Bajo el ambiente de las grandes noches europeas, el Real Madrid dejó claro desde el pitido inicial que el encuentro no iba a ser similar al disputado en ese mismo estadio en el campeonato liguero. Los hombres de Carlo Ancelotti comenzaron a disfrutar de la posesión del balón y a mover el balón rápidamente, buscando los ataques rápidos hacia la meta de Jan Oblak. Así, la primera ocasión clara para los blancos llegó en el tercer minuto de partido, cuando Gareth Bale se plantó solo ante el guardameta atlético. El galés disparó a puerta pero se encontró con una excelente intervención del guardameta esloveno, que iba a convertirse en uno de los protagonistas del partido.
Guión imprevisto
El Atlético de Madrid no encontraba vías de escape ante la posesión blanca, y apenas se prodigaba en ataque. Cuando lo intentaba aparecía siempre un imperial Varane, que hizo gala de su calidad y demostró ser uno de los mejores defensores del planeta. Pero el Real Madrid tenía muy claro el plan y siguió controlando el balón en campo rival, lo que le propició un claro dominio del partido. Cristiano Ronaldo probó fortuna con un lejano libre directo, pero de nuevo Oblak estuvo impecable para despejar el lanzamiento. Con el paso de los minutos, el cuadro colchonero fue sacudiéndose la presión inicial de su rival y se acercó al área defendida por Casillas, fundamentalmente a balón parado.
Sin embargo, los hombres de Ancelotti continuaron con su dominio, aunque fueron disminuyendo el ritmo de su ataque, favoreciendo la labor defensiva de los rojiblancos. Bale lo intentó desde lejos con un disparo ajustado, pero de nuevo Oblak respondió de maravilla al envite del galés. Los locales no conseguían crear demasiado peligro desde la esquina, mientras que el Real Madrid sí volvió a hacer trabajar a Oblak en un córner. El balón, rechazado por la defensa atlética, llegó a los pies de James, que disparó con el exterior de su pie izquierdo y volvió a encontrarse con los reflejos del portero esloveno, muy seguro durante toda la noche.
A falta de diez minutos para el descanso, el partido entró en su fase más descontrolada, con ataques para ambos equipos. Primero fue Griezmann el que dispuso de la ocasión más clara de su equipo en esta primera mitad, pero su disparo a la media vuelta tras un pase de Gabi fue detenido por Casillas sin demasiados problemas. Posteriormente, el Real Madrid tuvo dos buenas oportunidades para marcharse al descanso con ventaja en el marcador. En la primera, Modric disparó alto desde la frontal tras una buena jugada colectiva de los blancos. En la segunda, Varane realizó una espectacular cabalgada tras un saque de esquina de los colchoneros y colocó el balón en el área, donde Benzema intentó conectar con Cristiano Ronaldo pero apareció Juanfran para evitar el disparo del luso. El árbitro decretó el final de la primera parte tras un cabezazo fuera de Griezmann, por lo que la segunda mitad se preveía igual de abierta.
El ánimo de la grada
Tras el paso por los vestuarios, el Real Madrid continuó con su dominio, pero esta vez el ritmo del partido disminuyó de manera notable. A punto estuvo de volver a incrementar tras un fortuito codazo de Sergio Ramos a Mandzukic, que provocó una brecha en la frente y un terrible enfado del croata. Los blancos cada vez encontraban menos huecos en la defensa rojiblanca, por lo que Kroos volvió a intentarlo desde fuera del área, encontrándose por enésima vez con las manos de Oblak. El encuentro comenzó a interrumpirse en numerosas ocasiones, provocando un aumento de la tensión entre ambos conjuntos. Esta situación hizo mella en el juego del Real Madrid, que comenzó a perder el control del partido. Antes de perderlo definitivamente, los visitantes tuvieron otra oportunidad de gol, pero Benzema prefirió pasar a Cristiano en lugar de tirar y la defensa colchonera estuvo muy rápida para evitar el disparo del portugués.
Ancelotti decidió dar entrada a Isco por el delantero francés para intentar recuperar el control del balón, pero el malagueño apenas entró en contacto con el esférico. Por su parte, Simeone introdujo más artillería ofensiva dando entrada a Torres y Raúl García en lugar de Griezmann y Koke, y los últimos minutos tuvieron color rojiblanco.
Espoleados por la afición, los hombres de Diego Simeone. Arda Turan realizó una gran jugada e intentó conectar con su compañero, pero Carvajal estuvo providencial al corte. Los colchoneros intentaron hacer mucho daño con las acciones a balón parado y los centros laterales, pero la defensa madridista, con algunos apuros, logró solventar las situaciones de juego complicadas, por lo que el árbitro señaló el final del partido con 0-0 en el marcador.
La eliminatoria se decidirá en el Estadio Santiago Bernabéu en ocho días. Este primer partido ha sido sólo un ejemplo de lo que ambos equipos pueden ofrecer sobre el terreno de juego, por lo que las espadas están en todo lo alto con una plaza en las semifinales de la UEFA Champions League en juego.
