Primer asalto, pocos disparos y sin bajas que lamentar. El Real Madrid de la temporada 2015/2016 disputó su primer test de pretemporada contra el AS Roma y pereció en la tanda de penaltis después de 90 minutos sin goles y una tregua a la que no le importó que el espectáculo quedara a un lado. Con muchas rotaciones y algunas caras nuevas, Benítez mostró nuevas ideas que aún deben madurar para dejar de ser simples trazos en la pizarra, y en el verde la imprecisión y la poca intensidad definieron el estreno de los blancos en su paso inicial por la nueva campaña.

La excelencia aún queda lejos

El nuevo proyecto de Benítez quiso mostrar desde el principio su predisposición a controlar el balón y el tempo con autoridad. Sin embargo, los blancos se perdieron en su idea mientras la disciplinada escuadra romana desactivaba su chispa. A los hombres de Rudi García no les importaba ceder la batuta si eso suponía la aparición de oportunidades para que el depredador saliera de la maleza y mordiera sin previo aviso. Así, en el cuarto minuto de juego el AS Roma dispuso de la ocasión más clara de la primera mitad, con un balón que primero se topó con el larguero e inmediatamente después Marcelo despejó bajo palos tras remate de Totti.

En un primer tiempo de tanteo con balas de fogueo, el Real Madrid desplegó un juego yermo y se perdió en sus ideas ante un rival ordenado y disciplinadoPocas cosas que llevarse a la boca ofreció el Real Madrid en los 45 minutos iniciales. El equipo de la capital no logró deshacerse del juego yermo que arrastraba desde los primeros compases y se quedó en blanco como su elástica. La Loba, por su parte, era un dolor de cabeza que aparecía puntualmente para incomodar al bando madridista. Gervinho y su capacidad para el dribling descompusieron en más de una ocasión a la zaga merengue, mientras Nainggolan sostenía el sistema de García desde la medular y la ordenada defensa añadía un hermetismo insalvable en las labores de protección de la portería. A esto se unió la acentuada imprecisión de Ronaldo, Bale y la línea ofensiva al completo de los merengues para terminar de quitar brillo al juego del todavía campeón del mundo con fecha de caducidad.

Foto: Robert Cianflone (Getty)

Apenas tardó García 32 minutos en quitar al centurión del AS Roma. Francesco Totti y sus 38 años de clase abandonaron el verde para dar entrada al apetito goleador de Doumbia, y el cuadro romano vio así cómo su capitán dejaba el mando en otras manos. Después de Totti, fue la primera mitad la que se marchó, pero esta no dejó apenas magia a su paso. Puro entrenamiento y tanteo con balas de fogueo.

Sueño de una noche de verano

Fueron saliendo progresivamente del campo Ronaldo, Bale y más pesos pesados para que en su lugar disfrutaran de su oportunidad Chéryshev o Lucas Vázquez, ambos de vuelta a la Casa Blanca. No tuvieron especial incidencia en el juego al igual que otro joven con ganas de hacer ruido, Ødegaard, pero la sensación de vestir de nuevo la camiseta blanca bien valió unos minutos de juego.

Foto: Joe Castro (EFE)

Los últimos 45 minutos fueron un pulso sin fuerza ni ganador con la pasividad por banderaLa modorra se instaló definitivamente en el Melbourne Cricket Ground. El AS Roma contempló con cierta indiferencia la posibilidad de dar un mejor trato al esférico y cedió la iniciativa a su rival, pasando a recogerse en su mitad de campo. La Loba no desapareció y prueba de ello fue el 50 % final para cada equipo en la estadística de posesión, pero sí murió el fútbol con el avance del reloj. La contienda se transformó en un pulso sin fuerza ni ganador con la pasividad por bandera. Solo un disparo a bocajarro de Vázquez en el 84 que detuvo De Sanctis y un zurdazo de Destro en el 86 que se marchó desviado dieron algo de emoción a la recta final. El 0-0 final, con tono amistoso y en son de paz, dio paso a unos penaltis marcados por la poca tensión.

Penaltis contra la tregua

La efectividad que había brillado por su ausencia en los 90 minutos de juego hizo acto de presencia en la tanda de penaltis. Los 11 metros reactivaron la puntería de los protagonistas y alargaron aún más la noche en Melbourne. Los siete primeros lanzamientos de cada equipo acabaron en las redes, con De Sanctis y Navas impotentes. Hasta que, en el octavo intento, Lucas Vázquez probó el primer sinsabor en su nueva etapa como madridista. Ejecutó un disparo blando y sin garra, y De Sanctis detuvo a placer. En el penalti definitivo, Keita sentenció el choque a favor de La Loba con un disparo sencillo que terminó de hundir a Navas, incapaz de hacer frente al AS Roma desde la pena máxima.

Con esta derrota, el Real Madrid de Benítez comienza su camino con una actuación descafeinada, pendiente de muchas mejoras y con un resultado negativo. El AS Roma, por su parte, puede presumir de haber vencido al vigente campeón del mundo aunque la verdadera competición no haya envuelto la pelea. Las sonrisas amistosas constrastaron con el poco nivel futbolístico. Si se hubiese tratado de un coliseo romano, pocas muecas amistosas habría esbozado el rostro del César.

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