Cuando un equipo visita Zorrilla, las alarmas se encienden. Desde siempre, el ir a jugar a Valladolid no ha sido una tarea fácil. Plaza complicada por circunstancias tales como la hinchada, la climatología, el crecimiento que los jugadores locales muestran ante su afición… En definitiva, todo partido en el coso blanquivioleta merece la pena de disfrutar o de sufrir a partes iguales. El Real Valladolid es un equipo modesto, en decimotercer lugar en la clasificación histórica de la Liga, por lo que los puntos tiene que disputarlos desde el inicio hasta el final de los partidos como si fueran los últimos y qué mejor manera de que los disfruten su propia afición.
Más de media Liga sin perder en casa
El curso 2013/2014 no pasará precisamente a los anales de la historia violeta en cuanto a triunfos y alegrías se refiere. Un año marcado por el descenso final, hacen que los acontecimientos se vean de una manera muy gris tirando a negra. Pero siempre hay que sacar el lado positivo de las cosas y en este caso, aunque cueste verlo, existe ese lado.
Bagaje escandalosamente bajo el del número de victorias, 7 en 38 partidos, pero la permanencia estuvo al alcance de la mano gracias a los 15 empates cosechados, muchos en casa que provocaban ir sumando punto a punto y no descolgarse como lo hiciera el Real Betis. ¿Y qué tiene que ver el José Zorrilla con todo esto? Simplemente fue el corazón y los pulmones del equipo.
16 de los 17 equipos visitantes desde el 16 de diciembre de 2013 no han podido sacar los tres puntos de Zorrilla
Con tan sólo una victoria lejos de la ciudad del Pisuerga, todavía en 2013 ante el Rayo Vallecano por 0-3, todo lo demás se conseguiría en casa. Desde un lunes 16 de diciembre, también en la jornada 16, la imbatibilidad del equipo sería constante en su propio feudo. Un gran Celta de Vigo se marchaba con el rabo entre las piernas y así uno tras otro hasta la última jornada donde, con pocas posibilidades pero con el descenso en juego, un Granada CF superior daba la puntilla al club que preside Carlos Suárez para firmar de una manera definitiva el descalabro de temporada vivida.
Por Zorrilla, después que el Celta, pasaron equipos como el FC Barcelona, el Real Madrid, el Valencia, el Villarreal, el Espanyol, y nadie supo llevarse los tres puntos, incluso algunos como el todo poderoso Barça no se llevaron ninguno.
¡Qué siga la racha!
Juan Ignacio Martínez dejaba su lugar a Joan Francesc Ferrer 'Rubi' y una de las premisas básicas como es no dejar escapar puntos como local, lo está llevando a las máximas consecuencias. Hasta la fecha, 5 encuentros recibiendo a equipos en el Zorrilla y las cuentas para conseguir el objetivo del ascenso van 'viento en popa'. 3 victorias y 2 empates, o lo que es lo mismo, ninguna derrota. 11 puntos de 15 posibles es una buena proporción y se ve aumentada cuando se descubre que los dos empates han sido ante rivales poderosos como el Real Betis y la SD Ponferradina, y ambos por un 0-0. No hubo transformaciones, pero tampoco se recibieron goles y eso en la Liga Adelante es vital. El RCD Mallorca, el Racing de Santander y el CD Tenerife ya han mordido, en este caso, la hierba pucelana.
Con estos números, el próximo partido, este domingo a las 17:00 horas en el feudo blanquivioleta, se presenta apasionante para los aficionados vallisoletanos por varios motivos. El primero es que desde el primero hasta el último quieren que la racha se siga prolongando cuanto más mejor. Hilado a lo anterior, el rival que va al José Zorrilla es el líder de la competición, el Girona CF. Aunque ya haya sucumbido este año en Valladolid en la Copa del Rey, el torneo liguero dista mucho con el del KO. Y tras hilarlo una vez más, la diferencia de puntos entre ambas escuadras, 23 de los catalanes por los 21 pucelanos, provocan que una victoria del cuadro de Rubi, los aúpe a la posición más elevada de la clasificación.
Desde aquel 16 de diciembre de 2013, 17 equipos han pasado por Valladolid en la competición doméstica con unas cifras de imbatibilidad espectaculares. 16 de 17 planteles no han conseguido sacar más de un empate en Zorrilla. ¿Cuándo se cortará la racha? ¿El Girona será el nuevo Granada?.