El cuadro de Juan Ignacio Matínez volvió al trabajo después de embolsarse tres puntos más en el casillero que, aunque no salvan al equipo de estar en los puestos de abajo, bien sirven para retomar la confianza y estar un poco más cerca de la salvación. La de ayer fue una victoria balsámica pero también pírrica, hasta cuatro jugadores del once tuvieron que ser atendidos al terminar de la contienda.
Óscar, Guerra, Rukavina y Mitrovic fueron los hombres que salieron magullados del choque, sobre todo el último, que no pudo tener un debut más accidentado. A estas bajas ocasionales se suman las de los lesionados Osorio, Valiente y Alcatraz, que, poco a poco, progresan adecuadamente y no tardarán en entrenar con el resto del grupo.
Ebert se ejercitó a las 9:30 de la mañana, en solitario, régimen que llevará a cabo hasta que se cierre el expediente abierto por el club, y se decida lo que finalmente se hace con él dado que el propio jugador ha mostrado publicamente su descontento y ganas por desvincularse de la franquicia blanquivioleta; autoexcluyéndose ayer de la convocatoria ante el Villarreal.