Los 13 de Cristiano, cuatro de Bale y tres de Benzema hacen un total de 20 tantos. Si se suman los conseguidos por Chicharito (dos), y los golpes en el objetivo de Modric, James y Ramos, hacen un total de 25 goles en los primeros siete partidos de competición. El balance goleador es superior a las tres dianas (3,57) por encuentro, lo que ayuda significativamente a entender el ritmo que ha adquirido el Real Madrid desde que tropezase ante el Atlético.
Voracidad y solidaridad
De los 25 goles que ha anotado el Real Madrid en Liga, 22 de ellos vinieron precedidos de una asistencia
El dato es demoledor especialmente si se tiene en cuenta un factor diferencial clave. Y es que de los 25 goles anotados, 22 de ellos precedieron al pase de un compañero. Las asistencias reinan en la Casa Blanca como elemento clave, evidenciando un claro paso adelante del equipo en la formación de, precisamente, un bloque más compacto y que se ajuste a las exigencias de Carlo Ancelotti.
Con la salida de Di María, el gran pasador el pasado curso y los anteriores en el Madrid, muchos pensaban que además del trabajo del argentino, el club merengue perdería a un futbolista que marcaba las diferencias a través de la visión de juego. Su rol, en cambio está siendo cubierto a la perfección por los nuevos fichajes.
Tanto Kroos como James Rodríguez han sumado dos asistencias cada uno, lo que les coloca en el segundo escalón, junto a Marcelo, en el ranking de mejores pasadores. En cabeza por un pase de gol de diferencia, aparece Gareth Bale, con tres asistencias, todas ellas dirigidas además hacia la figura de Cristiano Ronaldo.
El propio futbolista portugués, Modric, Isco, Arbeloa y Benzema se sitúan en el tercer peldaño, con un pase de gol cada uno. Hasta nueve futbolistas han encontrado a un compañero en boca de gol, o le han facilitado el pase que les ha permitido alojar el balón en el arco rival. Tan solo en tres ocasiones (penaltis), el gol no vino precedido de un pase de compañero.
El Levante, un caso opuesto
Este dato además se contrapone claramente con el próximo rival. Si el potencial ofensivo blanco está de sobra contrastado, la capacidad del Levante para encontrar el arco rival está algo más en duda. A gol por jornada (siete en siete partidos), los de Mendilibar sufren para saborear las mieles de un tanto.
Además, de los siete goles, tan solo en una ocasión vino precedido de una asistencia, figurando como el equipo de la Liga BBVA que menos pases de gol ha dado hasta el momento. Cruce de estilos en el Ciutat, también, en el aspecto voraz y solidario, en el que en ambos casos, dominan los visitantes.