El galés es todo corazón, fe y ambición. Ahora tiene algo por lo que luchar, algo que siente de verdad y un escudo con el que se siente más identificado que nunca. El galés vivía en una anarquía constante hasta hace solo unos pocos meses, no se lograba adaptar al juego y en los partidos con espacios cerrados no conseguía encontrar la forma de desequilibrar.
Sin embargo, todo ha cambiado, el expreso de Cardiff se ha convertido en un autentico líder, en un jugador que no desconecta de los partidos y sobre todo que no cesa en su empeño de ser decisivo. Ya no le asusta el planteamiento que haga el rival, si el equipo contrario le deja espacios, hace gala de su velocidad y deja atrás a sus rivales como si de Usain Bolt se tratase; si por lo contrario el rival se encierra atrás y le corta la vía de la velocidad, el galés se vuelve un jugador más pausado y basa su desequilibrio en el disparo lejano y en el remate de cabeza, una virtud que ha pasado de ser un recurso a convertirse en su arma letal. Tal es su idilio con los cabezazos, que el 47% de sus goles son con la testa, cifras que hacen a los madridistas echar la vista al pasado y recordar con nostalgia a Santillana.
“El 47% de sus goles son con la cabeza"
De no haberse llegado a lesionar esta temporada, se podría estar hablando en la actualidad de el jugador con una mayor regularidad positiva de toda la plantilla blanca. Sin embargo, y dejando de lado esta suposición, Bale es sin duda un futbolista más maduro, más centrado y sobre todo más adaptado al ecosistema de la Liga BBVA, al que no se acababa de adaptar, pero que con el paso del tiempo ya se ha habituado y en el que ahora se mueve como pez en el agua por los diferentes campos de España.
Máxima referencia del equipo blanco en Vallecas y Anoeta
En los partidos ante el Rayo y la Real Sociedad se ha quedado solo ante el peligro. Cristiano y Benzema no han estado en estos partidos y el Real Madrid ha encontrado un líder en la zona ofensiva al que llevaba tiempo buscando. La temporada pasada, el conjunto blanco perdió la Liga por la falta de que otros jugadores aparecieran cuando Cristiano Ronaldo no estaba. Esta temporada el galés se ha encargado de que la historia no se vuelva a repetir, si se pierde la Liga no será porque el luso haya estado solo en la conquista. Bale llegó siendo un soldado prometedor, que ha pasado a ser el general blanco. A falta de comandante, el Real Madrid tiene a su general.