De lo malo, lo mejor

Iñigo Martínez es probablemente el jugador más en forma de esta Real Sociedad. Indiscutible para todos los entrenadores que han pasado desde que subiera al primer equipo. Destaca por su seguridad en las labores defensivas, su buen trato con el balón y la visión de juego en la primera línea de posesión además de ser un peso pesado en el vestuario, lo que se ve cuando actúa de “capitán” sin ser quien lleva el brazalete.

De lo malo, lo mejor
Iñigo Martínez. De lo malo, lo mejor
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Por Alberto Martínez García

El central de 23 años es uno de los activos más valiosos que tiene hoy en día la Real Sociedad, estando en la línea de Carlos Vela, estrella del equipo. Ha sido tentado varias veces por los grandes de Europa y tiene una cláusula de rescisión de 30 millones de euros. Relativamente baja para su calidad y condición, y asequible para muchos si se tienen en cuenta las cifras y los datos del mercado del fútbol actual. Así el club, sabiendo de su importancia dentro y fuera del campo, debe tener un trato y cuidado especial con el defensa.

Remates de cabeza y auténticos golazos

El vizcaíno, tiene un poderío por alto fuerte lo que le hace un jugador realmente apto a la hora de incorporarse al remate en las jugadas de balón parado de su equipo. Es en este tipo de acciones donde ha conseguido los dos goles que ha anotado durante esta temporada, contra el Real Madrid y Córdoba.

No obstante, el 6 de la Real será siempre recordado por sus tantos durante la temporada 2011-2012, en la que ya era indiscutible en las alineaciones del por entonces entrenador Philippe Montanier, aun con el número 26 en la espalda. En esta temporada el joven jugador demostró su buen golpeo en largo marcando dos goles de una factura maravillosa al ser desde una distancia mayor a los 50 metros y desde su propio campo. El primero se dio en la jornada 7, en un encuentro especial al ser un derbi contra el Athletic, aunque lo impresionante del tanto quedo en un recuerdo amargo ya que el equipo acabo perdiendo por 1 a 2. El segundo, contra el Betis y en la jornada 14 sí que tuvo una gran trascendencia, pues se ejecutó en el tiempo de descuento y sirvió para dar los tres puntos al conjunto realista, quien visitaba el Benito Villamarín en puestos de descenso y con un entrenador realmente cuestionado.

Regularidad, buen hacer y compromiso en una temporada negativa en lo colectivo

Iñigo es uno de los pocos jugadores de la plantilla que están mostrando un buen nivel esta temporada, que en el conjunto puede ser catalogada de mala o muy mala. Es junto a Carlos Vela, Sergio Canales y Gerónimo Rulli uno de los pilares en los que se sustenta la desecha y destrozada ilusión de los aficionados. Estos confían en el de Ondárroa como el jugador clave para mantener el orden y la coherencia en la línea defensiva, donde por el contrario no acaba de encontrar acompañantes claros debido a las continuas lesiones que por suerte él ha podido evitar.

La importancia que tiene el central para el equipo queda recalcada en el hecho de que es el jugador de la plantilla que más minutos ha disputado, con una cifra total de 1883, logrando la confianza de los tres entrenadores que han pasado por el banquillo de Anoeta , contando el dirigido por Asier Santana como técnico interino. Actitud completamente lógica al poder alinear a un jugador completo, que da seguridad atrás y opciones de ataque más adelante, quien además puede ser una baza a la hora de las acciones a balón parado y que suele ser el responsable de codearse con los delanteros de mayor calidad del equipo contrario. Para más inri, su carácter y su afán de lucha muchas veces es contagiado a los demás compañeros y es una actitud siempre aplaudida por la grada que es consciente del buen hacer del vizcaíno.

Jugador a cuidar y blindar

Jugador jóven y muy válido, con una claúsula asequible para los grandes

Sabiendo de su calidad, su juventud y su carácter, el club tiene en Iñigo Martínez a un activo humano que cotiza en alza en el mercado futbolístico. Jugador que aun teniendo 23 años, cuenta con bastante experiencia en primera división y con una ambición y ganas que a veces parecen no casar con las del resto del equipo.

Es por esto que la cláusula de 30 millones de euros puede ser insuficiente para mantener en nómina al jugador quien fácilmente puede ser tentado, como ya lo ha sido, por grandes equipos europeos en los que podría tener un protagonismo alto ya que tiene cualidades aptas para ello.

Contando con una hipotética marcha, la actual directiva tendría un grave problema al deshacerse durante su mandato de la mejor hornada de jugadores que ha dado Zubieta en mucho tiempo. Aunque con ello tendrían mayores facilidades de financiación para la remodelación de Anoeta, lo que se pretende que sea junto a Vela, el fichaje estrella en el mandato de Jokin Aperribay.