A la vista de todos está que el comienzo de temporada de la Real Sociedad no ha sido el esperado, ni para aficionados ni para los jugadores, técnicos y directivos del club realista, más si cabe cuando en verano se hablaba de un inicio de calendario favorable a los intereses de los txuri-urdin. Un inicio de temporada en el que Anoeta no ha sido el fortín de antaño, cediendo la Real dos empates y una derrota, teniendo que conocer la primera victoria lejos, muy lejos de San Sebastián, y en la jornada cinco.
Preocupados con la situación de Vela
En este aciago arranque competitivo hay un jugador cuya situación preocupa tanto como el propio rumbo en Liga, y no es otro que el mexicano Carlos Vela. El ariete mexicano, como viene siendo habitual desde que llegó a San Sebastián, no pudo realizar la pretemporada con normalidad, en esta ocasión por disputar la Copa Oro con su selección, de la que además llegó lesionado.
Vela es un enamorado de la NBA
Esto no debiera de pillar sorprendido a mucha gente, porque es una tónica habitual, pero sí que durante el mercado estival sucedió algo que hizo saltar las alarmas; los rumores sobre su intención de abandonar la entidad realista rumbo a Estados Unidos, y su posterior enfado con la directiva por negarse a negociar.
Dichos rumores se alimentaron además por el silencio del propio jugador que no mostró en redes sociales ningún gesto o mensaje de alegría por volver a ver a sus compañeros, pero en cambio sí que utilizó ese canal para facilitar al Athletic en su contundente victoria en la Supercopa frente al FC Barcelona, levantando además con ello ampollas en el seno de la afición realista.
Inicio de liga ilusionante
Moyes alabó la pareja Vela-Jonathas
No obstante, en las dos primeras jornadas, y pese a que se veía que no estaba al cien por cien físicamente, ilusionó a los realistas que veían como el azteca se asociaba muy bien con Jonathas, en una pareja que podría conseguir muchos goles pese a que por entonces ninguno de los dos logró anotar. Mejor dicho, ni ellos ni ningún realista.
Con el paso de los días, y de los partidos, comenzó de nuevo el “run-run” alrededor de Vela, aunque esta vez en torno a su figura física, con comentarios y publicaciones que iban desde que “no estaba aún recuperado de la lesión”, pasando porque el jugador no estaba rindiendo a tope a propósito, y acabando por las afirmaciones de que el jugador estaba “gordo”.
Obviando por el momento las polémicas declaraciones que hizo el propio Vela, que incendiaron aún más las críticas en torno a su persona, pero que no es el eje central de este artículo, el debate sobre su estado físico sigue estando de actualidad, para desgracia de todas las partes implicadas, el jugador, el club y los aficionados.
¿Está Vela pasado de peso?
Partiendo de la base de que no opino que esté gordo, no lo opino de ningún jugador de la plantilla realista, es cierto que no está en su nivel óptimo, por varios motivos. El primero, y siempre desde mi punto de vista, es el anímico. El jugador no quiere seguir, y así es imposible pedirle al cuerpo que esfuerce al límite, y más en un jugador como Vela, que no es el arquetipo de deportista que se esfuerza al cien por cien, si no que son sus habilidades innatas las que lo convierten en un gran jugador.
Por otro lado está el aspecto físico. El jugador llegó tarde y mal de la concentración con México, por lo que aún está inmerso en una particular pretemporada de la que debe dar pronto conclusión si quiere acabar de una vez por todas con el ruido a su alrededor. Siempre y cuando él quiera acabar con ello, claro está.
En la mano de Vela solucionarlo
Por todo ello, el principal problema y solución de este asunto se halla en el propio Vela, que si bien no se encuentra en el mismo tono físico que suele estar, o debiera estar, tiene en su haber la posibilidad de reconducir esta situación durante el tiempo que permanezca en Donosti, que ese es otro tema bien distinto.