La defensa, cuna de los éxitos de cualquier equipo. Las victorias de fraguan desde la zaga. Ese fue el planteamiento de Miroslav Djukic, que decidió dar continuidad a la defensa de la temporada pasada, sumando dos refuerzos de total garantías. Así es como Rukavina, jugador muy conocido por el míster serbio, y Sereno, en su segunda etapa como albivioleta, llegaron a Zorrilla.

Merced a la llegada del lateral balcánico, Mikel Balenziaga y Carlos Peña se jugarían la plaza en el carril zurdo. Una duda que se disipó rápidamente, al ser el lateral vasco el elegido en la primera jornada de Liga. Un puesto que solamente que no soltaría salvo por obligación. Por su parte, Peña ha disputado menos encuentros que la temporada anterior, viéndose relegado al banquillo; pero ha sabido guardar la compostura, actuando con total brillantez cuando así le ha necesitado su técnico, tanto en el costado como en el puesto de central, novedoso para el jugador salmantino.

Una defensa que ha funcionado con corrección durante gran parte de la temporada, tanto de manera defensiva como ofensiva. Como si de dos centrocampistas se tratasen, la pareja de centrales adelantaba su demarcación a la hora de sacar el cuero jugado, ayudando así a los centrocampistas en su función de distribuir. Por otro lado, los laterales han sido dos puñales ofensivos, con constantes subidas y centros al área, convirtiéndose en una de las mejores armas en ataque del Real Valladolid.

En cuanto a su verdadero deber, impedir los goles del contrario, el Real Valladolid ha finalizado como sexto equipo más goleado de Primera División, o lo que es lo mismo, el decimocuarto menos goleado. Una cifra que puede parecer elevada, pero que ha servido con creces para lograr la salvación de manera holgada.

En resumidas cuentas, Miroslav Djukic puede estar satisfecho del trabajo de la defensa, una demarcación que conoce a las mil maravillas y que trabaja día a día para lograr su máximo rendimiento. A pesar de pasar apuros durante la temporada, como los problemas que se hicieron patentes a balón parado, ha sabido solucionarlos y mejorar al equipo, logrando así llegar a buen puerto.

Rukavina

Una de las revelaciones de la Liga, según la UEFA. El lateral serbio, llegado desde Segunda División alemana, se ha convertido en uno de los mejores jugadores de su equipo. Futbolista muy correcto en defensa, y una autentica locomotora en ataque. Sus constantes subidas, sumadas con su completo entendimiento con el alemán Ebert, han logrado un sin fin de oportunidades para su equipo.

Su gran papel le erigió como indiscutible en el equipo, teniendo el récord de más minutos disputados de la Liga durante muchas jornadas. Gracias a esto, se ha convertido en un caramelo en el mercado, pues Miroslav Djukic podría llevarse consigo a su compatriota a su nueva aventura en Valencia.

Balenziaga

Tras la temporada pasada, jugando a pierna cambiada, el lateral vasco tenía la posibilidad de ocupar su puesto natural. Ganándole el puesto a su compañero Peña, ha sido el elegido por Djukic en la mayor parte de los encuentros. Un portento físico en defensa, y también en ataque, subiendo la banda sin cansancio. En este aspecto, el ofensivo, ha estado por debajo de Rukavina, dado que el serbio posee una mayor vocación ofensiva, pero su aportación también ha sido beneficiosa para su equipo.

Merced a su gran temporada, su posible vuelta al Athletic está cada vez más cerca,; de concretarse esta, sería una gran pérdida para el Real Valladolid, puesto que el trabajo, compromiso y esfuerzo del vasco por los colores blanquivioletas son motivo de alabanza.

Peña

Con un rol diferente al de la campaña anterior, actuando como un futbolista secundario, ha sabido adaptarse a ello y disputar minutos de calidad. Debido a las bajas, Djukic tuvo que echar mano del charro para ocupar el puesto de central, algo que a priori parecía un experimento que saldría mal, dada la vocación ofensiva de Peña, pero que, al contrario, fue todo un éxito. A su vez, cuando ha ocupado su puesto natural también ha sido un recambio de garantías para Balenziaga; el salmantino se ha ganado justamente su renovación.

Sereno

Quizás el menos regular de los tres centrales del equipo; empezó la temporada relegado al banquillo por la titularidad de la dupla Rueda – Valiente, pero rápidamente tuvo que entrar por diferente problemas de sus compañeros. De menos a más, parecía que terminaba la temporada en muy buena forma, pero por motivos desconocidos su final de campaña ha brillado por su ausencia.

El portugués se ha ganado ser un fijo en las convocatorias de su selección, a pesar de no haber llegado a debutar en partido oficial. Su futuro próximo estaría ligado a la entidad pucelana, donde ya ha admitido sentirse muy a gusto.

Rueda

Una larga lesión le privó de disputar más encuentros, pero su actuación ha sido brillante en todo momento. A parte de los clásicos despistes que puede tener cualquier defensa, ha sido uno de los mejores jugadores de su equipo a nivel defensivo. Ayudando también en tareas ofensivas, sacando el balón jugado e incluso actuando en su puesto original, el centro del campo, como ocurrió en Valencia. El compromiso del extremeño por el Real Valladolid ha estado latente durante toda la temporada.

Valiente

Por último, el jugador de más calidad de la parcela defensiva albivioleta. Con una clase natural para sacar el balón jugado, su punto débil ha vuelto a ser las lesiones. Apartado del equipo en fases del campeonato por diferentes problemas, es su único pero, si bien no tiene la culpa de ello, su preparación física debe cambiar en determinados aspectos. A pesar de ello, es uno de los miembros de la columna vertebral del Real Valladolid, que debe cimentar las obras de próximas campañas.

Fotos: Real Valladolid