Un derbi sin brillo pero muy efectivo

La Real Sociedad se hizo con los tres puntos en un derby marcado por la falta de calidad en el juego pero un esfuerzo titánico de ambos conjuntos. Dos goles en los minutos finales de cada tiempo dieron la victoria a los blanquiazules que siguen su particular escalada en la tabla clasificatoria.

Un derbi sin brillo pero muy efectivo
Antoine Griezmann celebra con sus compañeros el primer gol de la Real Sociedad (fuente: Diario Vasco).
ikerestala
Por Iker Estala

Antoine Griezmann no podía faltar en un encuentro tan importante como un derby. Cuando falla el juego, el balón no corre como lo suele hacer habitualmente, la calidad del francés es determinante para solventar un encuentro como el jugado frente al Athletic de Bilbao. Solo cuando Griezmann se enchufó al partido, a partir del minuto 35 de juego, la Real Sociedad dio muestras de peligro e inquietó la meta de los bilbaínos.

Nadie parecía querer llevar la responsabilidad en Anoeta. La Real Sociedad se encontraba muy cómoda ante la poca profundidad de los bilbaínos y estos, aunque dominaban el centro del campo con un generoso Mikel Rico, no podían superar la tela de araña tejida por Jagoba Arrasate en el centro del campo txuri urdin.

Imprecisiones y falta de efectividad

El Athletic entró al partido apretando la salida del balón de la Real Sociedad y eso hizo que los donostiarras tuvieran que cederlo y hacer las transiciones defensa y ataque buscando a Xabi Prieto e Imanol Agirretxe por arriba. Cuando los txuri-urdin rompían el centro del campo comandado por Mikel Rico y Ander Herrera comenzaban los problemas para los rojiblancos.

El propio Jagoba Arrasate reconocía en sala de prensa que “la Real Sociedad no había hecho un buen partido frente al Athletic” por lo menos en ataque pero subrayó el esfuerzo y el acierto en el trabajo defensivo.

En el área contraria, en la defendida por Claudio Bravo, los rojiblancos se diluyeron como azucarillos. Tuvieron mucho más el balón, dominaron el encuentro pero fueron incapaces de inquietar la meta defendida por Claudio Bravo. El muro organizado por Jagoba Arrasate, con Iñigo Martínez y Ansotegi en el centro de la defensa y con un inconmensurable Markel Bergara por delante de ellos, fue determinante para que dicho dominio no fructificara y se desbarataran todas las ocasiones de gol en la portería de la Real Sociedad.

En uno de los pocos errores de marca que cometieron los blanquiazules llegó la primera ocasión de los leones. Una oportunidad clara de gol que Gurpegui tuvo en un remate de cabeza pero que se fue fuera junto al poste izquierdo de la portería de Bravo.

Por el contrario, las mejores ocasiones de gol de la Real Sociedad llegaron a balón parado y cuando se activaron tanto Carlos Vela como Antoine Griezmann. Las conducciones de Vela, sus regates así como los desmarques del francés trajeron por la calle de la amargura a los defensores visitantes. Los jugadores del Athletic de Bilbao sólo fueron capaces de detenerles a base de faltas.

Nuevo gol de Griezmann

El francés no faltó a su cita habitual con el gol en el derby y, esta vez, fue un gol a balón parado, en jugada de estrategia y absolutamente clave para el devenir del encuentro. Corría el minuto 43 cuando el francés, en un corner botado desde la parte derecha, enganchó dos disparos consecutivos y supo batir a Iraizoz. La Real Sociedad se adelantaba en el marcador a falta de 2 minutos y tenía el descanso para volver a enfocar la segunda mitad con ventaja en el luminoso.

Segunda mitad de sufrimiento para los locales

El Athletic salió a intentar nivelar el marcador lo antes posible. Los de Ernesto Valverde volvieron a coger la manija del encuentro y gracias a su presión en el centro del campo encerraron a la Real Sociedad en su área. No obstante, y a pesar de la presión bilbaína, los blanquiazules estuvieron agobiados pero no pasaron ningún apuro. Es más, el primer lanzamiento de los rojiblancos entre los tres palos llegó en el minuto 75, en un lanzamiento de Ander Herrera que Bravo detuvo sin ningún apuro.

Llegados a los últimos minutos del encuentro, en los que Iker Muniain buscaba en solitario alguna ocasión para igualar el encuentro, la Real Sociedad consiguió el gol de la tranquilidad. La jugada fue precedida por un saque de esquina de los visitantes cuando el balón llegó a las manos de Bravo. En una de esas jugadas típicas de la Real Sociedad, el guardameta chileno lanzó en largo a Chory Castro, este cedió a Seferovic quien abrió el balón a la banda derecha a Rubén Pardo. Este, con gran sangre fría, regateó a un contrario y fusiló a Iraizoz para colocar el segundo gol en el marcador. No dio tiempo a mucho más.

El derby, al igual que el año pasado, se quedó en casa, era txuri urdin. Tres puntos más que engordan la saca de los donostiarras que firman una racha de cinco encuentros logrando la victoria. Un gran regalo adelantado en víspera de reyes.