El titular de esta noticia habrá asustado a más de uno, ya que el historial médico de Marc Valiente es más propio de un soldado que de un futbolista, ya que la suerte no se ha aliado con él en cuanto a las lesiones y fracturas varias.

Por suerte para él, la operación de hoy no ha sido a causa de un problema actual, sino que estaba planificada de antemano para retirarle de su pómulo una placa metálica que se le incorporó después del famoso codazo de Aduriz. El refuerzo, de osteosíntesis, ha estado alojado en el rostro del zaguero desde entonces.

La intervención ha tenido lugar en el hospital Camp Grande vallisoletano y se ha desarrollado con éxito, así que ahora a Marc le toca reposo y trabajar al margen de sus compañeros durante unos días, según su evolución. Los responsables de la operación han sido los médicos maxilofaciales Redondo y Berria.