Casilla ya es blanco: un dolor de cabeza menos para Cristiano

En las últimas ocasiones en las que Real Madrid y Espanyol se han visto las caras, el guardameta de Tarragona ha logrado parar todo lo que Cristiano trataba de convertir en gol, convirtiéndose en un dolor de cabeza para el luso. Con el fichaje, esa dolencia desaparece para el portugués.

Casilla ya es blanco: un dolor de cabeza menos para Cristiano
Foto | Dani Mullor - VAVEL
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Por Manuel Vergara

El 16 diciembre de 2012 Cristiano Ronaldo consiguió un solitario tanto ante el Espanyol en el empate del Real Madrid con los periquitos en el Santiago Bernabéu. Entonces, el futbolista luso no imaginaría que pasarían más de dos temporadas y media antes de que lograse entrar de nuevo en el marcador ante el cuadro catalán.

Hasta el pasado 17 de mayo cuando, y por la puerta grande, Cristiano lograba un hat-trick en Cornellá, han pasado dos años y medio. En ese tiempo, Espanyol y Real Madrid se han visto las caras en seis ocasiones, contando Liga y Copa del Rey. En ellas, el de Madeira fue incapaz de superar al portero rival, incapaz de hacer gol. A partir de ahora, el 'muro' espanyolista estará de su lado.

Cristiano estuvo desde diciembre de 2012 hasta mayo de 2015 sin conseguir hacerle (en seis partidos) un gol a Kiko Casilla

Kiko Casilla se mostró intratable cuando se enfrentó al portugués en el último tramo de su carrera en el Espanyol. El de Tarragona sumó actuación tras actuación a un enorme nivel ante los merengues, impidiendo en todos los encuentros que el Madrid lograse sumar un gol de la mano de Cristiano, aunque no impidió que en todos esos partidos su equipo no sacase nada más que un empate.

Estiradas, salidas por bajo y manos a mano. Kiko fue un muro para el portugués, que estuvo a punto de caer en momentos en la desesperación. La intuición y reflejos del meta ya ex del Espanyol le permitían imponerse una y otra vez a Ronaldo, que no lograba superar el mal fario que le acompañaba ante Casilla en los últimos dos años.

Rota su sequía, además a golpe de trío, Cristiano respiró aliviado. Pero lo hará más aún al verle como compañero y no como rival la próxima vez que madridistas y periquitos midan fuerzas. Los guantes de Casilla servirán ahora como respaldo para el luso, y no como losa ante la posibilidad de hacer un gol.

Entre medias, entre el solitario tanto que precedió la sequía y el portentoso hat-trick con el que la rompió, Cristiano había sumado otro tanto en marzo de 2012, en la última gran goleada del Madrid sobre el Espanyol. Tanto en Liga como en Copa, sus compañeros sí fueron capaces de superar al catalán, pero no Cristiano, y no porque no lo intentase.

Pero toda una suerte de intervenciones del tarraconense privaron al de Madeira de aliarse con la red, y encontrar el ansiado premio. Ahora, Cristiano tiene a su 'bestia negra' en casa. A partir de hoy, cuando el luso encare el túnel de vestuarios para medirse al Espanyol lo hará aliviado, porque aquel que le detuvo todo lo posible se encontrará, como mucho, en la misma fila que él para defender los mismos intereses.

Vuelve a casa Kiko con la intención de recuperar un puesto con el que soñaba desde niño. A pesar de las presiones no se lo ha pensado, y ha cambiado su camiseta por la elástica del club de su vida. La oportunidad se la dio el Espanyol, pero la de confirmarse se la otorga ahora el Real Madrid.