Fragilidad defensiva, nulidad ofensiva

El Real Valladolid volvió a caer derrotado en una salida lejos del José Zorrilla, está vez en Anoeta, donde la Real Sociedad hizo bueno el solitario gol de Carlos Vela para superar a unos albivioletas que merecieron el empate, pero no acertaron a puerta. La dificultad que posee el conjunto de Juan Ignacio, de cara a puerta, es uno de los principales problemas y razones para la situación actual que vive. En Anoeta, esto se vio reflejado, junto con las complicaciones defensivas.

Fragilidad defensiva, nulidad ofensiva
Mitrovic, desolado, tras la derrota. (Foto: Real Valladolid).
cesar_aldecoa
Por César Aldecoa Rodríguez

El Real Valladolid acudió a Anoeta con la idea de regresar con, al menos, un mínimo premio de su visita a tierras vascas. Juan Ignacio, dispuso sobre el césped toda su artillería desde el pitido inicial, apostando por Víctor Pérez y Larsson, en detrimento de Rossi y Valdet Rama, respecto a la jornada anterior. Quien sí continuó siendo de la partida fue Jaime, quien parece haberse ganado la confianza de su técnico, más aún con la notable actuación ante los txuri-urdin, para terminar por segunda temporada consecutiva siendo el guardameta que defienda la portería pucelana en la recta final del campeonato. Finalmente, la historia volvió a tener un mismo final, con laderrota por la mínima.

Si bien, y al contrario de lo que sucediera en anteriores visitas, esta vez sí el equipo mostró garra, hambre de victoria, intensidad para buscar los tres puntos desde el pitido inicial. Pero no todo es fuerza y tesón, para lograr introducir el cuero dentro de las mallas rivales hace falta algo de ‘fútbol’, de chispa de cara a puerta y magia por parte de tus jugadores más significativos. Eso fue exactamente lo que faltó, durante todo el encuentro, al Real Valladolid. El dominio inicial en la primera parte, y durante toda la segunda mitad, no se convirtió en un peligro aparente para Bravo, quien apenas tuvo que intervenir.

Cuando un equipo no es capaz de conectar con su delantero centro, en excelente forma durante todo el campeonato, lograr el gol es una tarea complicada. No siempre se encuentra el premio de un centro medido, o una jugada individual, hace falta crear peligro a partir de la línea de tres cuartos, algo que a día de hoy el Real Valladolid no puede presumir de hacer. El tanto de Vela despertó la furia local, por lo que el segundo tramo de los primeros 45 minutos son, más si cabe, ejemplo de lo que no debe hacer un equipo para lograr la salvación. A lo largo del partido, se pudo ver a un Óscar con la pólvora mojada, con la mirilla desviada, algo sorprendente para él, puesto que tan solo unos meses atrás era un futbolista que disparaba al blanco siempre que se lo proponía.

A pesar de que el Real Valladolid dio sensación de dominio tras la reanudación, la Real tan solo temió por el empate en acciones aisladas del juego. Con jugadores como Larsson, Jeffren, Omar y Valdet Rama, los albivioletas fueron incapaces de percutir por banda o realizar diagonales para llegar hasta línea de fondo y poner buenos centros. Fueron los laterales, con excesivas subidas por banda, pues estas no eran seleccionadas y al final la sorpresa que puede suponer ver a dos defensas subidos al ataque se tornó en costumbre; los que se encargaron de tratar de surtir balones a la delantera. Centros frontales, francos para la zaga local, inservibles para un Javi Guerra desquiciado.

En definitiva, el mayor problema pucelano fue la media punta, la línea que ha de crear juego, generar peligro con desbordes o rápidas combinaciones, que antaño lo lograba, pero que ahora se ha tornado en una inservible demarcación que no hace sufrir a sus rivales.La nulidad ofensiva blanquivioleta, es aparente.

Las jugadas de estrategia, inservibles

El Real Valladolid lanzó once córners, no remató ninguno

Sorprendente es, para un aficionado que no viera el encuentro, mirar las estadísticas y ver que el Real Valladolid lanzó hasta un total de 11 saques de esquina. Un punto de ataque, puede pensar, pero nada más lejos de la realidad, esta más que decena de córners no generó, en ningún momento, peligro a la meta de Claudio Bravo. El arquero chileno pudo controlad y despejar, por medio de su defensa, todos los intentos albivioletas desde la esquina. Cabe destacar, que hasta tres hombres diferentes botaron estos córners: Valdet Rama, Víctor Pérez y Jeffren. Algo que deja ver, sin lugar a dudas, que Juan Ignacio no encuentra le tecla para volver a crear peligro con la estrategia. La marcha de Ebert, y los constantes cambios en el lanzador, son algunas de las razones.

Lo mismo sucedió con las faltas cercanas al área, incluso con una cesión, un tanto ridícula, de la Real Sociedad dentro del área. Carlos Peña lo intentó en ambas ocasiones, realizando envíos sin precisión y disparando directamente fuera. De lo que era antes uno de los puntos fuertes del Real Valladolid en su faceta ofensiva, con grandes goles con envíos falta, como el que dio la victoria ante el Villarreal; o desde la esquina, el doblete de Osorio ante el Elche; se ha convertido en una imprecisión constante.

Los problemas defensivos siguen condicionando

Vela recibió dentro del área, sin oposición ni seguimiento

Aunque solo anotó un gol, la Real Sociedad pudo sentenciar en la primera parte, encontrándose con un gran Jaime, todo moral y reflejos. El arquero pucelano evitó el 2-0 en diversas ocasiones, con paradas a bocajarro de gran nivel. O lo que es lo mismo, los txuri-urdin superaron a la zaga visitante con pasmosa facilidad en este periodo del choque (único en el que la Real fue en busca del segundo). El gol de Vela, auténtica obra de arte, también llegó gracias a la facilidad otorgada por la defensa pucelana. Rubén Pardo pudo pensar en la frontal, y servir un pase por encima de la zaga al desmarque del ariete mexicano, que definió con una exquisita vaselina.

Ni Carlos Peña ni Mitrovic siguieron al sudamericano, que entró al área sin oposición alguna. Detalles que marcan partidos, y que pueden terminar siendo decisivos para una salvación. Cierto es que, en Zorrilla, este detalle se ha corregido en mayor medida, pero lejos de Castilla continúa siendo el talón de Aquiles de un conjunto que no vence como visitante desde octubre del año pasado.

El encuentro se resume en dos palabras, dominio inservible. El 53% de posesión a favor de los blanquivioletas no significó peligro alguno, y terminó por matar a un equipo que abusó de la horizontalidad en ciertos momentos del desarrollo del choque. Aspectos a mejorar, de primeras ante el Almería este próximo domingo, y que han de continuar hasta final de temporada para así, poder lograr el objetivo.

Fotos: LFP | Real Valladolid.