En la jornada número 32 de la Liga BBVA y con todo por decidir, el final del largo trayecto recorrido no admite la pérdida de ni un solo punto. Con esa exigencia como máxima, el Real Madrid recibe al Málaga en un duelo vital para las esperanzas de los blancos. El Bernabéu se ha convertido en un fortín, pero su próximo visitante ha sido un rival especialmente incómodo desde que la 'era Ancelotti' echó a andar. Victoria, sí; sufrimiento, también.
Racha impoluta con Ancelotti
Desde que se habla italiano en el banquillo del Real Madrid, el Málaga es un rival contra el que las cuentas salen. Antes de que Ancelotti llegara a la capital, los últimos coletazos de la etapa de Mourinho tuvieron una de cal y otra de arena contra el Málaga en liga: en la ida los vikingos cayeron en Málaga por 3-2, pero en la vuelta se exhibieron con un 6-2. Con Carletto, sin embargo, se han acabado los vaivenes. En tres enfrentamientos, el Real Madrid ha logrado un pleno de triunfos.
2-0, 0-1 y 1-2 han sido los últimos resultados de los enfrentamientos entre blancos y blanquiazules. Lejos quedan los tiempos en los que el Málaga era considerado como un rival de la parte baja de la tabla. Los hombres de Javi Gracia se han ganado a pulso el reconocimiento de la liga, y mientras luchan por entrar en Europa, también volverán a ser un dolor de cabeza, quizás incluso mortal, para Chamartín.
El sudor antes de la sonrisa
En el año 2011, el Real Madrid destrozó al Málaga en sus dos enfrentamientos de liga. 7-0 y 0-4 fueron los contundentes resultados con los que los merengues se erigieron como dueños absolutos en los duelos contra el cuadro andaluz. Sin embargo, la dinámica ha cambiado en lo que a igualdad sobre el campo se refiere.
En el último 1-2 de la presente campaña, los vikingos no lograron cerrar el partido hasta el minuto 83, en el que Gareth Bale certificó la victoria con un gol a la carrera. Antes, Benzema había abierto el marcador y el Málaga también había tenido oportunidades para dar la sorpresa, como un libre directo al larguero de Duda. En la temporada 2013-2014, el 0-1 de la vuelta en la Rosaleda reflejó la dificultad de los choques contra el Málaga: los jugadores del Real Madrid celebraron la victoria como una final después de que un solitario gol de Ronaldo fuese suficiente para doblegar a unos blanquiazules que asediaron a su rival en el tramo final del encuentro. Antes de ese compromiso, el primer Real Madrid - Málaga con Ancelotti al frente fue igualmente sufrido, y la desesperación se reflejó en el propio Ronaldo, que pidió perdón a la grada tras haber fallado numerosas ocasiones de gol durante los 90 minutos.
El Málaga no es, en definitiva, un trámite para el Real Madrid. La escuadra de Javi Gracia llega al imponente Bernabéu con mucho que ganar, y el desparpajo que caracteriza al cuadro andaluz puede ser, una vez más, un gran peligro potencial. La estadística dice que el ganador suele ser blanco, pero sobre el césped el triunfador suda tinta.