El ridículo que protagonizó el equipo blanco en Cádiz estaba presente en el recuerdo de jugadores y aficionados en el derbi ante el Getafe CF. La victoria se antojaba indispensable para los merengues y una quimera para los visitantes. Benítez dispuso de su once de gala para evitar sorpresas y sobresaltos innecesarios en una semana complicada para el madridismo y especialmente para el propio técnico y su presidente, Florentino Pérez. Fran Escribá sacó también el once de gala en busca de la sorpresa en el Santiago Bernabéu. Una sorpresa que no pudo consumarse.
Benzema se centra en el fútbol
No hubo tiempo para acomodarse. No hubo tiempo para pitar al palco, a la directiva o al entrenador. Nada más comenzar el partido, el equipo blanco dio motivos a su afición para estar contenta, al menos, durante unos minutos. Con Lucas Vázquez en el lateral derecho en sustitución del lesionado Carvajal la profundidad por banda sería aún mayor. Y precisamente fue por la banda derecha por la que llegó la primera gran aproximación y primer gol merengue. Pepe salió con firmeza y fuerza de la cueva para abrir hacia Lucas Vázquez.
El ex del Real Madrid Castilla esperó a que su compañero le doblara por banda y le entregó el esférico para que pusiera el balón al área. Allí esperaba Karim Benzema, quien no dudó y empujó el balón con fuerza ante la pasividad azulona en defensa. El gol hizo mucho daño a un Getafe que apenas había podido tocar la pelota antes de recoger el primer balón del interior de la portería defendida por Guaita. Con un Real Madrid enchufado en la presión y con sus mejores jugadores muy asociativos los visitantes apenas podían conectar tres pases seguidos. A partir de la zona de tres cuartos de cancha, salir con el esférico controlado era misión imposible. Ni Lacen ni Víctor Rodriguez conseguían asociarse con Lafita o Sarabia, y el delantero Álvaro Vázquez estaba demasiado solo como para encontrar espacios o recibir algún pase en una zona en la que pudiera crear peligro.
Con los graves problemas de los azulones en la salida de balón llegó el segundo tanto del encuentro. Esta vez el entramado defensivo visitante lo rompió un gran pase de Luka Modric a la espalda de Damián Suárez. El receptor era Gareth Bale, quien tocó de cabeza y tras pasar el esférico por delante de Cristiano Ronaldo, quien había sido empujado por Cala, le cayó a Karim Benzema. El francés controló, se la colocó para su pierna izquierda y definió por bajo ante un Guaita que poco o nada pudo hacer ante la efectividad del “9”.
Bale y Cristiano hacen sangre antes del descanso
Tras el doblete de Karim el partido se relajó paulatinamente. El Getafe pudo tocar la pelota en cierta medida y el equipo de Rafa Benítez esperaba con tranquilidad sus oportunidades, que sabía que iban a llegar. Un disparo de Wanderson que atrapó Keylor con facilidad fue la aproximación más peligrosa que tuvieron los madrileños en toda la segunda mitad. Ante la impotencia de unos, las ganas e intensidad de otros. Bale y Cristiano, que querían sumarse a la fiesta de Karim, lo hicieron antes del descanso. El primero recibió una pelota del portugués dentro del área y tras perfilarse para disparar con el interior colocó el cuero pegado al palo derecho de Guaita, que otra vez poco más pudo hacer para detener el zurdazo.
Solo tres minutos después y al contragolpe llegaba el premio para Cristiano Ronaldo. El portugués dobló por banda derecha a Bale, quien le dejó la pelota para que en carrera definiera cambiando de palo ante la tímida salida para tapar del guardameta. En esta ocasión, Guaita estiró el pie y quizá pudo hacer algo más, pero tampoco fue capaz de repeler el disparo y evitar una auténtica goleada antes del descanso. James tuvo una más antes del pitido de Mateu Lahoz que señalaba el camino de vestuarios, pero no estuvo acertado.
Pasividad en la segunda mitad
El descanso no vino bien a ninguno de los dos equipos, pues la cara que mostró el partido en los segundos cuarenta y cinco minutos fue bastante monótona. El Madrid tenía la posesión, pero al contrario que en el primer tiempo, no intentaba buscar el gol, sino que permanecía a la espera de que pasaran los minutos. El Getafe por su parte buscaba salir rápido al contragolpe aprovechando la entrada de Scepovic en la punta de ataque, pero apenas conseguía superar el centro del campo merengue una vez cada cinco minutos.
Con un Bernabéu enfadado ante la pasividad ofensiva de su equipo, llegaron los primeros pitos. La impaciencia dio paso a la rabia por la ausencia de esa intensidad que había permitido a los suyos golear al Getafe en el primer tiempo. Los cambios de Benítez no surtieron el efecto buscado y con el paso de los minutos la tranquilidad fue creciendo, hasta el punto de que Guaita se convirtió en un mero espectador. Con esta situación en el campo llegó el primer gol del Getafe para hacer honor al escudo. En un gran córner botado por Pedro León, ex madridista, Alexis entró a muerte al primer palo para batir a Keylor Navas y evitar que dejara la portería a cero por segundo partido consecutivo. El gol solo sirvió para maquillar el resultado y dar algo de vida a un partido que perdió todo el brillo tras la reanudación.
La victoria permite a los blancos seguir la estela de Barcelona y Atlético a la espera de que disputen sus encuentros esta jornada. El Getafe seguirá fuera del descenso con una derrota que presumiblemente podía entrar en los planes de Fran Escribá.