El Real Valladolid afronta esta Semana Santa con el objetivo de recuperarse físicamente de todas las molestias que puedan tener sus jugadores, y no perder el ritmo de competición que tanto cuesta coger. Esto se debe a que este fin de semana no disputará el encuentro de la jornada 35 ante el Real Madrid, por la final de Copa, y no volverá a competir en partido oficial hasta el lunes 28 ante el Celta.
Por este motivo, el equipo de Juan Ignacio ha planteado una serie de entrenamientos durante esta semana, hasta el viernes, todos ellos a las 11:00 horas de la mañana. A la sesión realizada esta tarde, se suma una este marte en el que se disputará un encuentro de entrenamiento ante la Selección de Castilla y León, integrada con jugadores del Grupo VIII de la Tercera División española. Llegado el fin de semana, y la jornada de Liga, el equipo albivioleta tendrá descanso.
Este parón puede verse con buenos ojos y con malos. Buenos porque servirá para que futbolistas como Álvaro Rubio se recuperen al cien por cien por el esfuerzo realizado y de las posibles molestias que puedan arrastras. Y con malos dado que el estar más de dos semanas sin saltar al terreno de juego puede abocar a un exceso de relajación, de conformismo e incluso a perder el ritmo de competición. Es por ello que Juan Ignacio deberá apretar a los suyos durante los entrenamientos de esta semana, aunque el próximo compromiso quede muy lejos en el horizonte.