No partía entre los favoritos, ni siquiera entre los posibles equipos llamados a dar la sorpresa, pero una vez más Italia demostró que más allá de los nombres, el ADN competitivo lo lleva impreso la elástica azzurra que visten sus jugadores. Tras pasar primeros dejando como segundo a Bélgica, y eliminar con solvencia y merecimiento a España, pusieron contra las cuerdas a otra de las grandes favoritas para llevarse la Eurocopa de Francia, que tuvo que llegar hasta el noveno lanzamiento desde los 11 metros para conseguir su pase.

La Alemania de Toni Kroos ya está en semifinales, pero lo hizo tras casi tres horas de duelo con los italianos. El futbolista del Real Madrid volvió a ser titular un partido más en el eje del centro campo, en un esquema novedoso que Löw implementó para el partido con cinco centrocampistas y tres defensas, en el que el teutón del conjunto blanco era el eje. Kroos disputó todo el partido, siendo el hombre que movía al equipo tanto con balones largos como en el juego combinativo, llevando el peso de la creación. 

Participó en la jugada del gol de Özil, y nada pudo hacer por evitar el penalti que realizó Boateng y que sirvió para igualar la contienda. Durante los 90 minutos de partido más los 30 de prórroga adicionales no se libró el empate, y llegaron los lanzamientos de penalti. Abrió la tanda para su equipo el propio Kroos, con un golpeo seguro a la derecha del portero que aunque Buffon adivinó, no logró detener ante la gran ejecución del germano.

18 penaltis después, y un marcador final de 6-5 les permitió avanzar hacia la semifinal. El próximo jueves a partir de las 21:00 horas se medirán a Francia, que dejó fuera a la gran revelación del torneo haciendo los deberes, e imponiéndose por un claro y contundente 5-2 que les sirve para llegar a la antesala de la gran cita, en un partido que muchos indican que podría ser la final anticipada.