El choque disputado ayer en el feudo rojillo estuvo lejos de ser un canto al fútbol y se convirtió en una batalla física en la que ambos conjuntos estaban más pendientes de no perder que de intentar ganar, sabedores de que a falta de 6 jornadas para el final de esta campaña futbolística 2013-2014 cualquier error por mínimo que sea te puede condenar a disputar la siguiente temporada en la división de plata del fútbol español.

Malas sensaciones

Que el conjunto de Juan Ignacio Martínez no disputó un buen partido en el Sadar en la noche de ayer, está claro. A pesar de esto, el equipo local tampoco puso en serios aprietos el marco defendido por un Jaime que volvió a ser el mejor del conjunto pucelano.

Solo disparos desde fuera del área, mal defendidos por una zaga vallisoletana que reculaba en demasía hacia su propia área, hicieron temblar los cimientos de la portería pucelana con Cejudo y De las Cuevas como protagonista.

La falta de ayudas a los laterales, principalmente por la anarquía táctica de un Bergdich descolocado a lo largo de todo el partido y la mala defensa de las faltas laterales también hacía mantenerse con el corazón en un puño a los pocos aficionados blanquivioletas que se desplazaron hasta la capital pamplonica.

Falta de concienciación

En ocasiones, a lo largo de los 90 minutos de los distintos choques que ha disputado el Real Valladolid en las últimas fechas, se deja ver una desconexión preocupante en lo que al aspecto mental y de concienciación se refiere.

Como si los jugadores no fueran conscientes de que a falta de 6 partidos, se están jugando el ser o no ser, el mantenerse en una primera división del fútbol español que es imprescindible tanto a nivel económico donde todos somos sabedores de las penurias que está pasando el club, como a nivel deportivo y también para una ciudad para la que sería un mazazo el descender a segunda división.

Por eso la falta, en ocasiones de sangre, de llevar el cuchillo entre los dientes en cada jugada, de ser agresivos, hasta el límite en el que la agresividad deja de ser tal y se convierte en violencia, de algunos jugadores, comienza a ser sangrante e incomoda a los seguidores pucelanos.

5 partidos, 5 finales

Tan solo quedan cinco partidos y es por ello que el punto de ayer ante Osasuna puede ser estéril y más cuando te vas con la sensación de que de haber apretado un poco más en ataque, la victoria podría haber caído de tu lado.

5 finales ante Celta, Espanyol, Real Madrid, Betis, Granada en los que mucho tiene que cambiar en el Real Valladolid si quiere mantenerse un año más en la élite del fútbol español, sobre todo en lo que respecta a la actitud. Si no, para lo único que servirá este epílogo de la temporada será para que en estos 5 choques, los de Juan Ignacio se desangren poco a poco camino a la Segunda División del fútbol español.

Fotos: Sport | Osasunista.net