Una victoria 'cristiana'

Sin prisa pero tampoco sin pausa. Las tierras helvéticas se abrían por primera vez en 40 años para enfrentar a Real Madrid con Basilea. Los suizos, con el imberbe Embolo como principal referencia en ataque, se medía ante el cuadro merengue en busca de un resultado positivo que les mantuviera con plenitud de opcines de cara a la última jornada.

El Madrid por su parte, ya clasificado, saltaba a St Jakob Park con la intención de certificar lo que virtualmente parecía un hecho: la clasificación y como primeros de grupo. Ancelotti optó por rotar en los laterales, y Arbeloa se unió a Coentrao en las bandas, con la gran sorpresa de la noche a las espaldas, con una nueva titularidad de Keylor Navas en su estreno continental.

El Basilea no se achanta

Comenzó el cuadro suizo envalentonado, presionando arriba y sorprendiendo a un equipo blanco que, por su parte, salía algo disperso, y sin sufrir, perdía balones de forma habitual en franjas de cierto riesgo. Las líneas se mostraban algo separadas, y la circulación en la zaga era fluída, pero no así cuando debía pasar del centro del campo.

Tanto Cristiano como Benzema y Bale se encontraban desamparados, mientras que James, Isco y Kroos pugnaban con los mediocentros helvéticos para dominar la medular. Las llegadas, sin excesivo peligro, del Basilea, eran denegadas de forma tajante y sin remilgos por Varane y Ramos, de nuevo pareja en defensa, contundentes por abajo y por arriba.

Hubo que esperar a una salida a la contra para ver la musculatura del portugués emerger nuevamente. A pesar de que la carrera de Cristiano y Bale fue vertiginosa, la precisión no lo fue tanto, y la salida en tromba de los dos referentes blancos quedó en nada. Pero a partir de esa galopada comenzó a encontrarse más cómodo el Real Madrid, que ya no solo movía el balón con fluidez en defensa, sino que también comenzaba a hacerlo en zonas de vanguardia.

Benzema da la luz al Madrid

El ariete blanco se tornó en extremo para despertar al luminoso, adormecido hasta el minuto 35. Benzema cayó a banda izquierda, se deshizo de sus marcadores con dos fenomenales gestos técnicos de arrastre que le permitieron sacarle dos metros en uno a su defensor, para tocando la línea de cal, levantar la cabeza y encontrar a Cristiano en el corazón del área pequeña, que no perdonó.

Nueva asistencia, tras una gran jugada personal, de Benzema a Cristiano

71 goles en Champions para Cristiano, 25 en la temporada, y el Madrid por delante en el marcador. A pesar de que no había sido la mejor primera parte de la temporada para los blancos, terminarían por delante en el marcador, no sin antes recibir un susto por un centro de Elneny buscando a González que éste remató por alto, aunque se encontraba en fuera de juego.

El segundo tiempo llegó al mismo tiempo que la plantilla de Coentrao lo hacía en el pecho de Embolo. Con una amarilla salvó el árbitro la situación, cuando la entrada era cercana al naranja. La nueva mitad comenzó como la primera, en cuanto a actitud del Basilea, pero con un Madrid algo más dedicado a calmar el ánimo suizo con posesiones largas.

Ante las dudas blancas, aparece Navas

En cualquier caso, las ganas helvéticas y el espacio que seguía apareciendo entre las líneas merengues causaban problemas. Fabian Frei se hizo con un balón en el centro del campo, con el Madrid metido en su área. Abrió a Gashi, que recortó a Arbeloa y probó fortuna desde la frontal, pero su disparo se marchó desviado tras rebotar en Ramos.

Notaba el cuadro merengue en la salida y la gestión del espacio de Modric, por su ausencia, y se notaba por momentos partido y sin las ideas excesivamente claras. Las intenciones de salida del cuadro merengue dejaron paso a un dominio casi completo del Basilea, que poco a poco obligaba a replegarse al conjunto de Ancelotti.

Fue en una de las internadas helvéticas dónde tuvo que emplearse como nunca como jugador blanco Keylor Navas. El arquero tico se encontró con Derlis González en el mano a mano, y aunque en primera instancia parecía que el futbolista del Basilea se había deshecho de él, el costarricense recuperó el sitio y con una fenomenal estirada abajo logró desestimar el disparo de paraguayo.

Los palos detienen al Madrid

La respuesta Madrid la tuvo Bale, que apenas unos minutos después dispuso de la ocasión más clara de los blancos además del gol. El galés recogió el balón en el perfil zurdo del ataque merengue, se interna sin oponente en el área y desde la frontal, ensayó un tremendo zurdazo que impactó con violencia con el larguero de la portería de Vaclik, que a punto estuvo de significar el segundo tanto.

Apenas unos instantes después volvió a tocar el palo el Real Madrid, aunque en esta ocasión fue Cristiano. El portugués resolvió al contragolpe una jugada dinámica que inició Ramos, prolongó Coentrao y para la que asistió Bale. El luso, muy encimado por un zaguero, remató a la base del poste del portero suizo.

El Basilea dominó en la segunda mitad, aunque el Madrid tuvo dos ocasiones consecutivas que terminaron en los palos

Hamoudi, a siete minutos del final, volvió a recordar que el Basilea seguía en el campo con un zurdazo que salió desviado por poco. La entrada de Illarramendi había dotado al Madrid de un empaque en la medular del que había adolecido en muchas fases del encuentro.

Hasta seis espontáneos, uno de ellos incluso cámara en mano, adormecieron los minutos finales, provocando además que los minutos a añadir se elevasen hasta cinco. El Basilea invocó la heroica para arremeter contra la portería de Navas en los últimos instantes. El egipcio Hamoudi, el último en ingresar en el campo, tuvo una nueva oportunidad desde la derecha, pero su disparo con la zurda cogió demasiada rosca y se marchó desviado.

Fue la última tentativa suiza para intentar evitar el triunfo blanco. Las 15 victorias seguidas llegaron al casillero de Ancelotti, que ya entra en el Olimpo de los entrenadores madridistas gracias a los triunfos consecutivos. Primeros de grupo de forma matemática, los merengues sumaron su quinta victoria en cinco partidos en Europa en la noche menos brillante de los últimos dos meses.

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