Pasan las jornadas y el efecto Eusebio se diluye como un azucarillo poco a poco. Si después del partido contra el Dépor todo eran buenas sensaciones y cantos de sirena, la goleada del Sporting ha devuelto a la Real a la cruda realidad. Y es que en términos de juego y regularidad está más cerca del 5-1 del Sporting que del brillante partido ante el Dépor en Anoeta, que no sirvió para ganar, todo sea dicho. Y es que la Real solo ha ganado uno de sus últimos seis partidos, un dato bastante preocupante ya que se asemeja a los números de los equipos que están en descenso.

La temporada pasada, con David Moyes en el banquillo, la Real también jugaba en casa en la jornada 22 después de sufrir una goleada, pero fue ante el Real Madrid por 4-1, y no cinco y ante el penúltimo clasificado. En aquella ocasión la Real iba 12ª en la tabla clasificatoria, por la 15ª posición que ocupa actualmente. En la jornada 22 recibió al Celta en Anoeta, partido que acabó 1-1 con goles de Agirretxe por la Real y Nolito en el Celta casi al final del partido. Después de aquel empate jugó siete partidos más de los cuales solo perdió uno (Valencia 2-0 Real Sociedad) y consiguiendo una racha de tres victorias consecutivas.

No parece que esta Real vaya a conseguir estar ocho jornadas perdiendo solo un solo partido y ganando tres de ellas consecutivas, por lo que se antoja algo complicado hacer una comparación que lleve al optimismo. Contra el Betis, será un duelo clave para afrontar un calendario que a priori es factible para conseguir una racha similar a la que consiguieron con Moyes en la 2014-15, pero la Real de esta temporada deja muchas más dudas que la anterior. El sábado ante el Betis es el momento de revertir una situación poco favorable para los donostiarras.