Temporadas atrás nadie dudaba de que Messi, Cristiano y Simeone eran los reyes de sus equipos, nadie amenazaba su dinastía y sus conjuntos dejaban el desequilibrio en sus manos. Cuando ellos no hacían acto de presencia, sus compañeros anhelaban su ausencia de forma exagerada, y el precio que pagaban sus clubes era demasiado caro.
Luis Suárez, un arma letal
35 goles en Liga. El jugador más regular del Barcelona durante toda la campaña, la palabra bajón no ha aparecido en su diccionario, y el alto nivel que ha mostrado el uruguayo se ha mantenido a lo largo de la temporada. Messi y Neymar han estado brillante durante muchos tramos de la campaña pero han sufrido bajones demasiado considerables, sobre todo en el tramo final de la Liga. Sin embargo, el charrúa siempre ha tenido el gatillo preparado para apretarlo y derribar de forma certera a sus rivales.
Lejos de pregonar a los cuatro vientos su gran nivel y regularidad, el nueve azulgrana ha seguido trabajando en silencio y los rivales han asistido atónitos a la efectividad del delantero de cara a puerta. Goles de todos los colores, de cabeza, con la derecha, con la izquierda, de volea, de penalti y sobre todo una capacidad para moverse entre líneas y de zafarse con la rivales que le han hecho la vida mucho más fácil a sus compañeros. Luis Suárez es aquel soldado que siempre dispuesto a dar la vida por su tropa.
Griezmann, 'el principito' quiere su trono
No todo son goles, aunque el francés de eso también ha andado sobrado, concretamente 21 tantos se ha apuntado en su cuenta. Sin embargo, ‘el principito’ ha sido algo más que un goleador, se ha convertido en el nexo de unión entre la grada y Simeone. El Atlético es un equipo que tiene varios líderes, aunque el mandamás es el entrenador, pero el ex de la Real Sociedad ha cogido los galones cuando las cosas se han puesto complicadas para el equipo rojiblanco. Sin ir más lejos, ante el Rayo y cuando el partido estaba totalmente atascado, el colchonero salió del banquillo y destrozó al equipo de Vallecas con un latigazo a bote pronto. Simeone estaba en la grada, pero allí estaba Griezmann para ser la referencia rojiblanca.
Los comienzos no fueron fáciles, Griezmann se tuvo que adaptar a la idea de fútbol de Simeone, una a la que no todos pueden habituarse, sino que se lo pregunten a Vietto, quien era un delantero imparable y con una proyección sin limite en el Villarreal y que está temporada está sufriendo un duro bajón debido al proceso de adaptación en el que está inmerso. Sin embargo, el francés está totalmente adaptado al ecosistema rojiblanco y el Atlético ha encontrado en su siete al indio jefe de la tribu que quiere aguarles la fiesta a los buenos de la película.
Bale, con la cabeza bien alta
Las lesiones han perseguido al tridente blanco formado por Cristiano, Benzema y Bale. Sin embargo, en este tramo final de temporada, el galés ha salido ileso y su estado de forma se encuentra mejor que nunca. Es un ave fénix que ha resucitado de sus cenizas, la temporada pasada en la que el de Cardiff no dio el nivel esperado, y que es el principal líder y amenaza ofensiva blanca en este final de temporada.
El comandante luso se ha lesionado y eso le ha obligado a perderse los dos últimos encuentros ligueros, eso el año pasado era sinónimo de un castigo cruel y sin contemplaciones para el conjunto blanco. Sin embargo, la figura de Bale ha emergido como un eclipse de sol que se puede ver desde cualquier lugar del mundo. Sus cabezazos están siendo derechazos que están dejando noqueados a sus rivales cuando más fuertes se sienten sobre la lona. El Real Madrid ha encontrado a su general, a falta de su comandante.
La Liga se decide en tan solo dos jornadas, pero gane quien gane, este año los ídolos que han llevado al equipo a ganar el campeonato doméstico serán distintos a temporadas pasadas. Luis Suárez, Griezmann y Bale merecen sentirse héroes después de tanto tiempo viviendo en la sombra.