Kroos salva los muebles en el estreno de Morata

El Real Madrid sumó su segunda victoria de la temporada ante un muy complicado Celta de Vigo que siempre estuvo metido de lleno en el encuentro. Morata se estrenó como merengue y Kroos puso la puntilla tras el empate de un Orellana muy participativo. Los de Zidane sumaron los puntos aunque no convencieron con su juego y les faltó intensidad en muchos tramos del partido.

Kroos salva los muebles en el estreno de Morata
El Real Madrid salva el primer encuentro con dificultades en el Bernabéu | Foto: Daniel Nieto - VAVEL
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Por Alberto Valero Mejía

La Liga empieza a carburar y los diferentes equipos que la conforman empiezan ya a tener necesidades. El Madrid necesitaba ganar el primer partido ante su afición para asentarse en la zona top de la clasificación, mientras que el Celta quería sumar sus primeros puntos del año tras caer contra el Leganés en el primer encuentro en Balaídos.

Berizzo tenía claro su plan para asaltar el Bernabéu y quedó patente desde el primer minuto. Con balón no había que perder la calma y sin él, presionar la salida de pelota blanca a partir de tres cuartos de cancha era clave. Los madridistas no dieron velocidad a la pelota en el primer tiempo y permitió que el Celta tocara con tranquilidad, pues la calidad de los hombres de la media y la delantera celeste permitía mantener el esférico hasta encontrar el espacio.

Modric como elemento primordial

El cambio de marcha que necesitaba el Real Madrid tenía nombre y apellidos: Luka Modric. El croata fue el primero en darse cuenta de la necesidad del equipo. En cuanto empezó a entrar en juego, a ofrecerse y a driblar con movimientos de cuerpo, el partido tomó otro color. Aunque no pudo hacer todo lo que habría querido, por él pasaron todas las jugadas peligrosas del equipo de Zidane.

Con un Morata resbaladizo y un Gareth Bale que parecía no poder esprintar al 100% de su velocidad, el Madrid apenas generó peligro. Disparos lejanos de Bale y Modric y un remate de cabeza fueron los únicos acercamientos merengues. Ni siquiera el croata consiguió hacer que el equipo generara como debería. El Celta, con un Orellana muy participativo, generó peligro a balón parado y con velocidad en ataque; Bongonda, el propio Orellana y “el Tucu” Hernández fueron lo más destacado del equipo visitante. Al descanso, con el empate a cero en el marcador, el Celta estaba haciendo su trabajo mientras que el Madrid aún necesitaba mucho más para adelantarse.

Morata se estrena como madridista

La segunda parte tuvo cinco minutos muy criticados por la grada del Bernabéu, pues el Celta se había hecho con el dominio y tuvo dos llegadas muy peligrosas para los intereses de Kiko Casilla. Pero tras el arreón inicial de los de Berizzo, el Madrid entendió que era el momento de poner toda la carne en el asador, como no había hecho durante todo el primer tiempo. De esta forma, tras tres ocasiones casi seguidas, llegaría el primero de la noche en Chamartín.

Tras un buen centro de Carvajal, Asensio perdonaría el mano a mano ante Sergio gracias a una gran parada del guardameta. El rechace, dividido entre Asensio y Morata, fue remachado por el delantero madridista para introducir el balón en el fondo de las mallas y abrir su cuenta particular en su nueva etapa de blanco.

Sin tiempo de celebrar, Orellana empató para los gallegos

Pero poco iba a durar la alegría para los madridistas, pues el siguiente disparo a puerta de los visitantes iba a suponer el empate a uno. Orellana, tras un buen ataque visitante que acabó en la frontal del área, disparó ajustado a un palo y con un Kiko Casilla fuera de sitio, demasiado adelantado. Así, el Celta empataba apenas cinco minutos después de haber quedado por detrás en el marcador. La grada del Bernabéu recibía entonces un jarro de agua fría y el partido parecía ponerse de nuevo cuesta arriba.

Kroos muestra su calidad

El Real Madrid ya había dispuesto en el terreno de juego a tres hombres ofensivos para tratar de llevarse los tres puntos. En primer lugar Lucas, después James y posteriormente Mariano reforzaron la ofensiva local. El colombiano fue el elegido para iniciar la jugada en la que Toni Kroos anotaría. Abierto en banda derecha recibió y tras perder la pelota, al recuperó rápidamente y tocó para Lucas Vázquez. El canterano miró y, como suele hacer, eligió la mejor opción.

Su pase atrás a la frontal del área cayó perfecto a la carrera del número 8, un Toni Kroos que hoy sí subió al ataque en numerosas ocasiones. El alemán la pegó con rosca para anotar un tremendo golazo que sirvió a la postre para dejar los tres puntos en casa. El Madrid se defendió los últimos minutos, con cierto sufrimiento, y finalmente el Celta de Berizzo se fue del Bernabéu con las manos vacías.