Una de las claves para lograr el ansiado ascenso es contar con el apoyo de la afición, así que esta campaña de abonados se antoja clave para animar al equipo cuando los pulmones empiecen a fallar. Con cierta lentitud, propia de un verano en el que hay más personas fuera de la ciudad que entre sus muros, la masa social albivioleta está respondiendo a la llamada, hasta el punto de alcanzar los 9009 socios hasta la fecha.
621 personas de este total son nuevos abonados, que ya sea por el proyecto que quiere formar el cuerpo técnico de Rubi y la plantilla o por la promesa de mantener los precios de cara al año próximo, han decidido sacar su carnet y ocupar su butaca en este próximo curso futbolístico. El Real Valladolid será el factor que determine si la inversión ha sido brillante o un completo fiasco.
Los últimos coletazos del mes de agosto, en el que a los pucelanos les entran las prisas de última hora, serán clave para ver si Zorrilla contará con una nutrida presencia de aficionados esta próxima campaña. El equipo ha hecho lo posible por enganchar a los indecisos a través de su goleada ante el Burgos y la reciente victoria ante el Rayo Vallecano, de Primera división. Las buenas sensaciones mostradas en las últimas fechas son importantes para que estos 9009 vallisoletanos no se sientan solos en su feudo.