Crisis desde lo más alto

Con los últimos resultados que el Real Madrid ha cosechado y la contundencia del reciente envite ante el Atlético, muchos apuntan hacia una crisis de índole global dentro del club, que continúa en cabeza de la Liga BBVA.

Crisis desde lo más alto
Foto | Dani Mullor - VAVEL
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Por Manuel Vergara

A las 18:00 del sábado 7 de febrero, en la capital se repartían las emociones. Las caras largas acompañaban a aquellos que portaban la elástica del Real Madrid, mientras que la alegría irradiaba desde los gestos de los seguidores del Atlético, disfrutando de la apabullante victoria de su equipo por 4-0 sobre el eterno rival en la ciudad.

Recomponer filas

Con este traspiés, el Madrid suma tres derrotas en el inicio de año (un mes y una semana), una más que todas las que sufrió en el primer tramo de la temporada vigente (desde agosto a diciembre). Entonces, también el Atlético y después la Real doblegaron a los blancos, mientras que en 2015 el Valencia, y el Atlético por dos veces hicieron lo propio.

Desde el amistoso en Qatar, en el que un mermado Milan pasó por encima de los de Ancelotti, la cuesta abajo de un equipo que a mediados de diciembre se coronaba como campeón del mundo tras 22 victorias seguidas, ha comenzado a inclinarse. Mal juego, malas sensaciones y especialmente delicada es la imagen de apatía y desconexión del conjunto ante la llegada de un duelo con los rojiblancos que podía apartar a los de Simeone de la carrera por la Liga.

Con todo y con ello, el Madrid sigue mirando desde arriba a sus perseguidores. Con 54 puntos aventaja en uno al Barcelona, y en cuatro al Atlético. Contando el duelo entre los azulgrana y los merengues, para acabar con los enfrentamientos directos de candidatos al título con el Madrid inmerso, restan 16 jornadas por disputarse. El Madrid ha sido líder sólido desde hace meses, y su buen hacer entonces le sirve para, en el peor momento de la temporada, seguir manteniéndose en lo más alto.

Asemejar el socavón en el que se ha metido el cuadro de Ancelotti con la Fosa de las Marianas es del todo improcedente

Si bien es cierto que el juego del equipo dista mucho de ser parecido a aquel que atrajo miradas y elogios por parte de todos, el margen de mejora es elevado. La falta de tensión es el primer punto sobre el que incidir, pero levantar vientos de tormenta, de huracán o asemejar el socavón en el que se ha metido el cuadro de Ancelotti con la Fosa de las Marianas es del todo improcedente.

El campeón de Europa y del Mundo retoma en una semana su competición por antonomasia, aquella que aspira a repetir por primera vez desde que la Champions League adoptó su actual definición. El enfrentamiento con el Schalke, amable sorteo a priori para los blancos, servirá para recuperar moral, al igual que el envite en primera instancia con el Deportivo de la Coruña, al que el Madrid endosó ocho tantos en su última visita a Riazor.

El desgastado dicho del 'ni antes éramos tan buenos ni ahora somos tan malos' se puede, una vez más, aplicar al contexto actual del cuadro merengue. Esperando a los lesionados, y a una recepción amable de un Bernabéu entregado a los suyos hasta hace unas fechas, la reconexión de los jugadores se da por hecha. No en vano, tras una reunión de las altas esferas, la preocupación que desprende la Casa Blanca es menor, con confianza total en el técnico para revertir la situación.

Partir líderes en Liga y con grandes posibilidades de avanzar en Champions no parece un mal punto de partida para abordar una crisis

Carlo Ancelotti sabe que vivir de las rentas, en el Real Madrid, es algo inasumible. A pesar de los cuatro títulos obtenidos en 2014, y la sombra de su renovación cerniéndose sobre la dinámica blanca en diciembre, una incapacidad manifiesta del técnico para darle la vuelta a una situación adversa como la que vive el club podría ser definitiva.

Sin embargo, si algo ha demostrado el italiano desde su llegada a Concha Espina es su habilidad para afrontar momentos de dudas y de incertidumbre y convertir las críticas en alabanzas. En septiembre, tras sufrir la remontada de la Real por 4-2, el equilibrio, el desorden y el caos sobrevolaban el Bernabéu. Sin embargo, sin una palabra más alta que otra y con un vestuario que sigue al dedillo las indicaciones del de Reggiolo, Ancelotti no solo encontró la fórmula del éxito, sino que firmó un récord histórico con sus pupilos.

Con cuatro meses de competición por delante, los títulos aún están en juego. Sin la Copa, pero con la Champions y la Liga por delante, partir como líderes en lo segundo y con grandes posibilidades de seguir avanzando en lo primero no parecen, desde luego, un mal punto de partida para abordar una supuesta crisis.