Tras la renuncia a entrenarse del ya excancerbero pucelano remitiéndose a una cláusula, por la que podía salir cedido a un club de categoría superior en el caso de descender, hace ya varias semanas el presidente de la entidad castellana, Carlos Suárez, comparecía ante los medios señalando que el club recurría estos hechos al señalar que dicho punto en el contrato había expirado.
Como el representante de Mariño alegaba que la cláusula indicaba que no había fecha concreta, sino que esto podría producirse cuando se acabara el curso deportivo, el portero albivioleta seguía sin entrenarse con sus compañeros. En ese momento aparecía en escena el Levante UD, un conjunto que desde el principio se mostró muy interesado en el jugador.
Con las dos partes de acuerdo, portero y valencianos, el Real Valladolid emprendía acciones legales para obstaculizar la salida del mismo y para que se quedara un año más por orillas del Pisuerga. La respuesta de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no se hizo esperar y, lamentablemente para los intereses blanquivioletas, daba la razón al gallego. 48 horas para recurrir era el tiempo del que disponían Suárez y sus abogados, con lo que se pusieron rápidamente el mono de trabajo y volvieron a recurrir.
Finalmente, este viernes por la mañana una nueva y definitiva resolución ha ratificado que Diego Mariño va a jugar este año en la máxima categoría del fútbol español con el conjunto granota.