Tras un inicio fulgurante de la era Ramis, en las que el filial blanco solo conocía la victoria y mostrando un gran juego sin dejar opción a los rivales, la buena dinámica de los de Valdebebas ha echado el cierre. Tres derrotas consecutivas han hecho cambiar las tornas y hacen presagiar el peor final para los mirlos.
Sin mirar al pasado, solo pensar en el ascenso
Años atrás en los que el filial arrastraba una gran dinámica a lo largo de la temporada se fue a pique por los últimos partidos de la temporada, este año es diferente muy difícilmente quedará apeado de los cruces de Play-Off pero si la dinámica no cambia tendrán muy difícil asaltar el liderato que ahora posee el Barakaldo el cual está distanciado a 8 puntos.
Eso sí quedando todavía por disputar el partido entre ellos dentro de aproximadamente tres semanas en el que el Castilla ganando podría acercarse al liderato pero en el caso de salir derrotado de Lasesarre muy difícilmente podrá conseguir el tan preciado primer puesto y ahorrarse tener que disputar tres eliminatorias para conseguir el ascenso a la categoría de plata.
Clave la ausencia de Mayoral
Está claro que Mayoral aporta muchísimo al equipo no sólo a base de goles sino a base de juego y de garra, el ariete blanco en las últimas tres jornadas ha sido convocado con el primer equipo, a costa de ello Ramis no ha podido contar con él en los últimos partidos, aunque Borja sea una pieza clave de este conjunto no hay que achacar su falta a esta línea negativa que atraviesa el conjunto blanco.
Sin Mayoral, y a pesar de la vuelta de Mariano, el Castilla ha perdido tres partidos consecutivos
En el primer partido perdido por el conjunto de Ramis, tras enlazar siete victorias consecutivas, el resultado estuvo en el aire hasta el final. Cualquiera de los dos equipos hubiera podido hacerse con el choque, en un encuentro que estuvo marcado por la fuerte lluvia y el viento que imposibiltó a los pupilos de Ramis poder desarrollar el buen juego que venían mostrando en los anteriores envites.
En cambio en el último frente al Socuéllamos se vio un Castilla desconcertado, que no se supo sobreponer al primer gol local, y que vio como una de las piezas clave del conjunto, como es Marcos Llorente, tenía que abandonar el partido por un golpe en la rodilla derecha. De cara a gol, Mariano no anduvo fino, y a ello hubo que sumar el gran partido de la escuadra local.
El Real Madrid Castilla debe cambiar su manera de afrontar los partidos, y todo tiene que comenzar desde el próximo partido que disputará frente al filial del Getafe, en el que no estarán Lucas Torró por la doble amarilla que recibió en el último partido, ni Álvaro Tejero que vio la quinta amarilla y tendrá que cumplir ciclo, además de la casi asegurada baja de Marcos Llorente por lesión.