Carlos Suárez tomó la palabra, como presidente del Real Valladolid, para explicar el motivo del adiós de Diego Mariño. El máximo accionista, comenzó relatando la historia de esta salida, desde la primera llamada que recibió Braulio hasta la reunión de ayer en la que el gallego informó de sus intenciones: “Empezó con una llamada de su representante a Braulio el sábado, y después una reunión que tuvimos ayer tras el entrenamiento en la que Diego Mariño nos comunicaba que tenía una cláusula, que para nosotros ya había transcurrido el plazo de ejecución, para poder salir cedido a un equipo de Primera División. Nos comunicaba que el Levante se había puesto en contacto con él para que se incorporara, ya que vendían a Keylor Navas. Nos comunicó su deseo de incorporarse al Levante y jugar en Primera División, aunque el contrato teóricamente iba a ser el mismo que aquí en Segunda División”.
Suárez defendió que esta cláusula, a ojos del club blanquivioleta, finalizaba el pasado 30 de junio, pues debía hacerse efectiva durante el transcurso de la temporada en la que se produjo el descenso, como así lo hicieron otros jugadores como Rukavina o Larsson: “Algunos de los jugadores tenían carta de libertad, otros la posibilidad de cesión, siempre y cuando se cubriera el salario. Las cláusulas son para mitigar el alto salario, en Segunda División, en caso de descenso. Entendemos que ponía que debía ejecutarse durante el transcurso de la temporada en la que se produjera el descenso, y el día 30 de junio no tuvimos información ninguna, pensábamos que esta circunstancia no se produciría. Ellos entienden que esa cláusula les habilita para poder pedir ahora mismo la cesión a un equipo de Primera División. Anos lo dijo, le dijimos que tenía que entender que a estas alturas se está trabajando en el mercado, pero que la cláusula se tenía que haber efectuado en la temporada pasada, pero sus representantes piensan que esa cláusula aún es válida. Por la mañana no ha entrenado, se ha marchado para incorporarse al Levante. Hemos tratado de convencerle porque el proyecto está iniciado, pero ha visto que tiene posibilidades de jugar allí y quiere jugar en Primera División”.
El equipo de Primera División asume su salario íntegro
El motivo de esta cláusula, y otras que poseían diversos jugadores de la primera plantilla, era evitar tener que hacer frente a un salario que en Primera División es posible, pero que en Segunda resulta inviable. De esta manera, se permitía a los jugadores buscar un futuro en Primera, siempre y cuando renunciaran a una compensación económica: “El salario tenía que bajar un 40% en Segunda División, sino le dábamos esa posibilidad. Es la política desde el momento que hemos entrado en concurso. Pasado el 30 de junio, terminado el curso, no pensábamos que se pudiera ejecutar. La cláusula se puso para que pudiera tener esa posibilidad, pero no puede ser que una persona decida el 31 de agosto a las diez de las noche que se va. Sale cedido una temporada hasta que el Real Valladolid recupere la categoría, para que pueda jugar en Primera División. Es el mismo espíritu por el que abandonó el Villarreal, para jugar en Primera”.
Dado que para el Real Valladolid el plazo ya ha vencido, Carlos Suárez matizó que en ningún momento han dado o continuarán dando facilidades a su adiós: “El sábado cuando nos lo comunicaron vía telefónica, nosotros deducimos que era el Levante por los rumores de la venta de Keylor Navas. Yo me puse en contacto con el presidente del Levante, pero me dijo que no sabía, que seguían varios jugadores y que se pondría en contacto con su secretaría técnica. El lunes por la mañana me llamó y me confirmó que sí, que era el jugador que estaban siguiendo y que querían incorporarlo. Nosotros le informamos a Diego que más allá de que la cláusula fue hecha efectiva fuera de momento, no íbamos a poner ningún tipo de facilidades para admitir su marcha, entendemos que a estas alturas es un gran inconveniente”.
“Podría usar esa cláusula mientras que el Real Valladolid esté en Segunda División. Él se comprometía a no pedir una compensación económica. Él estaba muy a gusto aquí, pero se entera el sábado de que hay una posibilidad de jugar en Primera. Nosotros entendemos que el alcance era hasta el 30 de junio, durante el transcurso de la temporada, no en la siguiente”, complementó.
Suárez criticó el momento en el que los agentes de Mariño han realizado esta operación, en la pretemporada, y cuando un banquillo se ha quedado libre en Primera: “Todos los contratos tienen una cláusula que contempla una bajada de salario, nosotros no podemos mantenerlos. En Segunda los salarios son los que son. Con la pretemporada ya iniciada, porque el Levante venda su portero, venga a por el nuestro, es otra cosa. No entiendo su decisión, creemos que es una decisión extemporánea, vamos a intentar buscar una solución cuanto antes. Todo parece indicar que la temporada que viene no jugará aquí. Al igual que otros jugadores lo dijeron en su momento, él no lo ha hecho”.
La oportunidad le ha venido ahora, cuando una portería se ha quedado vacía
A su vez, el presidente pucelano informó que negarán esta cesión y buscarán una solución por medio de los órganos competentes, por lo que se presume que este no sea el final de esta operación: “Nosotros vamos a negar la cesión, entendemos que el plazo de la cláusula está vencido, a partir de ahí decidirá el órgano competente. Todavía no hemos recibido ningún burofax. Ayer sus representantes hablaron con Braulio y yo con Quico Catalán para buscar un acuerdo, ayer por la tarde no se produjo. Independientemente de las formas, ahora no carguemos contra Diego. Las cláusulas están para que se cumplan, se firmó de manera consciente para defender los intereses del Real Valladolid, ya que no podemos abordar esos salarios. A Diego le habrán recomendado esto, no estoy de acuerdo en las formas, pero debemos buscar la mejor solución posible. No lo esperábamos, si el Levante buscaba un portero, sería otro”.
Para finalizar, recordó que el Villarreal aún guarda una opción de repescar al portero gallego, en las próximas dos temporadas, ya que el plazo para hacerlo durante este verano sí expiró en el día de ayer: “El Villarreal siempre tiene la opción de comprar al jugador, para que esté por lo menos un año en la plantilla. Si le compra para venderlo o cederlo, tendrá que compensar con las cantidades que sean. El día 15 de junio vencía el plazo de compra para el Villarreal”.