A nivel moral, son varios los jugadores que pueden verse reforzados con el cambio de usuario en el banquillo blanco. Si durante los siete meses de Rafa Benítez se habló de manera constante de los supuestos problemas del técnico con diversos integrantes del vestuario madridista, con su salida se abriría, atendiendo a dicho caso, un nuevo horizonte para varios de ellos, y se vería reforzado el papel de otros en ese prisma anímico de los que ya recibieron mimos del nuevo entrenador en su anterior etapa en el banquillo.
Un jugador entre jugadores
Como segundo de Ancelotti, Zinedine Zidane se encargó fundamentalmente de tender puentes entre el cuerpo técnico y el grupo de jugadores, ayudando al de Reggiolo a manejar un grupo con muchas dosis de personalidad para dirigirlo hacia la consecución de los títulos, siendo en el primer año - y a la postre único juntos - capaces de comandar al Madrid hacia la consecución de la Copa del Rey y la ansiada Décima Copa de Europa.
El binomio Zidane-Clement le era de enorme ayuda a Carlo Ancelotti, y ahora el galo ha relevado al italiano, siete meses después de su marcha, en un intento de recuperar algunos de los preceptos que se establecieron con el de Reggiolo, pero que se habían perdido en el último tramo de competición. El trato por el balón y el gusto por el juego, fútbol dinámico y sobre todo, efectivo. El Real Madrid quiere volver a parecerse a ese equipo que coleccionó victorias entre septiembre y diciembre de 2014, o el que impresionó a Europa entre los meses de marzo y mayo, culminando su obra en Lisboa.
Durante su año en el banco al lado de Ancelotti, Zidane estuvo encargado sobre todo de alimentar la confianza de algunos jugadores. Tres de ellos conectaron de forma especial con el técnico - entre otros - y ahora recuperarán ese vínculo para llevarles a efectuar su mejor fútbol, que pueda darle al Madrid un punto más en su afán por alcanzar el liderato.
Un impulso
Jesé Rodríguez, Raphaël Varane y Karim Benzema forman ese trío de futbolistas. La terna de miembros del primer equipo que verá su moral reforzada, entre otros, con la vuelta de Zidane a la rutina habitual de trabajo. Sus dos compatriotas han recibido su cariño en anteriores etapas, y de hecho, Varane fue una recomendación expresa de Zidane a Florentino cuando el central apenas contaba con 17 años y militaba en un equipo que acababa de descender a la Ligue 2 francesa.
Zidane fue el gran valedor del fichaje de Varane, ayudó a integrarse a Benzema y apoyó en momentos difíciles a Jesé
Con todo y con eso, el Madrid afrontó la compra por una cantidad cercana a los 10 millones de euros de un chico aún por formar, que se ha terminado destapando como uno de los mejores centrales de Europa. Velocidad, potencia, sentido táctico y capacidad de manejo de balón son algunas de las cualidades del zaguero, que tiene en Zidane a un mentor.
Tal y cómo sucede con el defensa, Benzema también ha recibido cariño por parte de su compatriota. Especialmente en sus primeros años en la capital, cuando su competencia con Higuaín le tenía en un rendimiento más bajo del que su potencial dictaba podría alcanzar, el primero en llamar a filas a Zidane para conseguir al mejor Karim fue un José Mourinho que ya en su momento le reclamó al nuevo entrenador merengue ayuda en dicho apartado, para ayudarle a integrarse ya que la barrera del idioma era un problema.
Su relación se estrechó, y ya de la mano de Ancelotti el delantero francés ha firmado sus mejores números como profesional, creciendo cada temporada, llegando en esta a establecer unos promedios superiores al gol por partido de media (por minuto jugado en Liga), y sosteniendo el trío ofensivo que forma junto a Cristiano y Bale.
El último beneficiario de su aparición es un Jesé Rodríguez que no estaba contando en las últimas semanas para Benítez, y que podría recuperar su relevancia en el equipo, tal y cómo gozó entre diciembre de 2013 y marzo de 2014, cuando cayó lesionado. Hasta ese momento, el canario había irrumpido en el primer equipo con estruendo, y ganaba enteros en cada partido para ponérselo muy difícil a Ancelotti a la hora de configurar sus alineaciones.
Con capacida de hacer gol en el Camp Nou, Mestalla, La Catedral o el Calderón, la última gran perla de Valdebebas había iniciado el año sin demasiados minutos, a los que respondió Zidane poniéndose a su lado y animándole para que no decayera en su empeño, y con trabajo pudiera alcanzar el estatus que logró adquirir en su primera etapa en el primer equipo, que vio pausado por su grave lesión de la que todavía no ha logrado recuperarse, a nivel de rendimiento, todavía, también causado por la falta de continuidad que ha sufrido.