El regreso del hijo pródigo

Rubén de la Barrera visita este fin de semana el Municipal de Guijuelo para verse las caras con el plantel chacinero, un conjunto al que dirigió el pasado curso futbolístico y con el que llegó a disputar la fase final de ascenso para militar en la categoría de plata del deporte rey a nivel nacional. Ahora el técnico gallego se encuentra liderando la nave del Real Valladolid Promesas, por lo que sin ningún atisbo de duda va a ser un duelo realmente emotivo tanto para él como para su adversario.

El regreso del hijo pródigo
De la Barrera dirigiendo al Guijuelo frente al Leganés. (Foto: Apo Caballero - VAVEL).
peterparra13
Por Pedro Parra

Este domingo, día 2 de noviembre, a partir de las 17:00 horas se va a producir un doble enfrentamiento que va a ser muy emotivo para dos personas en especial. Por un lado, el Real Valladolid se mide en el José Zorrilla al Girona FC, el que en su día fuera el equipo que lideró Rubi y que a punto estuvo de llevar a la categoría de oro del deporte rey a nivel nacional, así que casi con total seguridad el míster catalán afrontará una serie de sentimientos encontrados en dicho encuentro. Cabe recordar que los albirrojos ocupan en la actualidad el liderato en la clasificación en la Liga Adelante, mientras que el cuadro pucelano está únicamente a dos puntos de alcanzar su estela.

Pero lo que nos compete en este artículo es valorar el duelo que se producirá a la misma hora y el mismo día que el señalado con anterioridad, un partido que se va a celebrar en el Estadio Municipal de Guijuelo y que tendrá como contendientes al CD Guijuelo y al Promesas. Este choque tendrá un matiz realmente especial para Rubén de la Barrera, el técnico del filial blanquivioleta, debido a que el gallego fue el encargado de encabezar la nave chacinera el pasado curso futbolístico de forma prestigiosa, lo que le permitió sin ninguna duda ganarse el respeto y la admiración de todos los aficionados del conjunto salmantino.

Tras superar un buen número de inconvenientes antes de arrancar la temporada 2013/2014, el CD Guijuelo encuentra en De la Barrera el gestor perfecto del vestuario para que los chacineros pudieran aspirar al menos a permanecer en la división de bronce del balompié en España. Es cierto que los inicios fueron un poco complicados, especialmente hasta que el míster fue capaz de dar con la tecla adecuada para acoplar a sus jugadores en el campo y lograr un once que le convenciera por completo, pero finalmente supo obtener la fórmula precisa para plantar cara a todos los rivales que le iban saliendo a su paso semana tras semana.

Así fue como el plantel salmantino finalizó la temporada regular en el Grupo 1 de Segunda B en cuarta posición con 60 puntos, una vez que había sumado un total de 16 victorias en 36 envites del campeonato doméstico, saldándose el resto de compromisos ligueros con 12 empates y ocho derrotas. Hay que matizar que había 19 equipos en la Liga, de ahí que se jugaran 36 encuentros en lugar de los 38 habituales, un problema que a punto estuvo de producirse este año con el conflicto que hubo hasta el último momento entre el Real Murcia y el CD Mirandés con la LFP. 49 goles a favor y 31 en contra dejaban un balance de +18 para los pupilos de Rubén de la Barrera, un bagaje con el que iban a obtener la recompensa de disputar la fase final de ascenso a Segunda.

El Guijuelo se vería las caras en una eliminatoria a doble partido con el Leganés, un conjunto que llegaba también a los playoffs tras haber cuajado un curso excelente en la categoría de bronce del fútbol español. Los dos duelos fueron muy igualados y parejos, lo cual puede reflejarse claramente en el resultado gafas que campeaba en el luminoso en tierras castellanas al haberse jugado los 90 minutos reglamentarios. La vuelta en Butarque siguió prácticamente el mismo guion que el choque previamente señalado, pero esta vez los madrileños pudieron decantar la balanza de manera favorable a sus intereses merced a la diana materializada por Carlos Álvarez al poco de comenzar el segundo acto.

El Guijuelo se vería las caras en una eliminatoria a doble partido con el Leganés

La derrota por la mínima ante el cuadro dirigido por Asier Garitano hizo que el Guijuelo tuviese que decir adiós al sueño de militar la próxima campaña en la Liga Adelante, si bien es cierto que la afición supo reconocer de inmediato el mérito de la gesta realizada por los jugadores y por el cuerpo técnico, puesto que estuvieron acariciando casi con sus propias manos el hecho de haber superado al bando pepinero. No obstante, De la Barrera había cumplido un ciclo en la localidad salmantina, por lo que tuvo que hacer las maletas para desplazarse hasta la capital de Castilla, un lugar en el que le esperaban con los brazos abiertos después de la estrepitosa salida de Javier Torres Gómez.

Rubén llegaba a orillas del Pisuerga para ponerse al mando de los jóvenes integrantes del Real Valladolid Promesas, unos muchachos que se mostraron encantados desde el principio ante la oportunidad de poder aprender de manos de un hombre que había llevado al CD Guijuelo a encandilar con su estilo de juego tanto a propios como a extraños. El segundo plantel pucelano se encuentra por el momento en una situación privilegiada en la tabla del Grupo 1 de Segunda División B, dado que ha sumado 16 de los 30 puntos que ha habido en juego en las diez primeras jornadas, algo que le ha permitido situarse en la sexta plaza de la clasificación.

La zona para acceder a la disputa de la fase final por tratar de ascender a la Liga Adelante la marca precisamente su rival de este fin de semana, el equipo al que lideró durante la temporada anterior y en el que le van a proporcionar un recibimiento a la altura de las proezas llevadas a cabo allí durante el pasado curso futbolístico. 21 puntos (sobre 30) son los que acumula el Guijuelo hasta la fecha, por lo que la batalla que se librará en territorio salmantino no será nada sencilla para ninguno de los dos conjuntos que van a estar inmersos en ella. ¿Podrá De la Barrera asaltar con el Promesas el fortín donde fue adorado e idolatrado hace apenas unos meses? El enigma se resolverá este domingo en cuanto el esférico eche a rodar en el Municipal de Guijuelo.