargo, las filas del equipo blanco están repletas de jugadores con una gran técnica individual capaces de resolver situaciones en espacios cortos. La defensa del Atlético es una de las más duras del mundo, pero ante equipos que no consiguen alcanzar esa excelencia defensiva, el Real Madrid también logra encontrar soluciones en estático. Un buen ejemplo es el partido ante la Real Sociedad y sus primeros diez minutos, en los que el equipo de la capital fue un vendaval ofensivo. En el gol de Bale que supuso el 0-2, varios jugadores están por delante del balón y generando espacios, y aunque la jugada se resolvió con una gran acción individual del galés, en esa ocasión el Madrid sí tuvo más alternativas.

La fuerza está en el contraataque

Si en estático el Real Madrid es un equipo plano al que se le atragantan muchas fases de un partido en el que se encuentra ante sí una defensa hermética, los blancos compensan esas carencias siendo uno de los mejores equipos, quizás el mejor, al contraataque.

Los hombres de Ancelotti se desenvuelven como peces en el agua cuando se trata de recuperar el balón y galopar hacia la portería contraria en cuestión de segundos. La potencia de jugadores como Ronaldo y Bale hacen de este planteamiento la base sobre la que se ha sustentado el juego del Real Madrid en los últimos años.

Precisamente ante el Atlético de Madrid la respuesta que los madridistas encontraron a sus dudas fue, una vez más, el contraataque. En la jugada del gol local, varios jugadores atacan en conjunto a una zaga atlética que no ha tenido tiempo para colocarse, y en esa carrera de fondo Cristiano Ronaldo aprovecha para sacar un valioso penalti.

Pocos equipos son capaces de contener esa capacidad para el contraataque del Real Madrid, y es ahí donde los blancos pueden hacer valer su condición de grandes favoritos ante el Basilea. Como después se verá, la defensa del Basilea tiene varias lagunas que pueden convertirse en mares si el martillo blanco actúa con contundencia.

Recuperar el equilibrio defensivo, primordial

El equilibrio, esa gran aspiración de Carlo Ancelotti, aún no ha llegado al juego del Real Madrid. Este hecho es especialmente sangrante en defensa, donde los blancos han hecho aguas en sus dos últimas derrotas. La desconfianza de la zaga y la falta de ayuda de los centrocampistas han condenado en varias ocasiones al equipo de Madrid.

Uno de los detalles que más está echando de menos Ancelotti es el trabajo defensivo de la medular. Kroos y Modrić son los jugadores más enfocados a esa labor, pero ambos se corresponden con un perfil de jugador más ofensivo que defensivo. Fruto de ello, sus errores tácticos han supuesto varios problemas a la hora de defender la portería de Iker Casillas.

En la derrota ante la Real Sociedad, hubo varias situaciones que escenificaron el problema que tienen los madridistas en este sentido. Primero, con un potente disparo de Granero en el corazón del área que salvó heroicamente Sergio Ramos.

El caso del gol del empate a dos local fue más explícito. Zurutuza cabeceó completamente libre de marca en lo que fue un error conjunto de los centrales y de la pareja Kroos-Modrić, que llegó tarde y sólo pudo contemplar cómo el jugador del equipo vasco remataba el cuero.

Más ejemplos, en este caso ante el vecino de Madrid. El gol definitivo de Arda Turán que puso el 1-2 en el marcador evidenció los desequilibrios de los vikingos.

Este trabajo no sólo incumbe a Kroos y Modrić, sino que también es necesaria la colaboración de jugadores que trabajan más adelantados. Es el caso de James Rodríguez o Isco, que cuando dejan de lado el trabajo de contención en su costado generan grandes huecos para el rival. Así ocurrió en el partido ante el Atlético, como se aprecia en la instantánea.

A los suizos también les gusta el contraataque

La falta de equilibrio defensivo deberá ser muy cuidada por el equipo merengue de cara a su enfrentamiento frente al Basilea. Los hombres de Paulo Sousa han usado el arma del contraataque para generar muchas de sus ocasiones de peligro durante la presente temporada en la liga de su país. Los suizos suelen salir con varios jugadores a la carrera y abriendo el campo, lo que obliga a la medular blanca a estar muy pendiente de recular ante las acometidas rivales.

Con jugadores como González, Gashi, Kakitani o Streller, el FC Basel tiene a jugadores peligrosos cuando roban el balón. Las contras a la carrera y los pases en profundidad son dos recursos fundamentales para los campeones de Suiza.

En la fotografía, un contraataque del Basilea ante Young Boys.

La calidad de algunos de sus jugadores en las inmediaciones del área rival también da lugar a certeros pases al hueco al contraataque que dejan solo al jugador desmarcado. De nuevo contra Young Boys.

No hay que olvidar en este sentido que las piernas de los jugadores del Basilea llevan encima mucho más rodaje que las de los hombres de Ancelotti. La competición oficial comenzó hace casi dos meses para los suizos, y en momentos de esfuerzo físico puede ser un factor clave.

La presión ahoga al Basilea

El FC Basel tiene, entre sus mayores defectos, el problema de la salida del balón. El equipo de Paulo Sousa suele complicarse cuando el rival plantea una presión más allá de la mitad del campo con una defensa adelantada. Ni los zagueros ni los centrocampistas son especialmente creativos, y en ese sentido Carlo Ancelotti puede hacer sufrir a los suizos si hace que su Madrid ahogue a los visitantes.

En su partido de liga ante el Sion, el Basilea dio muestras de sus problemas a la hora de sacar limpio el balón desde atrás. Sus rivales presionaron en su campo a los de Sousa y las soluciones de los vigentes campeones se redujeron al balón largo. Como se aprecia en la imagen, hasta cinco jugadores cubrían espacios para provocar una decisión precipitada del defensa.

Aprovechar esta circunstancia puede incluso dar a cambio como premio una ocasión clara de gol. Eso fue lo que consiguieron los Young Boys en su último partido ante el FC Basel. La rapidez e intensidad defensiva, junto a la fractura entre la zaga y la medular del Basilea, provocaron un robo de balón que dejó a varios atacantes de los Young Boys en una posición inmejorable para atacar a una descolocada defensa.

El Real Madrid ha demostrado que es capaz de realizar esta presión si se lo propone, y se pudo ver un buen ejemplo de ello frente a la Real Sociedad. Kroos adelantó su posición unos metros para incomodar al poseedor del esférico, y la acción derivó en un robo de balón que dio lugar a una clara ocasión. Sus compañeros, mientras, se encargaron de cubrir los espacios restantes.

La débil defensa suiza, otra oportunidad para el Real Madrid

Un gran talón de Aquiles del equipo dirigido por Paulo Sousa es la defensa. Irregular y errática, puede ser castigada con dureza ante un ataque de primer orden mundial como es el madridista. Los problemas de los suizos aparecen, en muchas ocasiones, en las labores de marcaje.

En la imagen, correspondiente al partido de liga frente al Grasshopper, hasta tres defensas del Basilea se centran en el jugador que conduce el esférico, sin atender al delantero que fácilmente ha pillado desprevenida por la espalda a toda la zaga. Una jugada de velocidad y desmarque que el Real Madrid conoce a la perfección. En este caso, acabó en gol.

De nuevo un gol en contra del Basilea tras una mala gestión defensiva. Tres defensas vuelven a obcecarse en un único futbolista mientras que por su espalda se escapa sin problemas por el carril central el delantero, en este caso del Sion, para anotar fácilmente un gol sin que el portero pueda hacer nada.

Streller, una amenaza para el mayor miedo de los blancos

Uno de los mayores puntos de debate y polémica en los últimos tiempos en la Casa Blanca está siendo la enorme debilidad de los merengues a la hora de defender las jugadas de estrategia a balón parado y los balones aéreos. Con el ojo puesto en Iker Casillas y su inseguridad en el juego por alto, el Basilea tiene armas para ahondar en el problema de los madridistas.

El cambio de un portero más alto como Diego López a uno de menor estatura como Casillas ha reabierto la incertidumbre al respecto. La siguiente fotografía ilustra perfectamente cómo ha cambiado el planteamiento de los córners, tanto por parte de los rivales como de la defensa del Real Madrid, dependiendo de un portero u otro. Mismo estadio, mismo equipo, pero distintos dibujos.

Con Diego López, la defensa se puede permitir establecerse a unos metros de distancia del arco que defiende. Los locales eligen a un zurdo para que así la trayectoria del balón sea abierta y se aleje del área de influencia del portero.

Con Casillas, la Real Sociedad opta por un diestro para dar una trayectoria cerrada al balón. La defensa ha retrocedido varios metros y está muy pegada a su portero.

Esta situación que fuerza la Real Sociedad ha sido analizada y exprimida hasta la saciedad por el Atlético de Madrid. Un equipo tan experto en el balón parado como los rojiblancos se aprovecha del amontonamiento de jugadores en el área para provocar una situación incómoda para defensas y portero que muchas veces acaba en gol. La estrategia mató a los blancos en el pasado derbi con el 0-1 inicial.

Es aquí donde aparece el último gran peligro del Basilea. Los suizos cuentan no sólo con la fragilidad defensiva del Real Madrid, sino también con un magnífico ejecutor en el juego aéreo. Se trata de Marco Streller. El delantero suizo de 33 años mide 196 centímetros, y su gran altura puede causar auténticos destrozos en el área blanca. Además, Paulo Sousa plantea en muchas ocasiones los córners de tal forma que el esférico acabe llegando a la cabeza de Streller. En la fotografía, la jugada es curiosamente parecida a la expuesta del Atlético de Madrid. En este caso, el remate de Streller se estrelló en el larguero de la portería del Grasshopper.