Un maratón en el infierno

La primera jornada ante el Mallorca es el primer paso de una prueba que exige el mayor de los esfuerzos para una plantilla: la Segunda división. En ella se encuentran retos y dificultades que jugadores y entrenadores deben superar si quieren volver a catar las mieles de Primera.

Un maratón en el infierno
El Valladolid se enfrenta a las llamas de Segunda. (Foto: Jaime del Campo | VAVEL).
juan13navarro
Por Juan Navarro García

¿Se imaginan recorrer 4.195 metros bajo el angustioso sol del Sáhara y solamente viendo arena y dunas a su alrededor? La exigencia física que requiere el maratón, unida al clima extremo del desierto, desgasta el cuerpo y la mente de los participantes, que tendrán que superar pájaras y todo tipo de adversidades para llegar, con la lengua fuera, a meta. Si algo debe tener claro este Real Valladolid es que la temporada 2014/2015 no va a ser muy distinta a esa prueba atlética recorrida en el Sáhara.

Se avecina un mínimo de 42 partidos, que pueden sumar cuatro más en caso de finalizar la campaña regular en puestos de play-off, así que los de Rubi deben estar preparados para una prueba que les hará recorrer todos los rincones de la geografía española. Las interminables horas de autobús y los encuentros a cientos de kilómetros del José Zorrilla pueden minar la moral de cualquier vestuario, a no ser que tengan grabado a fuego en sus piernas y en su cabeza que el objetivo es la victoria y devolver al club a Primera.

Adaptación

A pesar de la remodelación vivida a orillas del Pisuerga, ya que varios jugadores del año pasado han hecho el petate y abandonado el equipo y en su lugar han llegado otros hombres dispuestos a demostrar lo que valen, no es fácil que un club se adapte a Segunda. Esta categoría no cuenta con el estrellato que campea por los céspedes de Primera, sino que abundan jugadores muy experimentados y conscientes de que a veces, cuando el árbitro no mira, les conviene intimidar al rival de manera verbal o física. A su vez, los errores de los colegiados pueden sacar de quicio a los futbolistas.

No es fácil que un club se adapte a Segunda

Por otra parte, en lo referido a la forma de jugar al fútbol, los capitaneados por Álvaro Rubio han de saber que buena parte de sus oponentes, a priori más débiles que los albivioletas, no van a tener reparos en proteger con uñas, dientes y patadas su portería, dando la iniciativa a los chicos de Rubi. El Valladolid tendrá que tener el dominio del partido y demostrar que tienen nivel para salir del averno de la división de plata, la especulación no entra en los planes de un equipo que tiene la obligación de atacar sea el rival que sea.

Rivales

Después de no pocas idas y venidas y de todo tipo de rumores -alguno de ellos disparatados-, la tabla clasificatoria contará con 22 equipos, entre ellos el Mirandés y no el Murcia. Esto conlleva un mínimo de 42 enfrentamientos desde agosto hasta finales de junio, a los que se ha de añadir uno de Copa contra el Sporting de Gijón y, en caso de superar a los asturianos, seguir sumando partidos y kilómetros a los músculos pucelanos. En caso de no quedar entre los dos primeros o más allá del sexto puesto -lo cual sería un fracaso absoluto- tendrían que añadirse entre dos y cuatro choques más, así que la temporada rozaría los 50 partidos.

La temporada rondará los 50 partidos

Entre los oponentes se encuentran históricos venidos a menos como el Mallorca, el Zaragoza, el Racing de Santander, Osasuna o Betis, así como otros equipos que darán mucha guerra este curso 2014/2015. Los desplazamientos al archipiélago canario para verse las caras con Las Palmas y Tenerife, son los más lejanos de todos, aunque el hecho de viajar en avión hará más cómodo el trayecto, siempre más cómodo que las más de siete horas que exige poner rumbo a Cataluña, comunidad en la que el Pucela tiene a cuatro de sus rivales. La concentración y la tensión mental se antoja fundamental para superar estos obstáculos.

Plantilla

Este exigente recorrido maratoniano por el desierto requiere a los mejores atletas, así que en Zorrilla han trabajado arduamente para montar el mejor vestuario posible, dirigido bajo la batuta de Rubi. El cambio de cromos vivido a raíz el descenso provoca que hombres como Álvaro Rubio, Jesús Rueda, Óscar o Marc Valiente, jugadores con más años vistiendo la zamarra ahora patrocinada por Cuatro Rayas, tengan que dar aliento a sus compañeros cuando haya un bache de resultados.

Será tarea indispensable para el equipo técnico que su plantel asuma que no hay titulares ni suplentes, intentando que haya la máxima competitividad posible y que nadie se acomode en su puesto. La diferencia de calidad entre los jugadores está a la vista, pero si no acompaña el esfuerzo quedarán relegadas al banquillo. Por otra parte, las rotaciones serán importantes para prevenir inoportunas lesiones y facilitar que todo el grupo llegue al final de la temporada con los pulmones llenos de oxígeno.

Aún quedan varios días para apuntalar la plantilla, así que el rastreo del mercado en busca de un portero se antoja clave para que Dani Hernández y el canterano Julio tengan competencia bajo palos. Por otra parte, la exigencia que requiere este maratón podría hacer necesario un atacante capaz de desenvolverse en la banda diestra, ya que la zurda está bien ocupada por Bergidch, Omar e incluso Mójica, mientras que el costado de estribor apenas cuenta con Jeffren y la polivalencia de Óscar Díaz.

Zorrilla

El estadio vallisoletano es clave para ser ese jugador número 12 que decanta la balanza cuando la pelota no quiere entrar. Los castellanos deben aplicar ese cálculo inglés que reza que se han de sumar los tres puntos de casa y empatar fuera, como mínimo, para llegar a paladear las mieles del éxito liguero. Para ello se ha de mostrar seguridad y potencial en Zorrilla, donde no se consienten tropezones, e ir a por todas cuando toque desplazarse, a fin de obtener el mejor resultado posible. Un empate en feudo ajeno se hace bueno si se gana en el propio, pero no lo que es admisible es volver con el saco vacío.

Un empate en feudo ajeno se hace bueno si se gana en el propio

El próximo día 23 arranca una competición que se extenderá hasta el siete de junio como mínimo y el 21 de dicho mes como máximo. Todo ello acompañado de casi 50 partidos y de más de 12.000 kilómetros por la tierra y el aire español, todo ello con una premisa entre ceja y ceja: la supervivencia en el desierto y salir del infierno dejando atrás a esos 21 rivales que también quieren salvarse de sus llamas. O, en otras palabras: el ascenso.

Fotos: Real Valladolid |Marca