Iñigo y Reyes, una defensa de competencia

Iñigo Martínez y Diego Reyes no han tenido demasiado tiempo para demostrar todas sus capacidades futbolísticas pero van camino de convertirse en la pareja de centrales de la Liga BBVA si mantienen el nivel mostrado en los dos primeros partidos disputados. La endeblez defensiva, el caballo de batalla de Moyes desde que llegó a Donostia, ha dejado de ser un problema.

Iñigo y Reyes, una defensa de competencia
Iñigo y Reyes, una defensa de competencia
ikerestala
Por Iker Estala

Desde la llegada de David Moyes a la Real Sociedad, la obsesión del entrenador escocés ha sido corregir la endeblez defensiva y la nula capacidad de mantener su puerta a cero. Moyes se pasó media temporada pasada intentando corregir las lagunas en las líneas de contención y tan pronto como lo hizo, los txuriurdin salieron de la zona de peligro y apuntaron hacia puestos más altos.

En este proceso probó todos los argumentos que el club le había dado. Siempre manteniendo a Iñigo Martínez como único elemento fijo en defensa, lo acompañó de los jugadores capacitados para ocupar ese puesto. No obstante, y dadas las lesiones que los zagueros arrastraban, poco pudo probar y tuvo que tirar del siempre profesionalisimo y cumplidor Ansotegi.

Un defensa de altura

Con el inicio de la pretemporada, la confirmación de la llegada del jovencísimo central internacional mexicano Diego Reyes, la incorporación de un Raul Navas repescado del Eibar, parecía que algunos de los problemas de Moyes habían finalizado. Tenía jugadores que, no habiéndolos encontrado en la plantilla actual, podían ayudarle a que acompañaran a Iñigo Martínez en el centro de la defensa y cerrar de una vez por todas el agujero que la pasada temporada fue la zaga txuriurdin.

Diego Reyes, con la Copa de Oro en el zurrón, llega a la Real Sociedad para convertirse en un gran central

Sin pretemporada en su nuevo equipo, dado que el central mexicano estuvo disputando con su selección la Copa de Oro, y sin las oportunidades que esperaba tener en el Oporto de Julen Lopetegui, llegó Diego Reyes a Donostia entre una gran expectación y las lógicas dudas de los aficionados. Pero han servido tan solo dos partidos para pensar que la Real Sociedad ha dado con la tecla de haber encontrado un muy buen central que puede hacer un gran tandem con Iñigo Matínez, uno de los centrales más solventes de la Liga BBVA.

Primeros minutos y primeras sensaciones

No se han disputado más que dos jornadas, la Real Sociedad no se ha enfrentado a dos conjuntos aspirantes al título y de gran pegada goleadora, pero ambos defensores han demostrado varias cosas, la primera de ellas que aún no habiendo realizado la pretemporada juntos, dos buenos jugadores se entienden a la perfección en el terreno de juego.

Ni Reyes ni Iñigo han visto ninguna tarjeta amarilla en los dos partidos disputados

David Moyes lo tiene claro y son fijos en las alineaciones. Hasta la fecha han sido titulares y han completado sin fallos los dos encuentros, tanto que Gerónimo Rulli no ha tenido que volverse a la portería y sacar ningún balón desde el fondo de la red. Es más, tal es la eficacia y la buena colcación en el terreno de juego de ambos centrales que ninguno de ellos ha recibido ni una sola tarjeta amarilla. Señal de que su concentración y acompañamiento del juego han sido del 100%.

Tan solo han sido 180 minutos, pero miutos suficientes para ver que tanto el zurdo de Ondarroa como el mexicano se entienden a las mil maravillas. El trato del balón y su salida hacia jugadores que puedan llevar peligro al área rival es mucho mayor que la pasada temporada e incluso Iñigo Martínez se ha atrevido a salir en conducción buscando parcelas del campo que habitualmente no son suyas. Las palabras de elogio que se transmiten mutuamente y la tranquilidad que ofrecen Iñigo y Diego tanto al equipo como al guardameta son parte fundamental de la mejoría defensiva de los txuriurdin.

Las jugadas de estrategia pueden ser claves para la Real Sociedad esta temporada

La defensa no ha sido la única beneficiada del buen estado de forma de estos dos jugadores. La llegada de Reyes ha traído también consigo la incorporación de un buen elemento en jugadas de estrategia. La contundencia en el salto así como su altura le permiten a Reyes sumarse al ataque en jugadas a balón parado y demostrar que su potencial sumado al de Iñigo puede ser una muy buena baza para la Real Sociedad esta temporada. Su remate en el encuentro frente al Sporting de Gijón (el árbitro pitó fuera de juego) que el guardameta visitante desbarató con una gran parada, es el mejor ejemplo de lo que Reyes puede aportar al equipo.

Ansotegi y Mikel, damnificados

La Real Sociedad es la más beneficiada de la dupla defensiva compuesta por Iñigo-Reyes aunque en estos casos siempre hay una parte más amarga y hay jugadores que se convierten en damnificados. Y estos no son otros que Jon Ansotegi, Mikel González y Raul Navas que ya saben que no jugaran a excepción de que, siendo la temporada tan larga, alguno de ellos se lesione o su rendimiento físico baje muchos enteros.

Tal es la realidad que incluso en el mercado de fichajes tanto Mikel González como Raul Navas han estado a punto de abandonar la disciplinaha txuriurdin. El de arrasate ha decidido continuar en la Real y luchar por un puesto en el once titular algo que cuando el equipo llegó a la Champions League era del todo segura pero que ha cambiado dado su mal estado físico, las lesiones y sus actuaciones irregulares. En cuanto a Navas, actualmente recuperándose de la opoeración de pubis a la que fue sometido, la LFP impidió que fuera cedido al Sporting de Gijón por problemas burocráticos del club asturiano.

El papel de Jon Ansotegi es muy parecido pero en este caso el de Berriatua sabe cuál es su rol dentro del equipo. Su trabajo, su tesón y compromiso con el club le valieron la confianza del mister escocés así como la renovación de su contrato por un año y Ansotegi se limitará a entrenar con profesionalidad, de forma callada para mantener la forma para cuando David Moyes pueda necesitarlo. Así sucedió la pasada temporada y Ansotegi cumplió con creces con el trabajo encomendado.