El centrocampista español Isco Alarcón ha vivido su mejor temporada desde su llegada al Real Madrid. El malagueño ha conseguido hacerse un hueco en el once de Carlo Ancelotti y en el corazón de la afición del Santiago Bernabeú a pesar de que no hayan logrado alzarse con ningún título en este final de temporada.

Su cambio de rol dentro del equipo ha sido decisivo para ver su mejor versión, más trabajadora defensivamente unida al talento natural que posee, ha dado como resultado algunos partidos de talla de crack mundial.

El comienzo del curso 2014/2015 no fue nada fácil para Isco. No tenía sitio en el once inicial ya que el club había decidido apostar por las contrataciones de un jugador contrastado a nivel mundial como Toni Kroos y de la revelación del Mundial de Brasil, el colombiano James Rodríguez. En el esquema del técnico italiano, el 4-3-3, la otra posición del centro del campo era para Luka Modric que se había ganado su lugar en la temporada de la décima.

Así que sin un papel protagonista arrancó la temporada, aprovechando cada oportunidad que tenía para poder ir ganándose minutos en la rotación.

Calidad sacrificada en defensa

Su primer año en el Madrid no fue fácil. El jugador tuvo que cambiar radicalmente su rol. Pasar de ser la estrella del equipo a un jugador más no le resultó fácil. Este segundo año parecía que el futuro del jugador iba a ser parecido, la llegada de James volvía a cerrar las puertas al malagueño, pero Ancelotti le buscaba un hueco en el once sacando el lado más defensivo del jugador.

Su capacidad para crear juego y su habilidad para mantener el control del esférico le hacen un jugador imprescindible

Este cambio le convirtió en un jugador más completo, adaptado a una posición nueva para él, interior, que le exigía más sacrificio defensivo y menos peso en los metros finales, disminuyendo sus cifras goleadores y de asistencias.

El aceptó ser el jugador número 12 de su equipo, el primer relevo, el jugador que completaría el once en caso de sanciones, lesiones y rotaciones. 

Las lesiones de Bale y Modric le abren la titularidad

Como se esperaba Ancelotti tiró del malagueño primero ante la lesión de Bale y aún más cuando fue Modric el que entraba a la enfermería. Isco aprovechaba la oportunidad, volviendo a jugar donde más le gusta y demostrando su valía.

Se echó el equipo a la espalda en el peor momento del Real Madrid, al inicio de 2015 y parecía indiscutible en el once de Ancelotti, pero la vuelta de Modric y James le relegaban de nuevo al banquillo. 

Isco todo un superclase

Isco es uno de los jugadores más talentosos del futbol español, es capaz de generar pases quetan solo el ve o capaz de sacar un disparo cuando nadie lo espera. Llegó al Real Madrid como un mediapunta creativo que daba el último pase a los delanteros y en el conjunto blanco se ha convertido en un todocampista capaz de crear juego desde atrás y llevarlo hacia adelante para que el tridente lo ejecute. Además es un hombre con llegada a puerta y capaz de hacer gol. 

Pero si por algo ha destacado esta temporada es por haber sido capaz de sacrificarse en defensa para la recuperación de balones y la presión. Nadie creía que fuera a realizarlo al nivel que lo ha hecho, pero esto le ha dado una nueva dimensión como jugador que lo pone a la altura de los mejores del mundo. Lo único en lo que debe mejorar es en su regularidad, pero debido a su juventud seguro que a lo largo de su carrera lo mejora.