Los 3854 kilómetros que separan San Sebatián de Donetsk no fueron impedimento para que se desplazaran tres centenares de aficionados donostiarras a Ucrania para presenciar el quinto encuentro de su equipo en Champions.

No es que la ciudad donde resida el Shakhtar tenga muchos atractivos turísticos, además se hace de noche a la hora de la comida en España y hace un frío poco saludable.

Más meritorio es, si se tiene en cuenta que la Real Sociedad tenía prácticamente pie y medio fuera de la Champions antes de iniciarse el partido.

Lejos de pensar em eso 300 aficionados realistas no tuvieron reparo alguno en cruzarse Europa y plantarse en la ciudad minera de Donetsk. Muchos pensaron que solo hay experiencias que solo se viven una vez y mejor no desaprovecharlas.

Los pubs, las inmediaciones del hotel de concentración de la Real y en menor medida las plazas de la ciudad tuvieron cierta tonalidad txuri urdin

Ya en el estadio, los tres centenares de aficionados vascos se dejaron oir por todo el Dobass Arena, pero poco los goles del Shakhtar, el juego de su equipo y el júbilo de la parroquia local ahogaron las gargantas de los 300 héroes guipuzcoanos.